Gripe y COVID-19, la “tormenta perfecta” que amenaza a Castilla y León
Charlamos con Iván Sanz Muñoz, responsable científico y de vigilancia virológica del Centro Nacional de la Gripe en Valladolid
26 diciembre, 2021 07:00“Esta Navidad nos podemos juntar con la tormenta perfecta de aumento de casos de COVID-19, que vemos que en las últimas semanas se están disparando, con el incremento de los casos de gripe que están empezando a subir y en enero, muy probablemente, llegará la epidemia”, asegura Iván Sanz Muñoz.
Él es, a sus 36 años, el responsable científico y de vigilancia virológica del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, trabaja desde el Edificio Rondilla del Hospital Clínico Universitario de la ciudad del Pisuerga desde hace dos lustros, ni más ni menos.
La gripe, en la madriguera el año pasado, amenaza con, junto al coronavirus, convertirse en la “tormenta perfecta” el próximo mes. Esta semana se han registrado 19 casos en Castilla y León. La epidemia de gripe podría ser, por tanto, más dura esta temporada debido a la pérdida de inmunidad por falta de circulación del virus casi en los dos últimos años.
¿Cómo va la temporada de la gripe?
Ahora mismo está in crescendo. Vemos que estamos aumentando los casos semana a semana. Aún nos encontramos fuera de la epidemia, pero no creo que tardemos mucho en llegar. Lo que estamos teniendo es, sobre todo, subtipo A(H3N2), que es el más lesivo para las personas mayores y algo, pero muy poco, del tipo B.
¿Hay muchos más casos que el año pasado?
Hay muchos más porque el año pasado no hubo, pero comparándolo con hace dos años sí que estamos teniendo un poco más de lo habitual. Se puede decir que hemos empezado un poquito antes de lo normal, algo que ya predecíamos hace unos meses por la falta de inmunidad que íbamos a tener tras un año sin gripe.
¿En esta falta de inmunidad repercute la escasez de vacunas contra la gripe?
No. La vacunación solo es una parte de la protección que cada año tenemos todos contra la gripe. La mayoría de las personas que se protegen cada año de la gripe es infectándose. Se estima que entre el 10 y el 20% de la población mundial humana se infecta cada año. Eso son casi 1.000 millones. El grupo al que más ataca es a los niños que son los principales transmisores.
La vacunación solo es una parte de la protección y se hace en grupos de riesgo. La mayor parte de esa falta de inmunidad que tenemos ahora, o de esa falta de protección frente a la gripe, es porque hemos estado dos años sin pasarla. Desde el 2019 y el 2020 que fue el último año en el que circuló la gripe. El invierno pasado apenas se diagnosticaron en España entre seis y doce casos y lo que hemos hecho este tiempo es perder anticuerpos. Nos exponemos a esta temporada de gripe con menos carga de anticuerpos o de protección de la población general que en una temporada normal. Es lógico que sea más intensa.
¿Cuántos casos de gripe han contabilizado ya en Valladolid o en Castilla y León?
En Castilla y León llevamos recibidas unas 40 muestras positivas de gripe, fundamentalmente AH3, solo ha habido una B. Estamos todavía por debajo del umbral epidémico, pero en dos o tres semanas, nada más acabar la Navidad, empezaremos la subida exponencial que es típica de las epidemias de gripe.
¿Cómo repercute el ascenso de los casos de COVID-19 en el ascenso de los casos de gripe?
Esta Navidad nos podemos juntar con la tormenta perfecta de aumento de casos de COVID-19, que vemos que en las últimas semanas se están disparando, con el incremento de los casos de gripe que están empezando a subir y en enero, muy probablemente, llegará la epidemia. Además debemos tener en cuenta el resto de virus respiratorios.
Parece que todo está volviendo a la vieja normalidad solo que hemos incluido un agente nuevo que es el COVID-19. Esa es la variante, pero más o menos los virus están recuperando su lugar y nicho normal.
Vemos mucho resfriado común y COVID-19. Está subiendo la gripe y los virus respiratorios que afectan a niños y que son causantes de bronquiolitis que también son muy importantes en esta época y han vuelto a recuperar su nicho.
¿A la hora de diagnosticar gripe cuesta diferenciar con COVID-19?
No. La PCR como tal lleva existiendo mucho tiempo. Nosotros, en el Hospital Clínico, llevamos haciendo PCRs a muchos virus respiratorios, incluida la gripe, desde hace mucho antes de que apareciera el coronavirus. Desde el año 2009 que se implantaron las PCRs que detectaban múltiples virus a la vez, incluso bacterias en la misma reacción.
Lo que se hacía, al principio de la pandemia, era diagnosticar COVID y COVID y COVID pero ahora hay muchísimos test que diferencian COVID-19, de gripe y de otros virus respiratorios. En el momento actual estamos muy preparados y con una sola muestra de una reacción podemos detectar 23-24 virus diferentes a la vez.
A nivel de laboratorio es difícil que se confunda.
Ha hablado de que el pico de la gripe podría llegar en enero. ¿Qué consejos daría a la población?
Que intente vacunarse, sobre todo las personas de riesgo, o las que convivan con estas personas. Muchas veces no nos damos cuenta de que somos personas de riesgo, no por nosotros mismos, que a lo mejor no contamos con una patología, sino porque vivimos con una persona que sí padece una determinada patología. El consejo más importante pasa por intentar acabar con todas las vacunas que tengamos, si hay que pedir más hacerlo, y más allá de la campaña de vacunación.
La gripe puede empezar ahora y hacer el pico a finales de enero y de febrero pero no deja de circular hasta mayo o junio. Nos encontramos muchas veces con gente que se ha vacunado ahora, que tiene su protección óptima en enero o febrero y que coge una gripe, normalmente banal, en mayo. Es muy importante seguir vacunando para evitar esto.
¿La mascarilla ayuda?
Con el COVID-19 hemos aprendido que es muy importante el distanciamiento social y las mascarillas, sobre todo en interiores. No estoy nada a favor de utilizar las mascarillas en exteriores cuando hay distancia de seguridad, pero si en situaciones en las que hay gran afluencia de personas, como puede ser el centro las ciudades durante estas fechas. No se registran los condicionantes que sí que hay en interiores. Utilizar la mascarilla en estos espacios exteriores me parece una medida poco apropiada si no se especifica las situaciones concretas en las que es útil. Es necesario realizar mucha pedagogía a la gente, y no ordenar sin más.
En interiores no hay que olvidar que, en estas fechas, aunque estemos con nuestra familia en cenas y reuniones, hay que extremar las precauciones porque ahí bajamos la guardia y es cuando podemos contagiar a nuestros seres queridos. Con esto controlaríamos COVID-19, gripe y cualquier otro virus respiratorio.
El pico de la gripe, por lo que apunta, puede llegar en enero, el del coronavirus y la sexta ola puede que también… ¿Puede ser una mezcla explosiva?
Todo apunta a ello porque están subiendo los casos del coronavirus, también los de los virus respiratorios y está queriendo subir el de la gripe. La incidencia en el caso de esta última sube y baja. Podemos encontrarnos ante una situación compleja para el sistema sanitario. Identificar COVID-19, el resto de virus respiratorios y gripe a la vez puede producir una gran sobrecarga en este sistema con profesionales que están muy cansados tras dos años de pandemia.
¿Este año ya ha habido hospitalizaciones por gripe en Castilla y León?
Sí y es normal. Igual que cuando se detectó el brote inicial de coronavirus en Wuhan. Lo primero que se detectaron fueron casos de neumonía causada por el COVID, en el caso de la gripe los casos se suelen detectar también en hospitales porque la persona que se encuentra mal de verdad acude al centro hospitalario para realizarse un test y ser tratada.
¿Cómo está el personal sanitario del Hospital Clínico tras estos casi dos años de pandemia de coronavirus?
Está cansado porque hay mucha carga de trabajo. Yo, sobre todo, hago mención a mis compañeros de Microbiología y del resto de especialidades que acumulan mucha carga durante estos dos años. Parece que no hay visos de que acabe en el corto y medio plazo y ven un horizonte muy complicado y difuso para que ellos puedan descansar y volver a la vieja normalidad.
Todos los científicos estamos de acuerdo en que el coronavirus se convertirá en un virus similar a la gripe en el sentido de que causará epidemias estacionales. No sabemos si antes, después de la gripe o a la vez. Se está hablando de la explosión competitiva. Los compañeros del hospital quieren algo de esperanza que les permita enfocar el futuro y ver la luz al final del túnel.
Hablando de COVID-19, se apunta que puede ser positivo que ómicron sea la variante predominante porque es menos virulenta que Delta aunque más transmisible.
De momento parece que es lo que se está viendo aunque habrá que seguir con los estudios. El problema está en ver si las vacunas protegen lo mismo o no. Pasa también con la gripe, que a medida que el virus evoluciona, las vacunas hay que adaptarlas incluyendo cepas actualizadas. Ya hay casas farmacéuticas que están trabajando en actualizar la vacuna contra el COVID-19. Lo mismo que con la gripe. Vamos a un horizonte similar. Lo deseable sería que en dos o tres años pudiéramos tener vacunas de gripe y COVID-19 a la vez para que de un solo pinchazo protegiéramos de las dos cosas.
Después del día a día, ¿Les da tiempo para estar metidos en algún proyecto?
Además de la vigilancia, porque el Centro Nacional de Gripe lo que hace es cumplir con su principal objetivo que es la vigilancia de gripe y COVID-19, trabajando con la OMS y con la Consejería de Sanidad en ese aspecto, también tenemos proyectos, centrado alguno en la serología.
Por ejemplo, estamos llevando ahora a cabo un estudio con Renault para analizar la protección frente a la gripe y el coronavirus en los trabajadores. Hemos incluido casi 1.000 trabajadores y los resultados están siendo muy interesantes porque hemos analizado anticuerpos ante COVID-19 y gripe antes de las vacunas, aunque de momento son preliminares. Vamos a analizar, a partir de enero, los anticuerpos que haya tras esa dosis contra la gripe y cómo han evolucionado los anticuerpos ante el COVID-19. De esta forma vamos a conocer el efecto de la vacuna de gripe, pero también que porcentaje de población se ha expuesto a la COVID-19 en Navidad, o si aquellos que hayan recibido la tercera dosis han aumentado su carga de anticuerpos, y por ende su protección. También vamos a hacer otra toma a los seis meses para evaluar la duración de los anticuerpos frente a la gripe y el coronavirus.
Hay muchas cosas que todavía, en población adulta, no se ha hecho. Llevamos mucho tiempo trabajando con residencias de ancianos o con la Dirección Nacional de Salud Pública para evaluar la respuesta en mayores de 65 años, pero en gente joven y trabajadora faltan muchos datos de cómo se comporta tanto la gripe como los coronavirus.
Además, llevamos otros proyectos con diferentes servicios como pediatría, así como con el IBGM (Instituto de Biología y Genética Molecular) en Valladolid para diseñar fármacos antivirales. A pesar de la pandemia, la ciencia no para y tenemos abiertas varias líneas de investigación muy interesantes.