Este jueves se emite en Movistar+ el último episodio de la serie documental El Palmar de Troya, que a través de cuatro capítulos ha recogido cómo en los años 60, en una pequeña pedanía sevillana unas niñas aseguraron ver a la Virgen María. Y cómo se creó allí un gran movimiento religioso que terminó desembocando en una secta, la Iglesia Palmariana de los Carmelitas de la Santa Faz. Un movimiento liderado por Clemente Domínguez (que se autoproclamó papa como Gregorio XVI) y que según sus fieles, está llamado a continuar el legado del Vaticano, que habría sido tomado por herejes.
Como ya analizó este portal, la producción de de 93 Metros y 100 balas mezcla recreaciones, imágenes de archivo nunca vistas y testimonios de algunos protagonistas. En ese sentido, destaca cómo se da voz a antiguos miembros de la secta, pero también a defensores, e incluso, a gente que comenzó a ir al Palmar a rezar antes siquiera de que Clemente pasase por allí.
Así, el documental recoge, sin juzgar, el testimonio de vecinos que aseguran que allí pasó algo sobrenatural, que nada tiene que ver con la actual secta. Que en El Palmar se aparecía realmente la Virgen, que acudía con el niño Jesús a visitar a los devotos. Que los videntes acunaban a Cristo recién nacido entre sus brazos, y que aunque no veían nada, notaban el peso y la forma de un bebé real.
Cómo la televisión daba cuartel a los videntes
España es un país de gran tradición católica, y durante el siglo XX muchas fueron las ciudades en las que, presuntamente, se apareció la Virgen María, en lo que parecía una continuación de Fátima o Lourdes. Ahí se puede mencionar El Palmar de Troya, pero también Garabandal en Cantabria, El Repilado en Huelva o El Escorial en Madrid.
Las televisiones estaban sedientas de noticias, y dedicaban tiempo a entrevistar a los presuntos videntes; de ahí que en la serie de Movistar haya tantos testimonios de Manuel Alonso Corral (futuro antipapa Pedro II, ya fallecido) narrando las virtudes de su movimiento religioso.
Durante años, siempre se habló de las apariciones con pudor, con miedo a herir sensibilidades. Sin querer decir que aquello es mentira, o al menos, solo la verdad del que afirma haber tenido visiones.
Por ejemplo, a mediado de los 90, en el programa ¿Qué pasó con…? Consuelo Berlanga llevó al plató a la joven Alba Bermúdez, quien cuando era una niña en 1987 aseguró haber recibido la visita de la Virgen de Fátima en el núcleo de El Repilado, en Jabugo, Huelva.
Allí, ya convertida en una mujer, Alba afirmaba que esperaba una nueva visita de la Virgen, aunque se negó a revelar el secreto que la madre de Jesús le dijo en su aparición. “No puedo decir si fue bueno o malo, porque si no voy descubriendo el secreto”, decía ante las cámaras.
Aún así, la propia vidente admitía que su presunta revelación divina fue tal que se le fue de las manos a ella y a su familia. “Quiero que aparezca, pero no va a ser lo mismo que antes. Si se aparece me voy a callar, por mí y por mis padres, porque lo pasaron muy mal”, se lamentaba la joven, al lado de su madre, quien admitía que una década después seguía mala de los nervios.
Clemente Domínguez en El Palmar de Troya
Y pasó a desmontar las apariciones
Poco a poco la televisión comenzó a poner en duda determinados dones de los curanderos a los que antes se dio cabida, algunos de los cuales habían causado daño a la salud de sus adeptos como el Santo de Baza. Esteban Sánchez, natural de Baza, Granada, dijo a sus acólitos que mirasen al sol que se iba a producir un milagro y la jornada acabó con más de 30 personas denunciando lesiones oculares. Hace unos años le veíamos en un programa de Canal Sur, dirigido por Toñi Moreno, en el que mostraba cómo todavía seguía con su movimiento religioso, y ejerciendo de sanador (que no curandero, según él) en su pueblo.
Especialmente interesante fue el tratamiento que el programa de Antena 3 Al descubierto dio de las presuntas apariciones de la Virgen de la Bola de Luz de El Higuerón, en Sevilla. Allí vimos cómo un grupo de fieles esperaba una santa aparición, pero todo se torció por culpa de los reporteros, que captaron cómo la vidente Carmen López disfrazada de Virgen, con un farol en la mano, corría hasta su casa al descubrir a las cámaras. Por los nervios llegó a caerse en el escalón de su vivienda, mientras su marido la tapaba con una colcha.
Mientras, en el lugar donde se esperaban las apariciones, los creyentes increpaban a los periodistas, diciéndoles que no ha habido visita celestial porque ellos estaban allí. Aunque una de las adeptas, en pleno nerviosismo, llegó a preguntar a los redactores “¿por qué nos habéis descubierto?”.
Por su parte, Equipo de Investigación ha ahondado en casos como el de las apariciones de El Escorial, que lideró la vidente Amparo Cuevas. El programa de Gloria Serra expuso las acusaciones de estafa, detención ilegal y fraude a la seguridad social que existen sobre este movimiento. También dedicó una de sus entregas a la Iglesia Palmariana, poco después de que el papa Ginés dejase la congregación.
Hasta Yurena y Juan Miguel aseguran haber tenido visiones celestiales
En la era de las fake news, en la que es fácil hacer ruido, lo cierto es que cada vez menos personas afirman haber tenido visiones celestiales como las de Clemente Domínguez, o Amparo Cuevas en El Escorial. No se difunden en la televisión esos mensajes susurrados presuntamente por la Virgen, en los que se pide oración y penitencia, como si desde que hay móviles e Internet no hubiese tanto contacto entre el cielo y la tierra.
Eso sí, de vez en cuando, nos sorprendemos con algunos testimonios de gente que asegura haber visto a algún ser celestial. Como Yurena, la cantante que cuando se llamaba Tamara aseguró en una entrevista emitida en Telecinco que vio “a Jesucristo, le pude tocar, tenía llagas y él me daba la mano, me miraba con mucha dulzura y me ponía las manos en las llagas”.
Eso ocurrió a inicios del presente milenio, pero sin irnos tan lejos, hace solo un año, Juan Miguel Martínez dijo durante su paso por GH DÚO que vio a Jesucristo, que iba vestido “como tú y como yo” y que juntos tomaron café. Estas visitas sagradas se producían en viernes, y afirma que hasta tiene fotos con el hijo de la Virgen María, del cual destacó us “ojos especiales”. Su testimonio fue, quizá, de lo más destacado de su paso por el concurso, pues sin duda fue uno de los "muebles" de la edición.