Las televisiones se están haciendo de oro con su cobertura del rescate del pequeño Julen, contando al minuto cómo se han desarrollados los trabajos para bajar al pozo, así como con múltiples reportajes, por ejemplo sobre cómo un triciclo seguía esperando al pequeño en su casa de Málaga, o entrevistas a la vecina de uno de los mineros implicados en la operación.
Sin embargo, existe la posibilidad de que se hayan vulnerado los derechos de los familiares del menor con esta amplia cobertura, y por ello, el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) analizará el tratamiento mediático del accidente y el rescate por parte de las principales televisiones públicas y privadas, locales, autonómicas y nacionales.
Previamente, cuando otros hechos trágicos o violentos han tenido un gran impacto mediático, dicho Consejo reiteró la necesidad de que los medios de mantener un respeto absoluto de los derechos fundamentales de las personas involucradas en los mismos, como el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen.
Igualmente, la CAA ha pedido a las televisiones que se alejen del amarillismo y de convertir sucesos como este rescate en un espectáculo audiovisual, que no difundan bulos que perjudiquen a los familiares y que siempre acudan a fuentes fiables.
Cómo tratar la información que implique a niños
Para contribuir a un tratamiento adecuado de este tipo de casos a los principios básicos del periodismo, el CAA ha aprobado en los últimos años diversas recomendaciones específicas, como las Recomendaciones sobre la aparición de menores en emisiones relativas a sucesos luctuosos o dramáticos, la Guía de buenas prácticas para el tratamiento informativo de las desapariciones, o la Guía para el tratamiento de procesos judiciales en la que se incluye un apartado sobre los menores de edad.