Medina de Pomar ha vuelto a vivir la llegada del emperador Carlos V, tras dos años sin poder celebrarlo por la pandemia del Covid-19. La localidad burgalesa ha acogido a cerca de 500 personas que tenían ganas de celebrar y vivir el día más grande de la 'Ruta de Carlos V- El Último Viaje del Emperador'.
El Gran Desfile Imperial, que es uno de los más importantes de la festividad, ha comenzado su recorrido en la Plaza Mayor, con una comitiva castellana saliendo al encuentro de Carlos V, que llegaba acompañado del pueblo cántabro, según informa Ical.
Con una gran expectación, el emperador se dirigió a la plaza de Somovilla, donde le hicieron entrega de las llaves de la villa. Este año, si cabe, ha sido más especial ya que como adelantaba la concejala de Turismo, Nerea Angulo, a este medio de comunicación, se trata del primero como Fiesta de Interés Turístico Regional. Un "empuje" para que la gente siga yendo a la localidad burgalesa a celebrar una de sus fiestas más icónicas que te lleva mediante la recreación a 1556.
Tanto el viernes como el sábado ha habido un mercado renacentista, así como un pasacalles musical y teatralizado, una increíble exhibición de aves rapaces y mucha música. Finalizando, como no podía ser de otra forma, con un gran espectáculo de pirotécnica. En el día de hoy, ha tenido lugar la misa en la Parroquia de Santa Cruz, un pasacalles el torneo de caballeros y, finalmente, se cerrará el mercado a las 21:00 horas.
El buen tiempo ha animado a la gente a vivir esta fiesta de cerca. En esta nueva edición, como adelantó Nerea Angulo, también se ha ampliado un día más de celebración. Por ello, el viernes ya comenzaban a aparecer los primeros visitantes que tenían ganas de observar lo que ocurría en Medina; un día en el que se ha observado una gran afluencia de visitantes. Desde el Ayuntamiento esperan que se alcancen las cifras generales de 2018 en las que se habla de una asistencia de 5.000 personas.