¿Qué pasaría con 'Sálvame' en otros países?
El ultimátum que ha dado la CNMC a Sálvame para cambiar su calificación de edad ha puesto en entredicho el sistema de regulación de protección del menor en la televisión. Desde Competencia se pide a Telecinco que cambie la calificación de ‘No recomendado para menores de siete años’. O cambia los contenidos para mantener la calificación o, por lo tanto, no se podría seguir emitiendo en el horario actual. ¿Es lógica la actuación de Competencia o dista mucho de lo que ocurre en el resto de Europa?
En España se confirió un Real Decreto en 2002 en el que se descibe a través de seis artículos las señales visuales mediante las cuales se deberá advertir la calificación de edad. De esta forma nos encontramos desde los programas calificados para todos los públicos, hasta los pornográficos, clasificados como X. Sin embargo, no hay ninguna referencia a los criterios aplicables para calificar cada programa como susceptibles de una calificación u otra.
Sólo el Código de Autorregulación firmado en 2006 estrechó más el círculo hablando del horario de protección reforzada que firmaron todas las empresas de comunicación españolas. De esta forma se excluyen los programas para mayores de 13 años en aquellos horarios en los que se concentra más público infantil: antes del colegio (de 8:00 a 9:00), después del colegio (de 17:00 a 20:00) y a primera hora de los fines de semana (de 9:00 a 12:00). Este sistema es el que choca directamente con Sálvame.
Francia tiene un organismo legitimado de calificación
En Europa existen otros sistemas que han demostrado su eficacia. El Holada el que se lleva la palma. El NICAM es la organización que se encarga de calificar los contenidos que se emiten por televisión utilizando el sistema Kijkwijzer. Se trata de informar en todo momento a los padres sobre lo que sus hijos se van a encontrar en televisión, diferenciando entre violencia, contenido sexual, discriminación, drogas y lenguaje grosero. Se trata de un sistema bastante parecido al código PEGI en el mundo de los videojuegos.
No siempre es fácil señalar los contenidos perjudiciales y cómo clasificarlos. Sin embargo, en Europa existe bastante consenso a la hora de disponer de una idea global sobre contenidos. Se habla, sobre todo, de la pornografía, la vida íntima de los famosos y la corrupción en el lenguaje como los mayores peligros de los contenidos.
El lenguaje grosero haría que un programa pasase a calificarse como ‘No recomendado para menores de 13 años’
Son Holanda, Francia, Reino Unido y España los países que más parecido tienen su sistema de calificación. España no distingue de la calificación ‘No recomendado para menores de 16 años’ y Holanda no cuenta con la calificación ‘Sólo para adultos’. Según el Instituto Audiovisual de Cataluña (CAC), la violencia casual, la fantasía o la intensidad leve de un programa de televisión permitiría que un programa de televisión se calificase como ‘No recomendado para menores de 7 años. El lenguaje grosero haría que un programa pasase a calificarse como ‘No recomendado para menores de 13 años’, lo que pondría en un brete a Sálvame.
Para el CAC, un programa no recomendado para menores de 18 años tendría que contener drogas, actos sexuales, violencia verbal o esoterismo, por lo que no podría ser emitido en horario protegido.
Francia es el país que mantiene una regulación más parecida con España. En el país vecino son las cadenas de televisión las que deciden qué clasificación tiene un programa de televisión. Sin embargo, el CSA está legitimado para controlar la correcta clasificación de los contenidos. Por ello, si considera que un programa ha sido clasificado de manera demasiado laxa o estricta, puede informar a la cadena responsable e instarle a clasificar en adelante dicho contenido conforme al criterio del CSA.
La publicidad, muy restringida en otros países
Desde la Unión Europea se da total libertad a cada país para que aplique sus propias reglas. Y algunos países son bastante más duros respecto a la protección de los menores. En Suecia está prohibida la publicidad dirigida a los niños. En Italia, los dibujos animados no pueden ser interrumpidos por publicidad. En Dinamarca hay una restricción muy fuerte con la publicidad destinada a los niños.
Un plazo de 10 días
Mediaset dispone de un plazo de 10 días para adecuar la calificación por edades de los contenidos de Sálvame. De no hacerlo, se expondrá a un procedimiento sancionador por infracciones de carácter grave. En su resolución, la CNMC reflexiona que por las características del programa y de los invitados -y por los temas que tratan- abarcan temáticas que resultan inadecuadas para los menores y que son expuestos de una manera que pueden perjudicar el desarrollo de los mismos, al causarles confusión en temas importantes como la familia, las infidelidades, el sexo o el respeto.
El Gobierno ha preferido dar un ultimátum al programa para que adecúe la calificación de edad del programa, dejando en sus manos el cambiar los contenidos para mantenerse en parrilla. Es una forma de no atacar a la libertad de expresión en televisión, pero, a la vez, poner al programa en la misma encrucijada que al haberlo hecho.