George R. R. Martin, en una de las presentaciones de 'Juego de Tronos' (HBO)

George R. R. Martin, en una de las presentaciones de 'Juego de Tronos' (HBO)

Televisión

La cuarentena lleva a George R.R. Martin a intentar acabar 'Vientos de invierno'

El escritor aprovecha el aislamiento para avanzar, por fin, la última novela de ‘Juego de Tronos’

20 marzo, 2020 11:01

El coronavirus reporta contadas noticias buenas, pero hoy la cuarentena ha dado una grata alegría a los seguidores de Juego de Tronos. Recluido en su casa de Nueva México, George R. R. Martin ha dejado caer en su blog, con su misterioso estilo, estar centrado en la escritura de la sexta entrega de su saga literaria adaptada por HBO, la ficción más laureada y vista de la historia de la televisión.

Aprovechando el cese de sus dos actividades empresariales, Jean Cocteau Cinema y Stagecoach Foundation, el novelista estadounidense quiso tranquilizar a sus millones de fans sobre su estado de salud. "Para todos aquellos que puedan estar preocupados por mí… sí, soy consciente de que estoy entre la población más vulnerable, dada mi edad y condición física", confesó el autor.

"A decir verdad, paso más tiempo en Poniente que en el mundo real, escribiendo todos los días"

"Me siento bien en este momento y estamos tomando todas las precauciones. Estoy solo en un lugar remoto y aislado, atendido por uno de mis empleados y no voy a ir a la ciudad ni a ver nadie", continuó el guionista de 71 años. "A decir verdad, paso más tiempo en Poniente que en el mundo real, escribiendo todos los días", añadió, confirmando así la buena nueva para los que esperan desde hace años la sexta entrega de Vientos de invierno.

Asimismo, el productor adelantó que la situación en los Siete Reinos es muy sombría, pero no tanto como puede llegar a ser la realidad. "Viendo las noticias, no puedo evitar sentir que ahora todos vivimos en una novela de ciencia ficción. Pero no lo es, por desgracia, el tipo de novela de ciencia ficción en la que soñé vivir cuando era niño", se lamentó Martin. Ese universo imaginario de la niñez tenía "ciudades en la Luna, colonias en Marte, robots domésticos programados con las tres leyes y coches voladores", indicó.

El escritor confesó la desazón que le generan las historias de pandemia y se despidió de sus lectores con la esperanza de pasar este trance sanos y salvos. "Cuídense bien, amigos. Mejor prevenir que curar", escribió como despedida.