'Supervivientes': Juan Miguel, de gracioso necesario a lastre prescindible
Analizamos el paso de Juan Miguel por el reality isleño de Telecinco.
21 junio, 2017 10:59El otro día me refería a la progresión negativa que han sufrido algunos concursantes en Supervivientes. Apunté a Gloria Camila, que no ha hecho más que perder puntos desde que empezara la aventura. Ella entró con el apoyo del público, posiblemente porque cualquiera con un poco de empatía se posiciona con la persona que tiene un problema familiar conocido por la mayoría de la audiencia. Gloria comenzó en el juego despertando ternura entre el público, y eso es algo que siempre ayuda en un concurso donde las eliminatorias suponen el ingrediente principal.
En el polo opuesto se sitúan los concursantes poco conocidos o los que son llamativos sin caer especialmente bien. En una nominación temprana, este segundo grupo corre serio peligro de expulsión. No podrían darse a conocer, al menos dentro del tablero del juego. Gloria no solo no ha sabido aprovechar la ventaja de contar con un colchón de apoyo, sino que ha transformado ese soporte en las peores fichas que puede reunir un concursante.
La gente que la apoyó en un principio, ahora se siente engañada y decepcionada. La rabia, ese sentimiento que mueve al público que consume este género, acabará por destronar a Gloria Camila el próximo jueves. Será castigada con saña y dependerá únicamente de ella recuperar la imagen que ha perdido por el camino. Ese rostro de joven luchadora superada por las circunstancias de la vida ha dado paso a la viva imagen de una niña consentida y prepotente que mira a los demás por encima del hombro.
Hoy toca hablar de un compañero de Gloria que ha recorrido el camino contrario en el programa. Iván es uno de los que más méritos está demostrándole al público para alzarse con el premio final. Sus comienzos no fueron fáciles, e incluso estuvo a punto de salir en varias ocasiones. El tronista de Mujeres y hombres y viceversa inició este juego queriendo abandonarlo. Magnificó sospechosos dolores de espalda que nadie creía, y su entusiasmo por la experiencia que estaba viviendo era nula.
Pero llegó un día en el que el inmaduro que estaba desaprovechando una oportunidad de oro cambió el chip para mostrarle al mundo el crecimiento personal que debe sufrir todo ganador de reality. Su esencia es la misma, pero sus formas y su manera de afrontar el concurso es completamente distinta a la del principio. Resulta complicado encontrar una imagen de Iván quejándose por algo relacionado con las normas o faltando el respeto a alguno de sus compañeros. Iván no huye del conflicto, lo afronta defendiendo su postura evitando la crueldad y la prepotencia que sí emplean algunos de sus compañeros.
Juan Miguel ya no es creíble, por eso espero que no llegue a la final
De evitar las peleas y no posicionarse, entiende bastante Juan Miguel, que ha pasado de ser el gracioso necesario al lastre prescindible. No me creo su personalidad y tampoco es coherente que nada le moleste. Anoche podíamos ver una pelea entre Alba y Paola durante la barbacoa que los concursantes ganaron el pasado domingo al superar la prueba de recompensa. En dicho encontronazo, Juan Miguel, lejos de posicionarse, se apartó del grupo mientras se reía de la disputa que se había originado. Lo único que hizo en ese tenso momento fue reírse de sus compañeros mientras bebía sangría.
Es evidente que Juan Miguel era consciente de que la cámara le estaba grabando, y justo en ese instante preparó dicha escenita para sobresalir y seguir con ese personaje cada vez menos creíble. Su excusa de no querer entrar en historias ajenas a su participación no es válida. Un problema y un conflicto grupal atañe a todos por igual.
Nunca me han gustado los concursantes que deciden callarse ante las adversidades y pasar desapercibidos, demuestran poca valentía y hacen trampa al saltarse una situación obligatoria para todo participante decide entrar en este tipo de programas. No entrar en debates y evadirse continuamente en las discusiones es algo que hacen los que quieren ocultar algo de su personalidad, y para ganar esto tienes que entregarte al cien por cien, o al menos hacérselo a creer a la audiencia. Juan Miguel ya no es creíble, por eso espero que no llegue a la final. De los que quedan, es el que no está mostrando la totalidad de sus cartas.