Esta noche se emite la gran final de la octava edición de MasterChef. Ana, Andy, Iván, Alberto y Luna lucharán por convertirse en el vencedor, al menos, de cara a los espectadores. Y es que, como le ocurre a tantos talent shows que son grabados y editados, el nombre del ganador ya se conoce, pero se guarda bajo llave. De hecho, suele conllevar una sanción si se da a conocer antes de tiempo.
Los concursantes se enfrentan a una multa de 100.000 euros si revelan el ganador
Sobre cómo lo hacen para guardar silencio, José Mari, que se quedó a las puertas de la final, explicó hace unas semanas por qué se guarda tan bien silencio.“Es muy sencillo, una cláusula de 100.000 euros es el mejor de los motivos. No me la voy a jugar. Es difícil saber quién ha ganado y no poderlo decir. No lo sabe ni mi pareja”, confesaba.
No obstante, MasterChef y otros formatos similares (La Voz Kids, La Voz Senior, Masters de la Reforma, Maestros de la costura…) se pueden enfrentar a muchos inconvenientes para mantener ese secreto.
Por ejemplo, en el ámbito internacional, hace meses que circula por Reddit cuál es el orden de eliminación de la actual temporada de RuPaul’s Drag Race: All Stars, y de momento los pronósticos se cumplen. Más curioso fue la forma en la que se reveló quién ganaría la edición de 2018 de ese mismo concurso. Los muñecos Funko Pop! Anunciaron el lanzamiento de tres figuras: la propia RuPaul, Alaska, ganadora de All Star 2, y Trixie Mattel, que hasta entonces no era más que una concursante de la séptima temporada que no tenía gran tirón. Cuando su nombre se anunció para el cast de All Stars 3, el público tuvo claro por qué se había lanzado su muñeco. Ella sería la ganadora.
Dejando a un lado a los fans, los programas cuentan no solo con el compromiso de los concursantes y del equipo en no revelar quién gana, sino también con la complicidad de los periodistas, que aunque sepan (sepamos) quién se lleva el premio lo guardan para no reventar el espectáculo a La 1 ni a ninguna otra cadena de televisión.
Hace unos días, sin ir más lejos, se publicó durante unas horas en Wikipedia quién es, presuntamente, la persona que gana MasterChef 8, aunque la mayoría de los medios han (hemos) preferido no hacerse eco, primero por la falta de fiabilidad, y segundo, por respeto al formato.
Un lanzamiento editorial antes de tiempo
Dejando la Wikipedia a un lado, a veces pasan cosas que se salen de todo pronóstico, como cuando el sello Planeta anunció en 2016 el libro de cocina de Virginia, cuando todavía no se había emitido la final. Estaba claro que la ganadora sería la andaluza.
En la web de Planeta ya anunciaba el lanzamiento "próximamente" del libro del ganador, pero si se pinchaba en el enlace, ya se descubría quién lucía el delantal blanco.
Cuidado con lo que se publica en las redes sociales
En la tercera edición de MasterChef Celebrity, las redes sociales ayudaron a los fans del programa a descubrir quién sería la ganadora. Tres semanas antes de la final, los jueces Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz posaban junto a Ona Carbonell en una cena en el restaurante ABaC, en una foto que en sus redes sociales fue descrita como “una gran cena homenaje a alguien muy especial”.
Por si quedaban dudas, el día de la final Carmen Lomana organizó una fiesta con casi todos los participantes de la edición. En un momento dado, Paz Padilla, finalista del formato, decía “esta es la foto que voy a poner al final, con la ganadora” señalando que ella misma no era la vencedora. Más tarde, la propia se escuchaba a la anfitriona decir que Ona era la vencedora.
Una promo poco acertada
Los fans de los cocineros analizan cualquier detalle que le inviten a descubrir de antemano quién gana, como ya hemos comprobado con Ona Carbonell. Y no podemos olvidar cómo en el año 2017 se promocionó la gran final con un vídeo en el que se veía cómo los concursantes felicitaban al ganador tirándose encima de él.
A aquella final llegaron Miri, Edurne, Nathan, Jorge y Elena. De forma automática se descartó que los compañeros se fuesen a tirar encima de alguna de las mujeres (sobre todo, de Edurne, que tenía 65 años). Y tampoco encajaba esta celebración con los modales de Nathan; así pues, solo podía resultar ganador Jorge Brazález, que fue lo que finalmente ocurrió.
Tamara Falcó, ganadora de 'MC Celebrity'
El periodista que presume de fuentes
Antes hablábamos de la complicidad de la prensa con los formatos de televisión, para no revelar el ganador; eso es lo habitual, pero no ocurrió así con la última edición del Celebrity. En un artículo de El Mundo publicado el día 25 de noviembre de 2019 Jaime Peñafiel hablaba de diversos temas, entre ellos, el talent culinario de La 1. “Dicen que la sanción por revelar el número del ganador o ganadora de MasterChef es de 100.000 euros. A pesar de ello, yo lo sé. Será una grandísima sorpresa. Mi querida amiga Isabel intentó que se lo dijera. A lo mejor, ella también lo sabe. Ya falta menos para que se haga público el número de la ganadora de MasterChef Celebrity. ¡¡¡Qué gran sorpresa!!! ¡No para mí ni para su madre...!”, escribía el periodista.
Así, dejaba claro que la ganadora sería una mujer. Y sin mucha dificultad, se comprende que esa amiga Isabel que ya sabe quien gana es Isabel Preysler, la madre de Tamara Falcó, una de las aspirantes que todavía quedaba en el concurso.
En ese sentido, hay que recordar cómo Aruser@s, en las mañanas de laSexta, solía todo lo que sucedía en MasterChef e incluso ofrecían imágenes de los mejores momentos. Pero justo en la final de MasterChef recibían una notificación.
En laSexta callaban quién ganaba, pero Jaime Peñafiel tuvo que insinuarlo en un periódico
“Llevamos años y años poniendo las mejores imágenes, pero de forma inesperada se nos ha prohibido emitir los contenido de la final” explicaba Alfonso Arús al respecto, que sin querer criticar la decisión, aclaraba “hemos hablado siempre bien, en positivo del formato, desde la admiración”.
Por su parte, Angy Cárdenas hizo hincapié de cómo el programa ha respetado al formato de la competencia. “Sabíamos que ganaba Tamara y estábamos todos calladitos, ni mu”, señalando que se respeta esa complicidad con los compañeros a pesar de ser de diferentes grupos de comunicación.