Una noche más La Revuelta volvía con ganas de seguir sumando unas buenas cuotas de audiencia, aunque en la última emisión se vio superada por su principal competidor, El Hormiguero de Pablo Motos que anotó un 17,1% de share y 2.191.000 espectadores de media.
Los comienzos del programa siempre suelen ser frenéticos y en esta ocasión no iba a ser menos. El público no faltaba a su cita de emitir diversos insultos e improperios a David Broncano, siempre en un tono de humor ligado a la dinámica del formato, desde sus inicios en Movistar.
Esta vez, fueron dos las personas del público que le dieron regalos al presentador jiennense. Uno de ellos le será muy práctico a partir de ahí. Se trataba de un soporte para libros hecho de metal personalizado con el nombre del programa: La Revuelta.
Después de todos estos envites, David Broncano hacía una pregunta al programa. "¿Está por ahí madre, ha venido mi madre?", preguntaba con cierta preocupación el presentador. "¿Le ha dado tiempo? Que llegaba justa", afirmaba. Acto seguido pedía a los cámaras: "No saquéis a mi madre, ¿pero ha venido?".
Aprovechando esta situación, le recriminaba a Grison que "a ver qué dices hoy desgraciado que está mi madre". Aun así, el presentador seguía insistiendo en el tema: "No enchuféis a mi madre, que ya lo que le faltaba, mañana otro titular: 'La increíble historia de superación de la madre de Broncano'. El público empezó a reír tras las palabras del jiennense.
"¿Cómo pudo dar a luz a ese monstruo y seguir adelante?", bromeaba Ricardo Castella sobre posibles titulares de la prensa que hablasen de la madre de Broncano. "Claro. ¿Cómo consiguió criar a un niño tan tonto?", le seguía la broma el presentador. "Siempre te ponen como el hijo tonto", apuntaba Grison.
Más adelante, una de las agraciadas a sentarse en la tumbona de Sergio Bezos, iba a averiguar la temperatura corporal de Broncano con tan solo introducir su dedo en su oreja. Pero, la joven tuvo ciertas dificultades al tener las manos sudorosas, ya que como ella confesó que tiene hiperhidrosis, la conocida enfermedad por la que Broncano se operó en los últimos años.
Grison aprovechó esta situación para soltarle a su compañero, que intentaba tomarse la temperatura para certificar si la joven había acertado con su predicción y método: "Si quieres traemos a tu madre para que te ponga el termómetro".