La aventura de Supervivientes 2020 arrancaba hace una semana prometiendo ser la edición más extrema y, de momento, parece ser cierto. Durante el día de ayer, los concursantes fueron evacuados de los Cayos Cochinos por un fuerte temporal que se prevé que dure hasta el domingo. No recuerdo otra tormenta similar en las ediciones recientes, a excepción de la que vivieron en Supervivientes 2018.
Hacer una gala de casi cuatro horas sin moverte de la Palapa puede resultar aburrido
Quizás, debido a esta tormenta y a las pocas horas de sol en Honduras, la gala resultó algo monótona y aburrida. Le restaba aquello que caracteriza al reality de supervivencia: los trepidantes juegos en la arena o en el mar caribeño, puro ADN de Supervivientes. Y hacer una gala de casi cuatro horas sin moverte de la Palapa puede resultar aburrido. Veremos cómo avanza la edición.
El plato fuerte de la noche fueron las imágenes de Hugo Sierra e Ivana. O eso quisieron vendernos. Y lo siento, pero no lo compro. Esto huele... y desde España. No sé si nos toman por ingenuos, si se creen que es la primera vez que vemos este tipo de tramas, o no sé a qué quieren jugar. Pero es tan previsible que parece insultante. Y lo peor que podría pasarle al concurso es que esta pseudotrama se convierta en el eje central de la edición, así como sucedió con Adara en GH VIP 7.
Y es, tal y como escribimos durante El tiempo del descuento, esto podría marcar un precedente para futuros realities si compramos un montaje pactado. Nunca debemos anteponer la mentira a la verdad en un reality, por muy deseosos de tramas que estemos. ¡Y es que lo han hecho tan descarado! ¡Oh, milagro! ¡Ha surgido el amor en cuatro días! Y, casualmente, comparten exparejas. ¡Vaya por Dios!
Tras la primera ceremonia del televoto de la edición, el público decidió expulsar a Yiya y Vicky Larraz. Rocío Flores se alegró de la expulsión de Yiya sin saber que la extremeña sigue concursando, pero en otra playa: la playa Desvalida. Allí irán los concursantes expulsados.
Con la expulsión a medias de Yiya perdemos una gran generadora de contenidos, aunque a veces le pierden las formas y el contenido. Si Yiya aprendiera a dosificarse, podría ser una gran rival y podría llegar lejos en el concurso.
Ya era hora de que Christian ganara algo
También disputaron un nuevo juego de rango en el que Christian Suescun consiguió arrebatarle el trono a Hugo, que a regañadientes le cedió el testigo. El hermano de Sofía Suescun parecía tanto un niño estrenando zapatos que ni quiso ni sentarse. Supongo que tener una hermana ganadora de los dos mejores realities de este país, influye. Y, tal y como le reprocha Maite Galdeano, ya era hora de que ganara algo.
Uno de los mejores momentos de la gala fue el nombramiento del líder de los siervos por parte de Suescun. Quiso que fuera Hugo porque sabe liderar el grupo, pero fue Antonio Pavón el elegido. Y, tras unos minutos acariciando el liderazgo, Christian se lo arrebató para dárselo a Alejandro Reyes. El navarro se marcó todo un plot twist. Y porque la gala acababa, que si no Christian podría haberle quitado el liderazgo y habérselo dado a un garífuna.
En la próxima gala volverá a haber doble expulsión y los candidatos son Jaime Ferre, Bea Retamal, Rocío Flores y Antonio Pavón. Tengo ganas de ver quién salva la audiencia. Antonio y Bea hacen buen dúo y ayer lo demostraron cuando el torero le preguntó a la ganadora de Gran Hermano 17, a modo de ironía, que a quién había nominado y ésta le respondió a modo de zasca: "¡A ti!" Y es que, ¡para qué preguntas, Antonio!