“Hoy se ha producido un hecho digno de destacar. 3 administraciones distintas, de distinto signo político, con sus técnicos, todas las fuerzas políticas de un Ayuntamiento, el de Granada, nos hemos sentado a una mesa y hemos alcanzado acuerdos en beneficio de una ciudad”, aseguraba este viernes, 11 de octubre, Óscar Puente.
El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible añadía que “los primeros beneficiados son los ciudadanos que viven en ella” y apuntaba que la “integración del ferrocarril pronto será una realidad en Granada”.
Era este viernes cuando la comisión técnica para la integración del ferrocarril en Granada, integrada por el Ministerio de Transportes, Ayuntamiento y Junta, arrancaba. El objetivo, licitar en 2025 los proyectos constructivos para la integración en la ciudad nazarí y para impulsar la variante de Moreda.
Un primer encuentro que se celebraba en el Consistorio, con la presencia del ministro, Óscar Puente, la alcaldesa del PP y también vallisoletana, Marifrán Carazo, y Rocío Díaz, consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, también “popular”.
Las partes resaltaban esa voluntad de acuerdo, en torno al proyecto de integración del AVE en la capital andaluza, planteado por el Gobierno. Está abierto a las propuestas planteadas por las partes.
Aún falta por concretar la financiación en un nuevo convenio a tres bandas, que, como estimaba Puente, se firmará en un plazo máximo de dos años. La intención es que en 2025 estén licitados y ya en redacción todos los proyectos de la integración ferroviaria granadina.
Un acuerdo que celebraba Óscar Puente y una situación que es muy distinta a la que se vive en Valladolid.
En Valladolid, situación muy diferente
A más de 600 kilómetros de Granada, en Valladolid, la situación es muy diferente. Al ministro no le sentó, ni mucho menos bien, el informe de Eficia que apuntaba a estudiar la posibilidad de dejar a un lado la integración y apostar por un soterramiento con muros pantalla.
En la reunión telemática de este jueves, 10 de octubre, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, daba un ultimátum al Ayuntamiento de Valladolid. Le daba un mes de plazo para continuar con la integración ferroviaria o se procedería a disolver la Sociedad Valladolid Alta Velocidad.
Un mes para cumplir con la integración sellada en el Convenio del año 2017 o carpetazo a las obras y al soterramiento. Ese era el ultimátum que Puente lanzaba en la comisión de seguimiento de la integración a la que el alcalde, Jesús Julio Carnero, no acudía.
El concejal de Urbanismo y Vivienda en el Ayuntamiento de Valladolid, José Ignacio Zarandona, expresaba su sorpresa tras esta reunión y pedía a Puente dejar de lado “las amenazas” al poner sobre la mesa el requerimiento para que la Sociedad Valladolid Alta Velocidad se disuelva por incumplimiento, como apuntaba el ministro.
“Ha sido una sorpresa. Una reunión, en principio, inconcebible. Las intenciones del ministro son las de amenazar y ponernos sobre la mesa un requerimiento para que la Sociedad Valladolid Alta Velocidad se disuelva”, apuntaba Zarandona.
Ante esta acusación de incumplimiento, el concejal afirmaba que el Ayuntamiento de Valladolid “está cumpliendo con todos los compromisos” y pedía “diálogo” para volver a tocar el tema del soterramiento.
Habrá que esperar para ver lo que sucede en Valladolid. De momento, Granada tendrá una integración que Carnero no quiere. Él apuesta por soterrar.