Fue el tema del día en Sálvame. El programa de Telecinco cebaba durante toda la tarde la identidad de una mujer muy famosa que habría ejercido la prostitución. “Esta mujer tiene una doble vida. Se dedica a la profesión más antigua del mundo”, fue el comentario recurrente.
Durante toda la tarde se fueron sucediendo este tipo de afirmaciones, que iban calentando a la audiencia hasta que llegara la hora de desvelar su identidad. “Es una mujer valiente, creo que va a dar la cara, y que incluso puede que se siente en este plató para dar explicaciones y decir por qué se decidió a hacerlo. No estamos hablando de una vez esporádica, es su profesión", aseguraba Kiko Hernández.
Pero al final, el programa daba un paso atrás, el tono se recrudeció, y lo que empezaron como pistas para que los espectadores se hicieran una idea de la identidad de esta mujer, acabaron en comentarios cercanos al chantaje.
“Tiene que ser complicado que tu familia no lo sepa y que de pronto tu entorno se entere sin haber tenido un minuto para contarlo. Lo normal sería que esta mujer llame a la dirección del programa y pida ese tiempo para explicárselo", argumentaba el presentador, dándole así margen a esta mujer antes de anunciar la noticia "bomba".
Este "ultimátum" tierra por tierra cualquier atisbo de feminismo del programa
"Hemos recibido esa llamada, pero no de la aludida, sino de su entorno. Nos han pedido tiempo", anunciaba poco tiempo después. "Es una situación muy complicada para esta mujer. Con lo cual, este programa va a respetar parte de ese acuerdo, pero al no ser la protagonista vamos a seguir adelante con ese audio", anunciaba el presentador. Sin embargo, el programa editaba su voz para evitar cualquier idea de su identidad. Una vez más, Sálvame dejaba a medias a la audiencia.
“Ese tiempo que nos has pedido te lo vamos a dar, pero yo no sé si mañana abriremos el programa con tu imagen, con declaraciones tuyas, y preguntándote directamente”, avisaba Hernández, de forma contundente. Entre medias, numerosos comentarios de los colaboradores juzgando la tranquilidad de esta persona en esos audios. Y he aquí donde surge la pregunta: ¿Es feminista que un programa que defiende los derechos de la mujer “obligue” a una a decir que ha ejercido la prostitución?
No. Este “ultimátum” tira por tierra cualquier atisbo de feminismo en el programa. Hubo comentarios que rozaron, o atravesaron de lleno, el machismo. ¿Por qué se sigue culpabilizando a las mujeres de ejercer la prostitución y no se pone el foco en los clientes?
Y es especialmente simbólico teniendo en cuenta que el programa cuenta con una sección, M de Mujer, en la que Geles Hornedo analiza este tipo de actitudes en programas de televisión y en el propio Sálvame.
La prostitución, de nuevo la obsesión de 'Sálvame'
No es la primera vez, y probablemente no será la última, que Sálvame recurre a este tipo de informaciones. Últimamente Fani o Oriana han sido protagonistas de estos asunstos referidos a supuestos trabajos de prositución. También las famosas fiestas privadas de futbolistas ha sido tema recurrente durante estas últimas semanas.
El programa, una vez más, se enfrente a posibles multas por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), que ya en 2018 impuso a Mediaset seis multas de 1.094.000 euros por emitir contenidos en Sálvame Limón y Naranja que no eran adecuados para las calificaciones del programa. "La prostitución constituye una conducta a la que los menores no deberían estar expuesto", rezaba esta condena.
El programa no debería cruzar la línea roja del chantaje
Precisamente, durante los días en los que se trató el supuesto trabajo como prostituta de Fani, el programa, para evitar estas multas, usaba una serie de eufemismos, como Pretty Woman, para hablar de este tema durante el horario protegido y evitar cualquier tipo de sanción.
Sálvame es un programa de corazón, y como tal, informa de lo que a los famosos les sucede, por tanto es lícito que lleven esta y cualquier información. Pero la línea del chantaje, y en el tono en el que se cruzó ayer, debería ser una línea roja. Desde luego, Geles Hornedo tiene trabajo la próxima vez que acuda al plató del programa.