Soledad Ortega, la jueza del Juzgado de Instrucción Número 5 de Valladolid que investiga la desaparición y muerte de Esther López, la joven de 35 años cuyo cadáver apareció en una cuneta de la N-122 el pasado 5 de febrero, ha trasladado a las partes que digan si procede acordar una prórroga en la investigación para dar luz a lo que ocurrió en esa fatídica ya madrugada del día 12 de enero y en las horas posteriores.
La magistrada espera dos informes importantes para intentar resolver el caso. En una providencia, a la que tenía acceso este periódico fechada el pasado 7 de octubre, pedía uno para constatar que el coche de Óscar S., principal sospechoso del caso estuvo en una estación de servicio de Valladolid situada en la avenida de Zamora el pasado 13 de enero, escasas horas después de confirmarse la desaparición de Esther.
El mismo día, la magistrada solicitaba un estudio con el fin de “la práctica de los estudios dirigidos a determinar el origen y la naturaleza de los restos biológicos” que aparecieron en la chaqueta y el coche del principal sospechoso. Sin embargo, a falta de estos dos, la jueza ha recibido otro informe, en las últimas horas, que puede resultar también importante para la investigación y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL de Castilla y León.
En el mismo, de más de un centenar de folios y firmado por el Grupo de Apoyo Tecnológico Operativo de la UCO, se deja constancia de que el teléfono móvil de la fallecida y el de Óscar, o la tarjeta IMSI que llevaba su coche, que es considerado otro terminal telefónico, estuvieron desde las 3.19 horas de la madrugada juntos. El informe apunta varios tramos horarios y la compatibilidad de que estuvieran juntos durante esas horas.
En el escrito, en algo que puede resultar de gran relevancia para la investigación, se informa que a las 20.57 horas de la tarde del día siguiente a la desaparición de Esther López, el principal sospechoso estuvo una hora y 20 minutos en la localidad vallisoletana de Traspinedo. A las 21.59.23 horas, el informe apunta que Óscar estuvo en la curva donde el cadáver de Esther apareció días más tarde, concretamente el 5 de febrero.
El escrito asegura que no es que el principal sospechoso pasara por esa zona y ya. Su posicionamiento es compatible con permanecer en la curva en la que días más tarde apareció el cuerpo sin vida de la joven de Traspinedo.
Esto se sabe gracias a la tarjeta IMSI del Volkswagen T-ROC de Óscar S.. Esta componente puede ser clave ahora ya que, según apuntó el perito, el principal sospechoso del caso borró el sistema informático del coche hasta en dos ocasiones, pero esa tarjeta SIM del vehículo no puede ser reiniciada. Con ello se puede hacer una reconstrucción perfecta de los movimientos del principal sospechoso durante ese 12 de enero y hasta que apareció el cuerpo, el 5 de febrero de este año 2022.
Otro informe, también del Grupo de Apoyo Tecnológico Operativo de la UCO, considera incompatible que el teléfono de Esther estuviera a las 8.20 horas del 13 de enero de 2022 en la arboleda cercana a Traspinedo y a las 8.49 horas en la calle de la Estación número 65 de Valladolid capital.
Más pruebas que acorralarían, un poco más, al principal sospechoso en un caso que ha conmocionado no solo a la población de la provincia de Valladolid sino a la de toda España.