Al ser un programa grabado, Masterchef corre el riesgo de que se desvele parte del contenido antes de que se emita en televisión. Para evitarlo, la productora añadió una cláusula en los contratos de los participantes del concurso para evitar que filtren el nombre del ganador o su fecha de expulsión antes de tiempo. Según ha confesado uno de los concursantes de esta edición, si se revela esta información, tendrían que pagar una multa de 100.000 €.
En el caso de esta octava temporada, aunque quedan varios episodios por emitir, el último programa ya fue grabado, por lo que algunos de los concursantes ya conocen el nombre del ganador.
Ha sido José Mari, uno de los aspirantes actuales, quien ha explicado por qué no pueden adelantar información de los que ha pasado en el programa culinario. "Es muy sencillo, una cláusula de 100.000 euros es el mejor de los motivos. No me la voy a jugar. Es difícil saber quién ha ganado y no poderlo decir. No lo sabe ni mi pareja", ha confesado en una entrevista para el periódico Última Hora.
Además, según ha explicado el concursante, tampoco puede avanzar cómo ha sido su trayectoria en el programa, ya que en las entregas emitidas todavía sigue en el concurso: "Estoy muy contento con mi participación, pero no voy a decir cómo he quedado", ha dicho.
Con la polémica repesca de la semana pasada, el talent ya pasó el ecuador de esta edición, por lo que ya queda menos para la final. Recordemos que Carlos, quien se quedó a las puertas en el casting final, fue el elegido para incorporarse a las cocinas. De esta manera, el jurado decidió hacer algo diferente y dar la oportunidad a una persona que no pasó la prueba decisiva.