El lindano, un pesticida cancerígeno cuya fabricación está prohibida en la Unión Europea desde 2008 y que España produjo hasta principios de los años 90, sigue presente en la actualidad en trece comunidades autónomas y en casi todas las cuencas hidrográficas españolas.

Así lo ha denunciado este miércoles Ecologistas en Acción en la presentación del informe Lindano, presente de un legado tóxico, en el que se constata la presencia del pesticida en casi todas las cuencas hidrográficas en 2017 y 2018, que presumiblemente continúan en la actualidad, ante la falta de actuaciones y medidas por parte de las administraciones.

El análisis señala que en algunas ocasiones esta presencia sobrepasa los límites exigidos por la normativa de calidad ambiental de aguas superficiales. En concreto, se han detectado cantidades superiores a lo permitido en las cuencas del Guadalquivir y Cantábrico Oriental (en los dos años) y Duero y Segura (en 2018).

Un compuesto cancerígeno

El hexaclorociclohexano (HCH), conocido comercialmente como "lindano", es una sustancia organoclorada, utilizada como pesticida agrícola y sanitario y prohibida por la UE desde 2008 por su toxicidad. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) señala que este compuesto es cancerígeno en seres humanos. Se trata de un tóxico persistente, de muy lenta biodegradación, muy volátil y bioacumulativo.

En su producción, generó entre seis y diez toneladas de residuos por cada tonelada de producto vertidas por diferentes puntos de España, sin saber su ubicación, cantidad depositada y condiciones en las que se realizaron.

La organización ha avanzado que, empresas de Barakaldo y Erandio, Chemical y Nexana, junto con Transportes Bonbin e Industrias Químicas del Norte (Inquinosa) de Sabiñanigo (Huesca) están directamente relacionadas con los vertidos incontrolados de lindano.

Aunque ya no se fabrica en España sigue presente en el medio ambiente, particularmente en suelos y ríos, como consecuencia de su uso histórico como pesticida y del mantenimiento de suelos contaminados por los vertidos incontrolados de los residuos de su fabricación.



La ONG pone de ejemplo los casos de Porriño (Orense), Sabiñánigo (Aragón), la cuenca del Bajo Nervión-Ibaizabal y Gardelegi (Vitoria). Ecologistas en Acción denuncia la persistencia de esta contaminación en el nuevo estudio que da continuación al informe de la ONG de 2017 Fabricación y uso del lindano. Crónica de un envenenamiento persistente y silencioso.

Respecto a las comunidades, hay constancia del HCH en 13 de ellas: Comunidad de Madrid, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Andalucía, Extremadura, Comunidad Valenciana, Aragón, Cataluña, Navarra, País Vasco, Región de Murcia y Cantabria.

"Paradoja y contradicción"

Para la ONG advierte de la "paradoja y contradicción" que supone que la normativa europea y española sobre aguas para consumo humano permita valores de HCH-lindano hasta 2,5 veces superiores a los establecidos para la calidad ambiental de aguas superficiales.



El informe incluye también la detección en altas concentraciones de HCH-lindano en la madera de los árboles en las inmediaciones de suelos contaminados. En este caso, los muestreos y análisis se realizaron directamente por Ecologistas en Acción en 2019, en las proximidades de vertederos de Huesca (Sabiñánigo) y Vizcaya (Enekuri y Jata).

La ONG insiste en la necesidad de modificar la legislación y equiparar los valores límite, y ser "exigente" al menos con la calidad del agua para consumo humano, como el agua para otros usos (regadío, baño, consumo animal...).



"El legado tóxico de los residuos de lindano debe erradicarse ya. Y para ello hay que implementar medidas de detección de depósitos controlados e incontrolados y de rehabilitación y descontaminación de suelos y aguas", ha manifestado el coordinador del informe, Javier Vázquez.

El informe, con datos de 2017 y 2018 -salvo el último trimestre-, está elaborado con información del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) y la Agencia Vasca del Agua (URA) y han participado Javier Vázquez (coordinador), Koldo Hernández (responsable sustancias químicas) y Carlos Alonso (área jurídica).

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