“Este programa está para enseñar a decir: 'No has acabado. Amórrate al pilón'”
La cantante y presentadora regresa este viernes a Mediaset España para hacerse cargo de 'Mónica y el sexo' en Cuatro.
8 noviembre, 2019 12:58Mónica y el sexo, la nueva docuserie protagonizada por Mónica Naranjo que Cuatro estrena este viernes en el segundo prime time de la cadena, iba a ser algo completamente distinto cuando se concedió. Y es que, después de 16 años de relación sentimental, la cantante quería conocer cómo se vive el sexo en una pareja que lleva tanto tiempo junta.
Sin embargo, caprichos del destino, tanto ella como sus compañeros de viaje en esta aventura, los directores y guionistas, Ana Joven y Miguel Bosch, se quedaron solteros en apenas unos meses. Un cambio que les llevó a plantearse el formato de otra manera bien distinta y así darle otro enfoque partiendo de cómo una persona recuperar la ilusión y quiere vivir nuevas experiencias tras separarse.
De ahí que la cantante no tenga problema en admitir que este programa ha sido su flotador, la gran aventura de su vida. "Cuando pasan cosas en la vida que te dejan en jaque, no sabes ni cómo reaccionar. La ruptura con su marido fue algo tan inesperado que no supe reaccionar. La decepción te deja totalmente en jaque y recuperar la libido es una carrera de fondo (a mí me ha costado)".
Si tuviera que quedarse con un momento del programa ¿cuál destacarías?
Muchísimos. Los seres humanos, cuando llegamos a una edad, en torno al ecuador de la vida, que suelen ser unos 40-50 años, pensamos que la experiencia es un grado y que lo sabemos todo. Y en cuestiones sexuales sabemos poco. Yo me incluyo. Y mira que hemos viajado, hemos conocido gente... Incluso hemos hecho talleres sexuales con la sexólaga Eva Moreno en los que he visto cosas que he dicho: ¿Esto funciona así? ¿Pero esto existe? Pues sí, existen.
¿Hablas de tu propio recorrido sexual?
Sí, se habla del recorrido en la intimidad que yo he tenido desde los 18 años que tuve mi primera relación sexual hasta hoy. Yo he descubierto muchas cosas nuevas de mí y en otras me he reafirmado. Entiendo perfectamente que, si es con respeto, la gente pueda relacionarse de cualquier manera. Pero yo me he reafirmado en que a mí la monogamia me va. La monogamia me gusta, lo otro me causa mucho estrés. Sobre todo, ese secretismo que lo envuelve.
¿Te ha dado pudor hacer algo en este programa?
No, porque en mi casa siempre se ha hablado muy abiertamente de sexo.
Este programa ha sido mi flotador
Pero enseñas algo muy personal...
Para mí, el sexo es algo natural y bonito. Mis padres son muy jóvenes y han sido siempre muy abiertos a la hora de hablar de sexualidad. Tenían a tres hijos y cuando ya estábamos ahí en plena adolescencia con las hormonas con patas, tenían que informarnos de muchísimas cosas. Eso lo han hecho muy bien.
¿Cómo has cambiado tú personalmente en el transcurso del programa?
Este programa ha sido mi flotador, porque cuando pasan cosas en la vida que te dejan en jaque, no sabes ni cómo reaccionar. La ruptura con su marido fue algo tan inesperado que no supe reaccionar. El programa ya lo teníamos en marcha y a los tres meses, después de la separación, me llamaron para decirme que nos íbamos a Japón. Di gracias a Dios, porque a partir de ahí ya iba a empezar a no pensar tanto. Lo que nunca pude imaginar es que iba a vivir la gran aventura de mi vida.
¿Cómo te encuentras anímicamente después de todo lo sucedido?
Ahora estoy bien. Al final, es un duelo y los duelos llevan su tiempo. Cuando me separé, hice un comunicado y se han acercado mujeres diciéndome:' Todos los hombres son iguales'. Y no, no lo son.
¿Y está más conforme con sus relaciones sexuales ahora que cuando tenía 20 años?
Sí, pero un sí rotundo. La autocomplacencia es el inicio de toda relación sexual. Si conoces tu sexo, y sabes cómo estimularlo, y cómo llegar al punto álgido, estás preparada para compartir y para pedir. Lo que nos hemos encontrado es con chicas, mujeres y señoras que no sabían lo que era un orgasmo. Siempre nos hablaban de lo que les gustaba a sus maridos. Era un acto de amor, pero ellas no sentían nada. Luego había chicas que confesaban que no se atrevían a decirle a sus parejas que no habían acabado. Este programa está para enseñar a decir: 'No has acabado. Amórrate al pilón y acaba'.
Este programa está para enseñar a decir: 'No has acabado. Amórrate al pilón y acaba'.
¿En cuestiones vitales cómo el sexo la clave es no pensar tanto y desinhibirse más?
En mi caso, ¿sabes lo que pasa? Cuando ocurren rupturas como esta, puedes tener varias reacciones: a veces, la decepción te deja totalmente en jaque y recuperar la libido es una carrera de fondo (a mí me ha costado). Y luego tienes otras decepciones. Cada ser humano reacciona de una manera diferente. Yo creo que en la sexualidad hay que dejarse llevar y hay que confiar en la persona con la que se practica. Hay personas que tienen encuentros fortuitos, hay amigos que tienen relaciones íntimas, personas como yo que necesitan enamorarse y volver a tener esa ilusión o esa chispa que se enciende.... Hay de todo. Pero lo importante es dejarse fluir y confiar.
De las experiencias o prácticas sexuales que ha conocido gracias a este formato, ¿cuál le ha chocado más?
La japonesa. Ellos tienen una manera de ver la sexualidad un poco retorcida. Para ellos, el sexo anal no es sexo. Y dices: '¿Qué es entonces?' El porno es pixelado, aunque se consume muchísimo. Después están las sex cabins, a la que sólo pueden entrar los hombres, y que es algo que yo no comprendí y me molesté como occidente. Tanto derecho tiene una señora como un señor a consumir porno, encerrarse en una sex cabin y hacerse el pajote del siglo. Esa parte machista de la sociedad me impactó muchísimo. Las mujeres cuando cumplen los 40 años ya son viejas. Lo retorcido que es todo. Hubo una secuencia que me impactó mucho: me encontré en un sitio a una chica llena de shushi tumbada en una mesa. Usaban su cuerpo para comer. Yo lo encontré un acto abusivo, machista e incluso hasta caníbal.
¿Crees que somos avanzados en España en materia sexual?
En el fondo, no hay país avanzado. Hay mucho desconocimiento y eso es algo que nos hemos encontrado. Da igual la cultura, creemos que lo sabemos todo, creemos que el fin es el orgasmo y no. Es un más a más, pero las relaciones sexuales son más cosas.
Se habla mucho últimamente de la educación sexual de nuestro adolescentes y el abuso de la pornografía. ¿Cómo crees tú que está la educación sexual en España?
Por eso lo hemos hecho. A día de hoy el consumo de pornografía se ha disparado muchísimo, porque hay un libre albedrío. Tú entras en las páginas con una facilidad tremenda y los chavales de 15 años piensan que esa es la sexualidad sana. No, esa es sólo una parte de la sexualidad. Hay mucho más. Así pasa que llegan a los 18 años, están aburridos y cansados de todo, y empiezan los problemas de impotencia o de falta de libido. Eso nos lo hemos encontrado. En la vida, todo se tiene que vivir en su momento.
El sexo explícito que hemos visto no lo hemos grabado
También se da una perspectiva machista de la sexualidad...
Sí, pero no podemos culpar sólo a la pornografía de estas cosas, también hay temas educacionales detrás. Yo antes de comenzar esta aventura vi mucho porno y vi muchas prácticas sexuales. Hay de todo en la pornografía y también hay sexo muy chulo, muy estimulante y muy sano. Al final, entre cuatro paredes, sólo dos personas -o alguna más- saben lo que pasa.
¿Hay material que hayáis grabado y que no se va a emitir?
Sí, hay mucho que no hemos podido emitir.
¿Cuáles han sido los motivos? ¿Por explícito?
Por explícito no. El sexo explícito que hemos visto no lo hemos grabado. A los lugares a los que hemos ido no les importaba, pero nosotros no hemos querido hacerlo. Lo hemos vivido, lo hemos comentado, pero no grabado, como cuando entramos en Brasil a un cuarto oscuro.
¿Te ha hecho ser más atrevida?
Sí, sí. De hecho me pone ser voyeur. El día que entré en el cuarto oscuro dije: 'Hostia, esto mola'. Realmente veíamos personas a contraluz, gemidos... Y estábamos Ana y yo agazapadas. Recuerdo que le dije: 'Vamos a agacharnos que cómo alguien me toque le meto una hostia'. (Ríe). Pero fue algo bello lo que vimos. Vi a una mujer con cinco hombres y ella dando instrucciones. Era algo bonito.
Ha dicho en entrevistas que ha probado la viagra femenina...
¡Cómo una burraca me puse! ¡Qué horror! Y qué efectivo... Los sinvergüenzas de los guionistas son unos gamberros y descubrieron que en el centro de Río de Janeiro hay un mercadillo donde hay un boticario que la hace él mismo de forma natural. El señor me llenó un vasito pequeño, me lo tomé y yo estaba convencida de que no me iba a hacer nada. Estaba súper amargo. Me dijo que había que esperar 76 horas y me lo tomé diciendo: 'Os han timado'. Pues no fueron 76, fue a las 48. Me pilló mientras participaba en un concurso de samba. Y la samba...
¡Cómo una burraca me puse al probar la viagra femenina!
¿Qué imagen suya cree que se va a ver en pantalla? ¿Será la nueva Elena Ochoa?
No, nosotros hemos intentado acercar al público la sexualidad con mucho humor y mucha fluidez. Elena Ochoa es una gran doctora y conocedora de estos temas. Nosotros buscamos que la gente descubra que existen prácticas sexuales muy chulas, muy sanas y que les pueden molar. Yo he descubierto algunas. Hubo un día, saliendo de un antro brutal en Japón, a las 3 o 4 de la mañana, que Ana me arreó con una pala de esas sado y dije: '¡Hostia, cómo pica! Uy, ¡pero cómo mola! A ver, dame otra vez'. (Ríe).
¿Te preguntan ahora más tu círculo cercano sobre sexo?
Sí, me preguntan, pero yo las derivo siempre a Eva Moreno [la sexóloga del programa]. Con ella hemos descubierto mil cosas. Yo si en el futuro tuviera alguna duda, voy a ella sin duda. Los sexólogos son grandes desconocidos. La sociedad no les da la importancia que se merecen. Yo, después de lo que me ha pasado a nivel personal, los recomiendo al 100%. Es magia.
¿Se animaría a seguir formándose para ser sexóloga?
Yo me sigo formando y es una profesión preciosa. ¿Quién sabe? Es muy bonita. Sobre todo, cuando sabes que haces felices a otras personas, es una profesión que te llena mucho. No te digo que vaya a montar una consulta, pero vienen las amigas y para ellas sí.
¿Lee más libros ahora sobre sexo?
Leer leo siempre, pero me mola mucho leer literatura erótica. Me pone más la literatura erótica que ver cualquier película porno. La imaginación es poder, es maravilloso.
El calificativo de diva me lo ha dado la prensa. Yo quiero ser cada vez más práctica
Comentan que en este programa ha dejado el personaje de diva. Marta Sánchez dijo que estaba cansada de Marta Sánchez. ¿Te ha pesado a ti mucho esa etiqueta?
Es que lo de 'diva' es un calificativo que me ha dado la prensa. A mí me ha encantado este programa, porque es un tipo de televisión con el que no tengo por qué ir vestida de una determinada manera, ni subirme a unos tacones de unos determinados centímetros y me ha permitido incluso ir con la cara bastante lavada. En una rueda como hoy, la ropa ahora mismo me da bastante da igual. Yo en una gira estoy consciente del tecnicismo. No me hablas de ropa. Y conforme pasan los años, más, porque el ser humano lo que quiere es ser cada vez más práctico. Ya tenemos bastante.
Hace una semanas anunciaba en redes un nuevo programa de televisión, A dúo. ¿En qué fase se encuentra el proyecto? ¿Tiene ya cadena de emisión?
Estamos construyéndolo. Hemos grabado el piloto y ahora estamos montándolo. No tiene cadena aun. De momento, estamos construyendo algo muy bonito.
Lo que sí se verá en Mediaset será La isla de las tentaciones...
Está a punto de estrenarse, pero no sabemos cuándo. Para mí ha sido el primer reality y ha sido toda una experiencia. ¡Joder lo que ha pasado en la isla! A veces, la realidad supera a la ficción.