El desastroso y nulo 'efecto llamada' que tiene TVE
La pública parece no saber promocionar su propia programación y eso se refleja en las audiencias.
9 noviembre, 2018 09:08TVE tiene una complicada tarea por delante: más allá de crear buenas producciones, buenas ficciones o programas de entretenimiento llamativos, a la televisión pública de nuestro país se le hace cuesta arriba eso de llamar la atención de la audiencia para que, al menos, se asomen a ver sus estrenos. TVE tiene muy poco poder de llamada y eso es lo que hace que ni el mejor de sus programas tenga una excelente audiencia.
Más allá de MasterChef Celebrity, su formato estrella, y Operación triunfo, que no logra grandes audiencias en la televisión lineal, TVE no tiene más formatos que logren arrasar y hacer algo de daño o sombra a las televisiones privadas. De hecho, la mayoría de los formatos que han triunfado en estos últimos años en la pública se han cocinado muy a fuego lento, sumando espectadores poco a poco y sin el efecto llamada de su primera noche como respaldo.
MasterChef fue un programa que se estrenó con apenas 2 millones de espectadores en su primera edición y terminó con más de 5,5 millones en su gala final. Operación triunfo 2017 se estrenó con 2,5 millones y finalizó su andadura en televisión rozando los 4 millones de espectadores. Ninguno de ellos consiguió arrasar en su primer encontronazo con la audiencia.
Más allá de estos dos programas, que al menos han contado con el beneplácito de la audiencia con el paso del tiempo, TVE no tiene muchos programas de prime time que materialicen la calidad en un buen dato de share. Estoy vivo, por ejemplo, es uno de los productos de ficción mejor valorados por parte de la crítica y este martes apenas llegó a un 10,9% de cuota de pantalla.
El caso 'Jurassic World'
TVE tiene un serio problema a la hora de generar un evento en torno a un estreno o a un lanzamiento. Uno de los ejemplos más simbólicos es la emisión de Jurassic World en septiembre de 2017. La pública estrenó esta película que debería haber arrasado en audiencia. Era la primera vez que veía la luz en televisión después de haber conseguido ser la segunda película más taquillera del mundo en 2015.
La película, sin embargo, consiguió un 15,3% de cuota de pantalla y apenas 2,5 millones de espectadores. Telecinco se hizo con los derechos de su emisión y emitió de nuevo la película el pasado mes de junio, casi un año después. Hizo tal campaña de promoción que parecía que era la primera vez que la cinta veía la luz en España. Y, ante tal revuelo, la película consiguió en Telecinco un 25,1% de cuota de pantalla y 3,7 millones de espectadores a pesar de no ser un estreno.
Esto quiere decir que TVE tiene un serio problema a la hora de promocionar sus propios programas. Mientras que la competencia sabe meter por los ojos todos sus nuevos lanzamientos para que, al menos, se asoman a ver el estreno y se queden si les ha gustado, en TVE apenas publicitan sus propios programas de televisión.
La mala promoción de sus propios programas
Otro ejemplo de mala promoción es Lo siguiente. El nuevo access prime time de La 1 presentado por Raquel Sánchez Silva sólo ha llevado a Carmen Lomana y Santiago Segura para hablar de MasterChef Celebrity desde que se ha estrenado. De hecho, el día de su estreno llevó a Paco León para promocionar una serie de Movistar+. Por allí todavía no se ha pasado un actor de Estoy vivo o Cuéntame cómo pasó.
En Antena 3, sin embargo, saben usar muy bien el éxito de El hormiguero: personajes muy potentes cuando el programa que viene a continuación es importante para ellos o actores y presentadores de la casa para promocionar sus programas de televisión. En Telecinco, por su parte, meten incluso a los actores de sus películas a GH VIP para que todo el mundo se entere de su estreno.
Las audiencias terminan por mostrar la mala promoción que existe en TVE. A pesar de tener entre sus manos una de las temporadas más potentes (MasterChef Celebrity, Estoy vivo, Operación triunfo y Cuéntame cómo pasó) que se recuerdan en los últimos años, la audiencia de la pública permanece casi intacta y no refleja cambios respecto a meses anteriores. Y eso ya no es un problema de calidad de sus productos, sino del poco efecto llamada que tiene una cadena de televisión que debería ser pionera.