La ficción ha tenido y tendrá siempre la capacidad para marcar, de una forma u otra. En particular, las series protagonizadas por adolescentes en numerosas ocasiones han terminado convertidas, por un lado en grandes éxitos de audiencia, y por el otro, en poco menos que fenómenos sociales entre los chavales, que tienen en estas ficciones un espejo en el que mirarse y sentirse identificados con las historias que narran.
Compañeros o Al salir de clases, pioneras en esto en España, otras como Un paso adelante, El internado o Los Protegidos, en este caso adornadas con otro tipo de tramas pero con la misma base de fondo, o recientemente otras como Merlí, Élite o HIT, han sido ficciones españolas muy importantes en este sentido.
Pero si hay una serie que marcó a la generación que por el ya lejano 2008 estaban inmersos en la tan temida adolescencia fue, sin duda, Física o Química. Creada por Carlos Montero, FoQ narró con gran acierto algunos de los problemas y miedos de los adolescentes de la época a la vez que hacía una radiografía, a veces un tanto exagerada pero en general muy acertada, de la juventud. Ahora, casi 10 años después de su final, la serie vuelve en forma de reencuentro.
Este reencuentro conoceremos en qué punto vital se encuentran los antiguos alumnos del Zurbarán
La excusa para a juntar a los alumnos del Zurbarán, y a algunos profesores, es la boda de Yolanda (perdón, La Yoli). A partir de este encuentro entre viejas amistades, una serie de secretos y sentimientos escondidos del pasado saldrán a la luz, poniendo en peligro el enlace.
Y hablamos de excusa porque la trama de este evento especial, al menos en el primer episodio, no es tan relevante, sino que simplemente se trata de un vehículo para contarnos lo que de verdad importa: en qué punto vital se encuentras los antiguos miembros del Zurbarán.
Este evento especial es interesante, sobre todo, porque pone el foco en la crisis de los 30. Los alumnos han crecido, al igual que los fans, y sus problemas ahora no son los mismos que con 17 años. Así, será inevitable que los que crecimos con esta serie no nos sigamos sintiendo identificados con los personajes, gracias, además, al cariño que aún guardamos hacia ellos.
La "química" sigue intacta
El guionista Carlos García Miranda y el director Juanma R. Pachón han conseguido que la química (y un poco la física, claro…) siga estando presente entre los actores y los personajes. Así, llega a dar la sensación de que este podría ser un capítulo de la serie original trasladado a la actualidad y que a pesar del paso del tiempo la naturalidad entre los amigos siga como hace años.
En estos capítulos especiales, que naturalmente tienen una factura diferente, el alma de Física o química sigue estando intacta, con sus cosas buenas y sus cosas malas, pero siendo honesta consigo misma y sin intentar vendernos algo que nunca fue. El inicio de lo que parece será un más que notable epílogo para unos personajes que enamoraron a tantas personas.
La nostalgia sigue intacta en estos episodios de reencuentro
Sin duda, lo mejor de FoQ: El reencuentro son los guiños al pasado, tanto con lo que pasó en la serie como con lo que ocurrió fuera de cámaras. Como no podía ser de otra forma, estos capítulos especiales a modo de evento llegan en este marco de la nostalgia que impera en el audiovisual desde hace unos años, y esta será su principal arma para llegar al corazón de los fans: a golpe de fotos, de la canción mítica de la cabecera...
Por todo ello, FoQ: El reencuentro no es ni más ni menos que un regalo para los fans, para aquellos cuya adolescencia empezó a formarse junto la pandilla del Zurbarán. A pesar de ciertas decisiones que no contentarán a todos, es justo agradecer que se apueste por este tipo de eventos que ponen en valor a esa ficción española que hace unas décadas también era importante, a pesar que su imagen no fuera tan positiva como lo es en la actualidad.
A pesar de todas las quejas de asociaciones de padres y de las críticas, FoQ fue una serie muy importante, que trató de forma muy acertadas temas como la homosexualidad en los institutos y que también habló de problemas como la bulimia o el consumo de drogas. Ahora, los que pasaron por todo ello son adultos, y ya no hay nada de esto aquí, solo la emoción de volver a verse y la emoción de nosotros por volver a verles.