El pasado 15 de diciembre un individuo se coló en la finca Cantora, propiedad de Isabel Pantoja, e hizo numerosas fotografías y vídeos del estado de de la misma. Unas imágenes que Sálvame emitió en el programa de este 29 de diciembre y que acompañó con el relato del propio asaltante, que aseguró que apenas hay medidas de seguridad en Cantora.
El programa ha dedicado parte de su tiempo a relatar cómo cualquiera puede entrar en Cantora pues “no tiene ningún sistema de vigilancia” y cómo hay “una cancela, siempre abierta” y otra con “un candado de nada”. Del mismo modo, narraron cómo en otra parte hay “unos barrotes fáciles de escalar” e incluso rescataron unas imágenes del día anterior, el 28, en el que se dibujó un croquis de cómo se puede entrar en Cantora. “Puertas en malísimas condiciones que cualquiera puede abrir, un camino sin vigilancia por el que cualquier intruso puede acceder al hogar de Isabel Pantoja” relataba el programa, acompañando la locución de fotografías de la finca.
Un experto en seguridad, que mencionó el nombre de su empresa, recomendó poner en cantora medidas como un lector de matrículas en la entrada, cámaras de reconocimiento facial o la instalación de puertas automáticas, pues insistió que “se corre riesgo” al tener que abrir determinadas cancelas a mano, teniendo que bajarse del coche.
Alguno de los colaboradores criticó que esas fotos del asalto se hiciesen públicas, y en ese sentido, Nuria Marín, presentadora de Sálvame en ese día, aclaró que “esas imágenes que nos han llegado al a redacción y no han tenido ningún tipo de contraprestación económica” y quiso cambiar el foco de la información. “De qué queréis hablar, de que hayan entrado en la casa o de cómo estaba la casa”.
Entonces pronto empezaron a hablar de la dejadez de alguna de las instalaciones, en las que hay coches en mal estado o abundantes cajas. “A mí me parece preocupante que aquello sea un estercolero, si Paquirri levantase la cabeza y viese la finca en ese estado iba a pegar unos gritos tremendos”, valoró Kiko Matamoros.