La oportunidad perdida de TVE con el caso Julen para demostrar que tiene mejores informativos

El pasado abril el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) publicaba un informe en el que constataba que el tratamiento del caso Gabriel por parte de algunas televisiones había incurrido en un sensacionalismo extremo que podría haber quebrado derechos fundamentales de personas que, circunstancialmente, se habían visto involucradas en este suceso.

El Consejo analizó casi 69 horas de contenidos de informativos y otros programas no netamente informativos de La 1 de TVE, Antena 3, Telecinco, laSexta y Cuatro en tres días clave del desarrollo del suceso: el 6 y 7 de marzo, en pleno proceso de búsqueda del menor y cuando, ante la falta de novedades, algunos medios se dedicaron a analizar la figura de la persona detenida por quebrantar la orden de alejamiento pese a estar ya excluida de la investigación; y el día 12 de marzo, posterior a la detención de la autora confesa de la muerte del niño.

De este análisis se desprendió el abultado tiempo dedicado a la cobertura de este caso, especialmente en los programas de entretenimiento de Antena 3, Espejo Público, y de Telecinco, El Programa de Ana Rosa; pero también de La Mañana de La 1, en el que el caso ocupó el 70% de su emisión en dichos días.

En cuanto a los informativos, mientras que en los días 6 y 7 de marzo, los Telediarios dedicaron una media de seis minutos a hablar del caso, el día 12 de marzo se aumentó este tiempo hasta los 16 minutos.

De ahí que en estos días, la nueva RTVE y, particularmente sus servicios informativos comandados por Begoña Alegría, hayan estado bajo lupa para determinar si, al igual que ocurría durante la etapa de José Antonio Álvarez Gundín, se aprovechaban un suceso así para arañar una décimas de share.

En lo que respecta a La mañana de La 1, del criticado 70% de su emisión al caso Gabriel se ha pasado a un 40% con el caso Julen. Así, por ejemplo, el pasado viernes, día en el que los mineros bajaron al pozo para localizar el cuerpo del pequeño, el programa presentado por María Casado dedicó algo más de 77 minutos de sus 190 minutos.

En cuanto a los informativos, mientras que durante la semana, los Telediarios dedicaron una media de 6 minutos al caso, lejos de los 20 y 30 minutos de los informativos de las privadas; ya el sábado, cuando se encontró el cuerpo del pequeño, el Telediario de la pública dedicó 16 minutos a hablar del suceso.

Ese día, además, la televisión pública decidía sacar pecho de haber sido la primera cadena en informar del hallazgo del cuepro del menor. "En su labor de servicio público, el Canal 24 Horas ha sido la primera cadena en dar en directo la luctuosa noticia, a las 02:20, de que los servicios de rescate encontraron el cuerpo sin vida de Julen. Y, desde las 02:30 horas, se mantiene informados a los telespectadores desde La 1", informaba la cadena en una nota de prensa.

El manual de estilo

RTVE es la única que cuenta con un manual de estilo para abordar este tipo de casos. Aunque no se especifica el tiempo que se le debe dedicar a este tipo de sucesos, sí se explica que, “cuando la transcendencia de los hechos obligue a mantener en antena un asunto de actualidad, RTVE primará la intervención de expertos y autoridades en la materia”. 

También dice que “los programas destinados a desmenuzar hechos que han causado impacto en la opinión pública mediante la aportación de testimonios más o menos cercanos a los protagonistas del conflicto pueden acarrear la puesta en marcha de juicios paralelos. Este tipo de formatos no tiene cabida en RTVE”.

Por su parte, la guía de buenas prácticas para el tratamiento informativo de desapariciones del Consejo Audiovisual de Andalucía dice que “tan dañino puede ser infravalorar una desaparición como informar en exceso sobre ella, rodeando la noticia de recursos deliberadamente espectaculares que hacen derivar el contenido hacia el mero entretenimiento”.

En este caso, al igual que las privadas,TVE no ha dudado en utilizar el recurso de abrir un pequeña ventana en el margen derecho de la pantalla para emitir imágenes del rescate, convirtiéndolo así en un reality.