Netta en ‘La vida con Samanta’: “Eurovisión fue una competición conmigo misma”
El programa de Samanta Villar analizaba el éxito desde diferentes perfiles
17 abril, 2019 09:17Toñi Moreno, Itziar Castro o Netta, la última ganadora del Festival de Eurovisión, tienen en común el haber alcanzado el éxito y de manera un tanto abrupta. Y ese fenómeno analizó Samanta Villar en La vida con Samanta emitido este martes.
“El éxito es como un té verde. Es refrescante y te quema la lengua a veces. Todo me ha pasado a toda velocidad, mi vida antes era normal: me esforzaba por ser música en Tel Aviv, cantaba en bares. Desde que pasó todo necesité dedicarme a mi misma porqué necesitaba cuidar de mi”, ha explicado Netta Samanta.
La Israelí explicó que todo le ha pasado a demasiada velocidad. “Tenía muchos amigos y desde que pasó todo necesité dedicarme a mí misma porque necesitaba cuidar de mí. Eurovisión para mí fue una competición conmigo misma” añadía.
Netta reflexionó sobre el acoso escolar que sufrió de pequeña por tener una imagen diferente a las demás, y cómo su representante “se reía de mi porque decía que tenía un aspecto raro. Un día me escuchó cantar y me dijo que sería la más diva del mundo y que él sería mi manager”. Sin embargo, también ha comentado que si tuviese que escoger entre triunfar o ser ella misma, elegiría ser ella misma.
Toñi Moreno creyó que “profesionalmente estaba muerta”
Samanta Villar también habló con la actual presentadora de Mujeres y Hombres y Viceversa, Toñi Moreno, quien adquirió gran fama en Canal Sur, pero luego no tuvo la misma acogida cuando saltó a la televisión nacional con el formato Entre todos, cancelado tras una única temporada.
“Terminé en TVE de hacer Entre todos y me vi en mi casa. Aquello fue un centrifugado. Pensé que profesionalmente estaba muerta. Llegaba a las productoras con formatos, con guiones y veía la cara de la gente que pensaba en mí como un 'pobrecilla'”, recordó. Además, explicó cómo cuando tienes fama y te van las cosas bien recibes invitaciones y llamadas, pero si va mal “no te invita ni Dios”.