Para el futuro vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, el discurso de investidura de Alfonso Fernández Mañueco, su futuro socio de Gobierno, ha servido para explicar “de manera exhaustiva los grandes ejes de nuestro gobierno de coalición como muchas de las acciones de Gobierno, todo con la intención de consolidar para que este gobierno sea fuerte y estable”.
Preguntado por los ataques que está sufriendo su partido ha reconocido que el “cordón sanitario es equivoco y es antidemocrático para la gente que ha votado a Vox, un partido que ha logrado sacar 13 procuradores. Censuramos lo que se vive por parte de miembros y grupos de comunicación”, ha denunciado.
Los puntos más polémicos del acuerdo son los relacionados a la ley de violencia de género y de Memoria Histórica. García-Gallardo ha querido salir de nuevo al paso para asegurar que sus nuevas leyes no vienen a cambiar nada, sino a añadir. “Añadimos una ley de violencia intrafamiliar para que tengan las mismas ayudas unos como otros. Lo que no es lógico es que un huérfano de padre y uno de madre reciban diferentes dotaciones”.
Ayudas a los sindicatos
También ha confirmado que los sindicatos van a padecer “una reducción” en sus subvenciones, pero ha añadido que se va a mantener el diálogo social. “Se puede dialogar, sin que exista una ultra subvención”. García Gallardo ha reprochado que siempre pregunten los medios de comunicación sobre los mismos temas, por eso ha adelantado que “hemos venido para solucionar todos los problemas de los ciudadanos de Castilla y León”.
Donde se ha salido del guion es cuando se le ha preguntado sobre los resultados de las elecciones en Francia. “Me parece muy bien lo que hayan votado. Si han votado así, por algo será”, para posteriormente afirmar que lo más destacado de los comicios galos es que lo que “más me alegra es el hundimiento del Partido Socialista” para presagiar que es un “anticipo de lo que le espera en España”.