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Desde la pasada semana se suceden las informaciones sobre Íñigo Errejón. Y es que el hasta entonces portavoz de Sumar dimitió de su cargo tras ser acusado de abuso por parte de una mujer anónima primero, y más tarde, por la actriz y presentadora Elisa Mouliaá, que presentó una denuncia narrando su experiencia.

En Ni que fuéramos Shhh, como en tanto otros espacios, han hablado hoy sobre Errejón y sobre casos de acoso. Y, en ese sentido, Sandra Bruman, cantante que ha trabajado con Bárbara Rey, detalló cómo ella tuvo problemas con un empresario, que llegó a meterse en su camerino, o se tiró a besarla sin consentimiento en un coche. “Sabemos diferenciar lo que es un flirteo, o cuando alguien quiere abusar de ti”, decía en ese sentido María Patiño.

David Valldeperas, el director del programa, cortó a la presentadora para darle unas indicaciones sobre lo que tenía que pedir a sus colaboradores: si eran conocedores de alguna historia similar. Pero ella prefirió entonces “ser honesta” y contar una vivencia en primera persona. “Yo, evidentemente, viví una situación muy complicada hace años. En la que siempre me sentía responsable como yo de provocar esta situación, y creía que me iban a juzgar, porque, probablemente, había hablado más de la cuenta con esa persona”, narraba María, sin querer decir de quién se trataba.

 

Entonces quiso dejar claro, sobre las personas que ahora señalan a Íñigo Errejón, que “sé lo que se siente cuando sabes, o crees, que nadie te va a creer”.Me alegro de que me entiendas”, deslizaba entonces Sandra Bruman, que también ha lidiado con dudas de si ella ha podido provocar la situación sin haber dado pie a nada. “El que te tiene que creer es el juez”, valoraba Kiko Hernández a continuación.

Pero María Patiño no quiso dar por zanjado su relato. “Yo me muero si algún compañero mío o algún amigo mío, algún familiar mío, dice algún comentario, un solo comentario, de que quiero convertirme en protagonista. A mí me mata. Soy la más débil del mundo”, insistía Patiño. 

Kiko Hernández quiso recordar que él, en Sálvame, destapó un episodio en el que un empresario se quiso sobrepasar por él, y que, cuando lo contó, “una persona se rio”. Víctor Sandoval, por su parte, puso sobre la mesa que con 16 años quería triunfar en la música, y quedó con un productor de Hispavox para que formase parte de un grupo. Lo montó en el coche, le puso la mano encima, y cuando Víctor la apartó, el productor le dijo que así no iba a llegar a ninguna parte en la música y lo bajó del vehículo. Esa persona era el productor de Olé Olé, y ya falleció, por lo que, posiblemente, se estuviese refiriendo al argentino Jorge Álvarez.