El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha asegurado que al Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento le "honra" la actitud de pedir disculpas y "asumir su error" por el 'retuit' de un mensaje en el que se instaba a "tomar el Consistorio" y "acabar con el alcalde al estilo Mussolini", pero ha añadido que cree que no va a "perdonar nunca" que llevaran a los juzgados el viaje en yate con su amigo el empresario vasco Sergio Zaitegui.
Así lo ha señalado Óscar Puente en una entrevista concedida a Europa Press, en la que ha analizado las distintas polémicas y críticas que se ha encontrado a lo largo de 2021 por parte de algunos partidos de la oposición municipal y ante las cuales ha aseverado que no está dispuesto a "cambiar de vida".
El alcalde socialista ha rechazado emprender la vía judicial por el mensaje que publicó un usuario de Twitter el pasado 19 de noviembre y que fue retuiteado por la cuenta oficial del Grupo Municipal Popular, ya que ha considerado que el PP adoptó "una actitud que les honra, han pedido disculpas y han asumido el error".
Así, ha reflexionado que si quedan 18 meses para las elecciones municipales de 2023 le gustaría "tener un poquito más de tranquilidad y no estar todo el día con este tipo de situaciones" por lo que espera que no se repitan. En cualquier caso, ha apostillado que "los más perjudicados son ellos porque han quedado fatal y ha advertido que "ellos verán si lo que quieren es alimentar a Vox".
También ha lamentado que con ese tipo de actitudes también sale "perjudicada al final la convivencia" porque cuando la política seria "se desprestigia a sí misma, la convivencia se deteriora".
El primer edil también se refirió, a preguntas de Europa Press, al caso de su viaje en yate, pagado por el empresario vasco Sergio Zaitegui que unos meses antes, al inicio de la pandemia, había sido adjudicatario --una de sus sociedades-- un contrato de suministro de EPI.
El asunto fue denunciado ante los tribunales por la asociación Juristas Españoles Pro Lege pero según Óscar Puente lo hicieron con la documentación que le aportó el Grupo Municipal Popular al respecto del contrato y el viaje. Finalmente, la querella fue desestimada y archivada por un juzgado vallisoletano, lo que se confirmó hace unos días con la resolución del recurso, contraria a los demandantes, por parte de la Audiencia Provincial.
"Me duele mucho que se intentaran aprovechar de eso de una manera tan desleal y es algo que creo que no voy a perdonar nunca", ha enfatizado Puente al hacer balance de dicha actuación judicial.
En su opinión, la última resolución supuso "un varapalo muy serio para el PP", porque ha recalcado que el organismo judicial "no solo" dijo "que no hay base para investigar la actuación, sino que además la acción está llena de mala fe y persigue intereses espurios", lo que "deja muy a las claras el trazo grueso de la estrategia que están siguiendo".
Puente ha reprochado que la oposición vaya al Juzgado "a ver si suena la flauta sabiendo perfectamente que no hay nada detrás de lo que afirman".
Además, en este caso ha insistido en que le duele porque ha recordado que durante los primeros compases de la pandemia considera que actuó con la oposición "con una actitud de máxima confianza mutua", ya que se reunían y se hacían "cómplices de todo". Por ello, cuando no había EPI explicó a los representantes de los grupos de manera "totalmente transparente" que "tenía una opción, que era un amigo y que no quería problemas".
"Nadie puede decir que eso no es cierto, de hecho, hubo al menos un portavoz, el de Ciudadanos --Martín Fernández Antolín-- que ha tenido la hombría de bien, de reconocerlo con pelos y señales", ha señalado.
En cualquier caso, Óscar Puente ha enfatizado que los datos de su biografía "dejan claro" que no es "de los que se canse ni de los que se rinden" pues ha explicado que ha sido elegido secretario provincial del PSOE "21 años" después de la primera vez que se presentó al cargo y que desde la primera ocasión en que concurrió a unas primarias para ser alcalde hasta que lo logró en 2015 pasaron 14 años.
"Daño" personal y a su familia
"Me acosan en las redes, me acosan mi vida personal y me acosan en los juzgados. Pues el resultado ya lo conocen. No me voy a rendir ni me voy a cansar, voy a seguir adelante hagan lo que hagan. Obviamente han hecho cosas que me han hecho daño y que me han hecho pasar mal, malos ratos y malos momentos y han producido daño a mi en mi vida y en mi familia", ha reflexionado el regidor vallisoletano.
Sin embargo, ha añadido que ya asumió que ser alcalde socialista en Valladolid "no iba a ser el muy cómodo" porque entiende que "aquí la derecha cree que esto es su cortijo que tiene un derecho adquirido por naturaleza de gobernar en esta tierra", por lo que cree que a él le han visto "como un okupa" desde que llegó a la Alcaldía.
Elecciones en 2023
Esta posición, a su juicio, dará "mal resultado" al Partido Popular, para el que ha pronosticado un "varapalo muy serio, más que el que ya tuvieron en 2019" en las elecciones de 2023.
Todo ello, ha añadido, por las políticas que han llevado a cabo durante estos cuatro años y los cuatro anteriores "sin propuestas, sin ideas, sin trabajo", en una actuación "absolutamente desnortada". A ello ha sumado la opinión de que esos comicios municipales se celebrarán 'solos' sin autonómicas ni generales, por lo que no habrá "Pedro Sánchez, ni Junta" ni otra cosa que "tape" el discurso del PP.
Finalmente, ha defendido que ante todas estas polémicas el se niega a "a cambiar de vida" porque en primer lugar ha apuntado que tiene aficiones que ya tenía antes de llegar a la política, como esquiar, algo que hace "desde niño". Además, ha recalcado que no ha hecho nada ilegal, debido a que un amigo le invitó a un barco y, en su opinión, eso no tenía "nada que ver" con su gestión pública.
Además, ha recalcado que en el Ayuntamiento se comparta con "la rectitud irreprochable", algo que defiende que ha demostrado en su trayectoria.
Por el contrario, ha recordado que cuando llegó a la Alcaldía en 2015 sustituyó a un alcalde como el 'popular' León de la Riva que "se sentó en el banquillo a un mes de las elecciones" porque "se compró una casa en el inmueble de la entidad de la que era vicepresidente", algo que además costó tres millones de euros "a todos los vallisoletanos" en pleitos y por las obras que hubo que llevar a cabo para restituir la legalidad en el inmueble de la plaza de Zorrilla.
"Pero yo en mi vida privada voy, vengo, hago y deshago como a mi me da la gana, aunque tengo que observar más cuidado ahora, sobre todo porque no me dejan en paz, no hay manera de ir a ningún lado sin que me hagan una foto, sin que me dejen comer en un restaurante tranquilo, etcétera", ha apuntado antes de matizar que él trata de hacer su "vida normal" y las cosas que ha hecho "toda la vida".