Pablo Motos y David Broncano están de moda por el duelo que mantienen desde la semana pasada en el access prime time, una franja que está alcanzando datos de audiencia espectaculares. La Revuelta ha hecho historia al competir en la misma liga que El Hormiguero, que se mantiene con cifras de récord en Antena 3.
Ambos programas representan dos maneras distintas, e incluso opuestas, de hacer y entender la televisión. Para ahondar en ambos estilos de comunicar, BLUPER habla con Julio García Gómez, experto en comunicación verbal y no verbal, así como colaborador habitual de diferentes espacios de Antena 3 y Onda Cero.
Lo más evidente para los ojos de los espectadores es que, siendo los dos formatos de entrevistas, varía la relación que establecen presentador e invitado. "En el caso de Motos, es una relación directa, con un guion y unas preguntas. El invitado sabe a lo que va, conocen a Pablo", señala García Gómez.
"En el caso de Broncano, que es más nuevo en esto a pesar de su experiencia en Movistar Plus+, no da lugar a que el invitado diga: 'Ya sabía a lo que venía'. La Revuelta es el momento, el instante, se pudo comprobar cuando fue Juan José Millás al programa. A veces, esto hace que Broncano saque lo mejor del personaje, que se desnuda", explica el profesional.
El modo de tratar al entrevistado provoca diferentes reacciones en el televidente, según estén viendo el espacio de 'access' de Antena 3 o La 1. Hablamos de ese "triángulo entre el presentador, el invitado y el espectador".
"La gente que ve a Pablo Motos sigue siendo muy fiel a él y se mete en ese triángulo fácilmente. Broncano es nuevo en la televisión generalista y provoca la sorpresa del espectador. '¿Qué va a pasar?'. '¿Me va a gustar lo que dice o no?'. El espectador está pendiente de él, se genera un suspense", expresa Julio, añadiendo que ese suspense "juega a favor" de David claramente.
Pese a lo que pueda parecer, Pablo Motos y David Broncano saben perfectamente de improvisación, la apliquen en mayor o menor medida en sus shows: "Tanto uno como otro tienen un dominio de la escena, del plató, del ámbito televisivo, de todo lo que ocurra ahí. Broncano, por la enorme espontaneidad que tiene. Esa versatilidad de salir adelante con elementos muy sencillos".
"David Broncano es nuevo en la televisión generalista y provoca la sorpresa del espectador"
"A Motos, la experiencia en el mundo de la radio le ha servido mucho. Viene de Radio Requena, fue colaborador de Julia Otero... En radio hay que improvisar constantemente, hay tensión. Eso ayuda mucho. Broncano también ha hecho radio, pero Motos más. Tienen oficio uno y otro. Uno, en el ámbito de la radio; otro, en el de los monólogos", resalta el toledano.
En su primera semana como rivales, la balanza se ha inclinado a favor de Atresmedia. El Hormiguero la cerró con un 20,5% de cuota de pantalla y 2.583.000 espectadores, mientras que La Revuelta lo hizo con un 18,4% de 'share' y 2.355.000 fieles. Son datos que, a buen seguro, fueron celebrados en las dos casas.
Julio también analiza cómo se estarían enfrentando ambos a los números cada mañana. Especialmente, David Broncano, novato en esta cuestión: "Él va sumando poco a poco, no hay nada que perder en el inicio. Yo diría que Motos está muy pendiente de la calle, en guardia. No quiere perder ni un solo espectador".
Por último, hacemos un poco de "televisión ficción" con Julio García Gómez. ¿Cómo sería un hipotético encuentro en pantalla entre Pablo Motos y David Broncano? A juicio del analista de expresión, sería ideal que fuese "un día determinado, en el que celebren algo", como en su momento hicieron Luis del Olmo e Iñaki Gabilondo.
"Pablo Motos está muy pendiente de la calle. No quiero perder ni un solo espectador"
"Veríamos a dos monstruos de la tele frente a frente y mano a mano. Los dos harían un juego maravilloso. Imaginemos que Pablo entrevista a David y viceversa. Ambos son fenómenos de la naturaleza televisiva y sería un éxito en audiencias", apunta García Gómez, aunque es consciente de que "los intereses comerciales" de cada cadena van a primar.
Más realista sería que "se saluden" el uno al otro en antena, al estilo de la televisión estadounidense: "Que veamos ese dúplex, esa pantalla partida. El juego de ambos profesionales va a ser un lujo para los espectadores. Hay que rodar más el programa de Broncano, pero sería un experimento maravilloso y tendría una audiencia descomunal".
Ya es cosa de la audiencia, siempre soberana, decidir si se queda en Antena 3 o en La 1 de Televisión Española, porque la verdadera ganadora del duelo es la televisión en abierto. La fragmentación de audiencias y la bajada de consumo complica bastante que un programa, a no ser que se trate de un gran evento, reúna a 2 millones de espectadores de media.
El Hormiguero y La Revuelta han superado esa barrera en su primera semana en competencia. "Los programas son espectáculo y ambos saben hacerlo", remata Julio García Gómez, que pone el foco en la importancia de la "fidelización" del espectador. En que "cuando termine cada programa arrastre audiencia de un día para otro".