María Galiana: "Corrijo constantemente a los guionistas de 'Cuéntame'"

Si alguien piensa en una abuela televisiva, automáticamente se le viene a la cabeza el nombre de Herminia. María Galiana lleva 15 años interpretando a la matriarca de Cuéntame cómo pasó y, 300 capítulos y casi 15 años después, hace balance.

A pesar del paso del tiempo, la actriz no quiere ni oir hablar de despedirse de la serie. "Espero cumplir los 100 en la serie", afirma Galiana en esta entrevista.

Habéis llegado al capítulo 300...

Hace unos cuantos años celebramos los 150 y nos parecía una cosa del otro jueves. Resulta que hemos hecho otros 150. Parece que estoy en formol. Se supone que hace 15 años mi personaje empezó con 80. Herminia debe de tener 90 y tantos. Estoy feliz. ¡Espero cumplir los 100! Yo personalmente, que en la serie serían 115.

Espero cumplir los 100 años en 'Cuéntame', que para Herminia serían 115

Cuando empezaste, ¿imaginaste todo esto?

¡Qué me iba a imaginar! No me imaginaba ni que estuviéramos 3 años. No había hecho nunca una serie de televisión y para mí que me contrataran en algo que podía durar más de un año era una barbaridad de tiempo. Los dos primeros años los hicimos seguidos. Para que la gente se fuera habituando a nosotros, en junio de 2002 nos fuimos a Benidorm y terminamos la primera temporada. Descansamos como un mes y a finales de julio ya estábamos otra vez grabando. Fue muy seguido.

Yo no me podía imaginar nunca esto en aquel momento. Menos mal que me lo dijo Tito Fernández, que conocía el medio. Me dijo que con Los ladrones a la oficina habían estado tres años y con Cuéntame, que teníamos tantísima audiencia...

Habéis llegado incluso a hacer audiencias del 50% de share. ¿Cómo lo vivíais?

Era una cosa loca. Habíamos ido a Nueva York mi marido y yo con Imanol [Arias] y la que era entonces su pareja, Pastora [Vega]. Estábamos en el hotel durmiendo, pero Imanol se enteró en mitad de la noche y me llamó a mi habitación. "¡María! Que hemos hecho el 50%". Y yo: "¿El 50% de qué?". Me enteré de lo importante que podían ser las audiencias.

Porque tú la profesión la descubriste tarde

¿Como tarde? ¡Tardísimo! Me jubilé con 65 años y fue entonces cuando empecé aquí. Y tengo 80 ahora.

Tú que has sido profesora de historia y has vivido aquella época, ¿alguna vez a los guionistas has tenido que darles un toque?

¡Constantemente! No tanto con la historia porque ellos tienen muy buena documentación. Simplemente con ver los periódicos de la época ves que la noticia es la noticia. Pero hay muchas cosas, sobre todo con los guionistas más jóvenes, que se les escapan porque están acostumbrados al trato de ahora.

Por ejemplo, ahora con el teléfono se dice "te paso con Fulano". No, eso nunca. Se decía "te pongo con Fulano". "Dame un bocata", no; "dame un bocadillo". Luego hay muchos anglicismos. Decimos "es por eso que" y en realidad es "por eso es por lo que". Estoy constantemente corrigiéndoles.

Hay cosas que pasan al revés y nos consideran mucho más viejos. Me dicen: "¿tú tenías medias de nailon?". ¡Si yo he tenido medias de nailon desde que iba a la universidad en los años 50! O si en mi época se estudiaba. Mis tías eran maestras con Alfonso XIII.

Eres una mujer muy adelantada a tu tiempo, pero tu personaje es mucho más clásico

Me he basado en mi abuela. Mi abuela vivió mucho, conoció a mis hijos, sus bisnietos. Se murió con 100 años prácticamente. Se murió cuando tenía ya el quinto hijo de seis. Tenía más de 30 años y yo la viví.

Mi abuela era como Herminia. Era una mujer alicantina que había emigrado a Sevilla, de pueblo. Había tenido 10 hijos y veía cómo se manifestaba, cómo aguantaba. El hijo que lo meten en la guerra, a otro en la cárcel... No le faltó nada más que con una carreta irse al Oeste.

A ver si le buscan a Herminia un novio que no se vaya

¿Qué te gustaría que le pasara a Herminia?

A ver si le buscan un novio que no se vaya. Es muy difícil porque las tramas se tienen que acabar. Tenía mucha gracia aquel novio que me buscaron, que yo le bauticé Alfredo por el protagonista de La traviata. Pero, ¿qué iba a hacer Herminia? ¿Se iba a casar? ¿Se iba a ir de la casa? No. Era una cosa graciosa y difícil, pero había que darle un final.

Tus hijos que te han visto como actriz cuando ya eran mayores, ¿qué te han dicho?

Mis hijos creen que estoy como una cabra. Pero ellos consideran, como siempre, que mi vida es mía. Para mí, ni Herminia ni Mercedes son personajes con los que me pueda identificar. Con Herminia hay cosas que sí son iguales. Por ejemplo, el mundo de los valores. Fui educada como Herminia y para mí la fidelidad, la lealtad, la honradez, el amor al trabajo... ¡Que ahora parece que trabajar es un fastidio y a mí me gusta!

Pero a Mercedes no me puedo parecer. Yo me casé con otro intelectual, filósofo y catedrático de Estética. Y hacíamos cada uno lo que nos daba la gana.

Mis hijos creen que estoy como una cabra

¿Cómo llevan tus nietos que seas la abuela de España?

Regular. Me pasa lo que le pasaba a un amigo que es enano. Este chico es muy buen actor. Estaba en una película conmigo y me quedé asombrada cuando me dijo: "a mí me gusta mucho esta profesión, pero lo que no quiero es encasillarme". Y era enano.

Yo, quedarme de abuela... Me da muchísima envidia, por ejemplo, Ana Wagener, que está haciendo en Hamlet a Gertrudis. La miro y digo: "eso sí que me hubiera gustado con 60 años". Lo de sentirme la abuela de España es un poquito folklórico.

Lo de sentirme la abuela de España es un poquito folklórico

¿Te hubiera gustado empezar antes en la interpretación?

No, la docencia ha sido mi gran vocación.

Pero te hará ilusión el cariño que te tiene la gente...

Me gusta que me quieran, eso sí. Me gusta una barbaridad. Pero cuando te manosean... ¡Chica, que no soy la Virgen de Fátima! Es una sensación de "vaya, por Dios, la que me ha caído encima".

¿La gente hace identificación entre Herminia y María?

Yo estoy muy orgullosa de este papel porque he conseguido, como dicen los filósofos, el "universal abuela". Si todo el mundo ve en mí a la abuela que ha tenido es porque doy exactamente el prototipo abuela. No me parezco a todas las abuelas de toda la gente, pero he conseguido dar con el punto que corresponde a todas.

¿Cómo ves la boda de Inés? ¿Llegará a algo?

Esta temporada le han buscado a Jordi Rebellón, que lo ha hecho estupendamente. Pero esto no se va a terminar, porque esta no se va a casar. Y si se casa, algo tienen que inventar. Si no la familia se diluye.

Hemos estado haciendo una secuencia muy simpática en el Fly celebrando la despedida de soltera. Yo he cantado. Y apareció el My Darling... ¡Guapísimo! Acordaos cómo estaba William Miller en Isabel.