Hay personas optimistas por naturaleza. De esas que merece la pena conocer y ensalzar la positividad que desprenden. Jonatan Casero Maestro, vallisoletano de 35 años, es una de ellas y cuenta su historia a EL ESPAÑOL de Castilla y León con una sonrisa en la cara y con el objetivo de luchar, cada día, en busca del éxito.
Nuestro entrevistado está al frente del Bar Mapogo en Aldeamayor de San Martín. Desde hace un año y medio, aunque ostenta una dilatada experiencia de 11 años en el mundo hostelero.
Él ganó el pasado mes de mayo el Concurso de Pinchos de Villazgo 2024, en la localidad vallisoletana. Todo gracias a su elaboración ‘Un pollo de coca…cola’, un bocado sabroso bocado que se hizo viral.
Conocedor, tanto del éxito como del fracaso
“Soy un emprendedor. Conocedor, tanto del éxito, como del fracaso. Me considero un luchador incansable con tantos defectos como virtudes, pero, siempre, dispuesto a afrontar un asalto más en la vida. Tengo un hambre insaciable tanto de aprendizaje como de logros”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Jonatan Casero Maestro.
Nuestro entrevistado suma siete años viviendo en Aldeamayor de San Martín, de forma intermitente. Llegó por primera vez para probar fortuna en la bodega de Boecillo, pero las cosas no salieron según lo esperado.
“Hace dos veranos comenzó a gestarse en mi cabeza la idea de abrir el Bar Mapogo, sentado en la terraza y tras cerrar un negocio de gran éxito por cuestiones personales en Adalia. Otro pequeño pueblo de la provincia de Valladolid, azotado también por lo que se conoce como la España vaciada”, confiesa.
Y fue hace más de año y medio, en abril de 2023, cuando puso en marcha su idea.
Abierto todo el año y una oferta gastronómica “muy desmarcada de lo habitual”
“Al ser un bar de piscina, solo se abría en época estival. Yo fui el que tomé la iniciativa de dar cobertura a los clientes durante todo el año”, confiesa nuestro protagonista. Un establecimiento hostelero situado en las instalaciones polideportivas y en la piscina de Aldeamayor de San Martín que cuenta con unos 60 metros de bar y unos 300 en un total de tres terrazas con diferentes ambientes.
Jonatan asegura que ofrecen una oferta gastronómica “muy desmarcada de lo habitual de la zona”. Todo ello en un “ambiente apacible en medio de la naturaleza” con “zonas en las que disfrutar de una buena copa de helado o un batido” y todo “con el trato más cercano”.
“Hemos cambiado recientemente la línea del negocio. Ahora nos centramos, especialmente, en una variedad de deliciosas tostas. Las combinamos con una gran variedad de patatas asadas con diferentes salsas que son totalmente caseras”, añade el hostelero.
Los clientes “piden de todo” pero los nachos caseros del lugar “triunfan”. Rara es la mesa que no los incluye como entrante o complemento. O, incluso, como plato único para picotear.
Un futuro “incierto”
“Veo el futuro de forma incierta. Es una licitación pública y puede pasar cualquier cosa. Si no es aquí, seguiremos trabajando por el éxito en otro rincón del mundo”, asegura Jonatan en declaraciones a este periódico, hablando del futuro.
Nuestro protagonista asegura que es “complicado sacar adelante un negocio en cualquier parte del globo terráqueo”. El mundo rural tiene sus “luces y sus sombras”, pero el joven vallisoletano de 35 años afirma que Aldeamayor de San Martín le ha “acogido bien” y agradece este apoyo.
“El objetivo pasa por seguir trabajando duro y, como mínimo, mantener el nivel si no podemos elevarlo. Mi más sincero deseo es que, si tengo que marcharme en octubre, cuando acabe la licitación, que el que venga trate con el mismo cariño que yo lo hago a este negocio”, explica Jonatan.
Nuestro entrevistado, para finalizar, asegura que “no es el mejor” pero que “entrega cada día todo lo que tiene” y que “espera haber hecho disfrutar a cada cliente del pueblo” que haya ido a visitarle.
El futuro dirá si Jonatan sigue, o no, al frente del negocio.
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