Miércoles 23 de enero. La guerra del taxi vive su jornada más tensa con varios detenidos y heridos en las cargas de los antidisturbios en Madrid, Podemos vuelve a advertir al Gobierno de que si no cumple lo pactado, no tendrá su respaldo; el exconseller de la Generalitat, Quim Forn, en prisión preventiva por el procès, anuncia que se presentará a la alcaldía de Barcelona...
Sin embargo, tanto Informativos Telecinco 15:00 horas como Antena 3 Noticias 1 deciden comenzar sus noticieros con la noticia del rescate de Julen. No obstante, mientras los primeros dedican 21 minutos al caso, los segundos dedican 14 minutos. Justo en ese momento, cuando pasan 14 minutos de las tres de la tarde, es cuando el Telediario de La 1 decide empezar a tratar este suceso y le dedica sólo 6 minutos.
Jueves 24 de enero. La autoproclamación de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela ha dividido al mundo entre los países que reconocen al dirigente opositor y los que han manifestado su apoyo a Nicolás Maduro; continúan los disturbios en Madrid por la guerra del taxi, cuatro muertos en Asturias a consecuencia de las intensas lluvias....
Sin embargo, Informativos Telecinco 15:00 horas y Antena 3 Noticias 1 vuelven a volcarse con el rescate de Julen y ambos dedican entre 21 y 22 minutos al suceso. Por su parte, el Telediario de La 1 dedica sólo 5 minutos al principio del informativo y otros cinco al final.
Viernes 25 de enero. Ramón Espinar, líder de Podemos en Madrid, dimite de todos sus cargos en plena crisis; Ángel Garrido y Manuela Carmena pacata que no se pueda pedir un VTC a menos de 300 metros, España plantea a la UE reconocer a Guaidó como presidente de Venezuela...
Sin embargo, una vez más los informativos de Telecinco y Antena 3 optan por dedicar hasta 35 y 30 minutos, respectivamente, al caso Julen. El Telediario 1, por su parte, dedica siete minutos al principio del informativo y otros dos hacia el final.
La audiencia
¿Qué ha hecho que Antena 3 pase de 14 a 30 minutos en sólo dos días o que TVE doble el tiempo dedicado a este asunto? Dejando a un lado el hecho de que el jueves los mineros ya estaban en el pozo y que el viernes estaban cada vez más cerca del niño, la principal razón es la audiencia.
Y es que, al ver que Informativos Telecinco se disparaba hasta un 17% y 2.324.000 espectadores el miércoles, Antena 3 decidió aumentar los minutos dedicados al caso Julen para que el espectador no se marchara a la competencia. Y mientras, el Telediario de La 1, perdía la segunda posición en favor de Telecinco por no tratar tan morbosamente este asunto.
La locura llegaba el jueves por la noche. Para rizar aún más el rizo, Antena 3 iba un paso más alla y ponía una pequeña ventana en el margen izquierdo de la pantalla anunciando que los mineros estaban 'a 3 metros de Julen'.
Sólo un día después, Telecinco pedía que le agarrasen el cubata que iba a ser capaz de llevar el asunto más allá y anunciaba que levantaría su parrilla "en pro de la actualidad" para que Ana Rosa Quintana y Sonsoles Ónega se pusieran al frente de unos especiales sobre el rescate desde las 20.00 hasta las 00.30 del viernes y a partir de las 9.00 del día siguiente.
Un relato que enganche
He aquí, por tanto, donde surge una pregunta: ¿Son conscientes los editores de esos informativos que no están haciendo periodismo, por más que intenten justificarse, sino que se están dejando llevar simplemente por el dato, por el morbo?
Se podría haber optado simplemente por informar. Contar lo que tristemente había pasado. Un niño había caído en un pozo y los equipos de rescate habían encontrado un tapón "difícilmente explicable" que impedía llegar hasta el pequeño. Hasta ahí la noticia.
A partir de ahí había que dejar trabajar a los rescatadores para localizar a Julen y, sobre todo, a la Guardia Civil para encontrar una explicación a la desaparición del niño. Informar puntualmente del rescate y, una vez hallado el niño, volver a informar. Con un última hora si es necesario por el interés que suscitaba la noticia. Pero nada más. Todo lo demás era ruido. Un ruido muy rentable.
Telecinco, por ejemplo, es una cadena que no apuesta por realizar especiales electorales
Que no os engañen. Todos somos periodistas y sabemos que el caso tenía los ingredientes necesarios para convertirlo en un relato que enganchara a los espectadores, lectores u oyentes. Clicks, share, audiencia, publicidad, dinero.
Y así, en vez de informar, se optó por crear una historia de esperanza, de héroes, "en pro de la actualidad" y bajo la justificación de que lo importante era encontrar al niño. Patrañas. Había que mantener viva la esperanza porque así se mantenía viva la audiencia.
Y, si no, ¿qué valor informativo tiene una pieza que habla de que un triciclo sigue esperando al pequeño en su casa de Málaga? ¿O entrevistar a una vecina de uno de los mineros? ¿Qué le puede aportar a un espectador ver un mismo contenido repetido durante horas y horas mientras en una pantalla pequeña se ven unas grúas trabajando?
¿Qué se busca con el testimonio de telepredicadores como Juan José Cortés llamando a rezar y engañando a los espectadores con falsas ilusiones sobre el estado del niño? ¿Qué aportan al caso sino es puro morbo? ¿De verdad alguien que se considere periodista cree que esto es riguroso? Seamos sinceros.
¿Por qué Telecinco, una cadena que no apuesta por realizar especiales electorales, le ha dedicado la mayor parte de su programación a un suceso así? ¿Actualidad? Ni mucho menos. Y no vengan con la manoseada excusa de que hay muchos canales donde elegir porque entonces, ¿qué hace Cuatro atacando a Eduardo Inda?
Una atracción malsana
Queda, no obstante, otra gran cuestión: ¿Cuánta responsabilidad tienen los espectadores en que las cadenas de televisión rellenen y rellenen su programación con este tipo de sucesos vistas las impresionantes audiencias?
¿Por qué optan por ver un informativo en el que durante 30 minutos les están contando el mismo suceso sin aportar ninguna información novedosa en vez de otro en el que le están informando de lo que ocurre en España o en el mundo?
Una vez más, un caso así ha puesto a la sociedad española frente a un espejo y le está mostrando la facilidad con la que pica el anzuelo para colmar su atracción malsana por el morbo. ¿Son yonkis del sensacionalismo?
Y llegados a este punto, ¿no sería ahí donde los medios de comunicación y, particularmente las televisiones, deberían ejercer su responsabilidad social? De lo contrario estamos abocados a una sociedad que no sepa lo que es una fake new. Sobra morbo, falta periodismo.