Malaka se convertía anoche en el ejemplo perfecto de lo que la televisión pública debe hacer apostando por el riesgo y la innovación en el abierto. Y de momento, a juzgar por las audiencias, parece que a la audiencia le ha convencido tras promediar un 14,3% y 1,7 millones de espectadores en sus dos episodios de estreno.
Con motivo de ello, desde BLUPER hemos querido charlar con el director de Contenidos, Canales y Producción de Programas de TVE, Fernando López Puig, quien ha hablado sobre los retos a los que se enfrentan las cadenas en abierto ante las nuevas formas de consumo.
Habéis resaltado mucho de Malaka tiene un lenguaje que no es habitual en TVE. ¿Es quizá demasiado arriesgado?
Lo vemos arriesgado, sí. Pero creo que hemos dado un paso hacia el tipo de consumo que se da en plataformas y que requiere a lo mejor de más paciencia del espectador del abierto, que quiere resultados o satisfacción inmediata. Es verdad que con el episodio arrancamos con que los personajes se presentan a sí mismos con un poco más de tiempo. Es un riesgo que corremos, pero teníamos que hacerlo como cadena pública. Otra cadena quizá no lo podría hacer, pero nosotros sí podemos hacerlo porque tenemos que ir a ese tipo de lenguaje. La frontera cada vez es más difusa entre los consumos y nosotros no nos podemos quedar atrás.
El thriller es un punto a favor del abierto
También tendréis que ser vosotros pacientes...
Sí, sí. Espero que haya paciencia y que si no funciona no cambiemos de rumbo. Tenemos que pensar en este tipo de contenidos. El envoltorio, el thriller, es muy apetecible.
En los últimos tiempos, de hecho, vemos mucho thriller en TVE…
Porque creemos que el thriller es un punto a favor del abierto. El policiaco funciona muy bien, viaja muy bien y es un contenido fácil de trasladar internacionalmente en nuestros canales y plataformas. Convoca muy bien al espectador. Eso de saber quién lo ha hecho sigue siendo importante. Con ese juego que es una idea básica, podemos jugar con propuestas distintas.
¿Esta apuesta por el thriller viene dada por este nuevo tipo de consumo?
Sí, eso es. Estoy pensando en la tercera temporada de Estoy vivo, que viene bastante cañera, y no deja de ser también un policiaco mezclado con lo fantástico. Mostramos personajes muy de sentimientos. Creo que Monteperdido ha dado en la clave. Era más clásica, pero nos daba las claves para ver por dónde ir. Se trata de que tu primera ventana sea atractiva y que cada semana convoques al espectador. El gran problema de la ficción en abierto es que hay expectación en el abierto, pero luego hay un relax porque la gente espera al pack completo o lo ve a la carta. Se trata de que un quinto capítulo te cree la misma expectación que el primero.
¿Esto hace que se descarte la comedia?
A nosotros nos ha costado muchísimo. De hecho creo que todavía no hemos encontrado una comedia al 100%. En la dramedia sí nos va muy bien. Todas nuestras historias tienen una carga de comedia, pero no es el mayor ingrediente. Para mí ese sigue siendo el reto. La comedia pura es a lo que debíamos ir.
En el reciente Conecta FICTION la ficción que ganó el premio de TVE fue una comedia llamada ¿Por qué desaparecieron los hombres?…
Para mí el siguiente reto es encontrar una comedia pura
Es una apuesta que hacemos. Es una comedia con carga de profundidad que habla de la igualdad de género visto desde un punto de vista de un planeta en el que desaparecen los hombres... Y eso nos parece muy atractivo porque es un contenido muy para nosotros y una idea absolutamente gamberra. Me encantaría que acabara en La 1. Tenemos que empezar a ofrecer ese tipo de ficción alternativa. No queremos dejar de ser generalistas, pero sí que haya una capa de más como cadena pública que somos.
Antena 3 quiso rescatar hace unos años Fortunata y Jacinta. ¿Se os ha pasado a vosotros por la cabeza resacatar series míticas de TVE?
Sí, muchas veces. Hemos tenido el proyecto -y todavía no está aparcado- de llevar Los gozos y las sombras a diario. El libro es mucho más extenso. Podemos revisitar las series, pero las comparaciones son odiosas. Y hay que ser conscientes de que todas esas series (Cañas y barros, Fortunata y Jacinta, La Barraca) perduran en la memoria como grandes obras que estaban confeccionadas con una producción y con unos medios y con un criterio estupendos, y eso nos da mucho respeto. Nos encantaría hacer relatos de obras que no se han llevado todavía a la pantalla.
¿Llevará Mercado Central a la salida de parrilla de Acacias 38?
No. Van a convivir las tres series. Mercado central es una serie muy cotidiana y muy moderna. No hay grandes conflictos, no hay un cadáver enterrado, no hay una gran injusticia... El folletín decimonónico lo hemos dejado aparcado para ir a historias de familia: padres e hijos, hijas que se van de casa, hermanos que no se llevan, herencias... Pero sí con esa carga emocional que mucha gente se ve reflejada.
Las cadenas generalistas necesitamos unirnos para luchar contra los nuevos consumos
Atresmedia va a estrenar series directamente en Atresplayer Premium. ¿Haréis vosotros lo mismo con Playz?
Playz está ahora muy bien situado. Estamos intentando darle contenido más arriesgado y más potente. Estamos en ese estudio de no hacer departamentos estancos, que la serie de abierto tiene su presupuesto, su contenido, pero que tampoco esté tan alejada que pueda interactuar. Lo intentamos con Cuéntame que se hizo una webserie pequeñita. Ahora queremos que vayan más de la mano.
RTVE, Atresmedia y Mediaset se han unido en Loves TV, pero parece que va a pasos muy lentos. ¿Qué tenemos que hacer en la industria para luchar contra la llegada de las plataformas?
Unirse. Tenemos una industria fabulosa. Las cadenas se van diluyendo más y sale más la marca de producto. El caso más paradigmático es La casa de papel, que es un producto español. Hay que hacer eso con todas nuestras producciones. Necesitamos un gran contenedor donde las exportemos como producción audiovisual de ficción española y que eso esté por encima de cadenas. En conjunto somos una gran potencia.