La edil del PP de Bobadilla del Campo (Valladolid) Inés María Fernández Salinero confirmó hoy en declaraciones a la Agencia Ical que en las próximas horas dimitirá, a la vez que negó las acusaciones de estafa vertidas sobre ella por el propio alcalde, el socialista Francisco Pastor, así como por el Partido Popular de Valladolid, después de que ambos la reclamaran que entregara su acta de concejala.
Fernández Salinero, además de denunciar amenazas por WhatsApp a su hijo de seis años por parte de la hija de una de las denunciantes, también dejo claro, en contra de lo comunicado hoy por el equipo de gobierno del Ayuntamiento, que ella no se negó a asistir al pleno municipal convocado para la tarde del pasado martes. En este sentido, explicó que el mismo día y junto al otro concejal del PP, presentó una petición solicitando un cambio de fecha del pleno por “temas jurídicos personales”, petición que fue denegada.
Por su parte, Francisco Pastor explicó en declaraciones a Ical que la edil aprovechaba su condición pública para “ganarse la confianza de la gente”, a la que ofrecía ayuda y pedía adelantar dinero. Así sucedió, por ejemplo y siempre según informó el regidor, con más de treintena víctimas que abonaron 50 euros para la celebración de un campamento que nunca se celebró, o cursos de empleo en un hotel de Valladolid que servirían de trampolín para un puesto de trabajo, algo que “también era falso”. Algunas personas adelantaban hasta 150 o 170 euros y “luego ni curso, ni campamento ni nada”. “Ha sido una tras otra. No merece seguir en este Ayuntamiento”, criticó Pastor, quien habló también de que alquiló una vivienda en Medina del Campo para vivir y “nunca pagó a su propietario”.