Mañaneros encara su nueva temporada con una importante novedad. Adela González tomará el testigo a Jaime Cantizano y será la presentadora del magacín matinal. “Llego muy contenta y muy segura de mí misma”, comparte la periodista, quien se enfrenta a su primer gran proyecto en RTVE a nivel nacional. “Es mucha responsabilidad venir a trabajar a la televisión pública. Si antes me preparaba mucho para hacerme cargo de un programa, ahora más inclusive”, comparte.
Los últimos años de Adela González han sido de grandes cambios. Tras convertirse en presentadora del emblemático Sálvame y vivir su cancelación en directo en Telecinco, la periodista guipuzcoana regresó a Atresmedia para encargarse de la conducción de Más Vale Sábado junto con Boris Izaguirre, el cual finalizó en el pasado diciembre de 2023.
Tras este proyecto, la comunicadora tenía contrato vigente con la cadena ubicada en San Sebastián de los Reyes, renunciando a éste para apostar por este arriesgado salto al ente público, asumiendo el relevo de Cantizano, quien pasará a presentar las tardes de Onda Cero tras el traslado de Julia Otero a los fines de semana. “Yo tenía un contrato con Atresmedia. Pero bueno, Mañaneros ha sido un proyecto que me ha gustado, que me ha ilusionado y que me ha traído aquí”, comparte con BLUPER.
A pesar de haber concluido su contrato antes de tiempo con Atresmedia, la periodista asegura mantener una “excelentísima relación” con la cadena. “La he tenido tanto antes como actualmente”, afirma rotundamente.
- ¿En qué momento profesional y personal llegar a este programa? ¿Con qué ánimo?
- Llego muy contenta y muy segura de mí misma. Ya tengo una edad, paso de los 50. Tengo un poquito más de poso, así como la tranquilidad y la fortuna de haber estado trabajando en lo que me gusta: haber presentado programas durante tantos años. Esas tablas de dan ese poso y tranquilidad. Eso sí, venir a RTVE es mucha responsabilidad. Si antes me preparaba mucho para cualquier programa, pero ahora más si cabe.
- ¿Cómo fue esa llamada en la que te propusieron el proyecto?
- Aunque quiera oírse aquello de que me llegó la propuesta cuando estaba planchando, fue distinto. Me llamaron y me comentaron que Jaime Cantizano se iba a la radio. Alberto Guzmán, con el que tengo mucha relación, fue colaborador mío en EITB hace muchos años y también en Más Vale Sábado, me comentó que el programa estaba cogiendo mucho peso y ritmo, que está muy fraguado. Es cierto que Mañaneros es una marca. Es un programa que va rodado. Me dijo que yo lo haría fenomenal. Yo pensé que me lo decía porque me tenía cariño. Pero, efectivamente, al tiempo, no recuerdo cuánto, pues se me hizo la propuesta. Bueno, ahí quedo la semillita. Ya luego me volvieron a llamar y me insistieron. Ahí fue cuando lo valoré realmente y aquí estoy.
- Has demostrado previamente que te manejas con soltura en formatos como Mañaneros.
- Es un magacín en el que voy a estar súper cómoda. Es lo que he dicho del equipo, que está muy cohesionado, con unas dinámicas muy bien engrasadas. Hay muy buen rollo. Todos aquellos que me han escrito o me han enviado audios para felicitarme me han dicho que es equipazo. Tenía muy buenas referencias. Me decían que iba a trabajar muy a gusto, que iba a disfrutarlo. Eso ya me lo comentaban antes de conocer al equipo, al cual conocía a algunos de sus miembros por la televisión, pero no en persona. Claro, eso me dio una tranquilidad. Me encanta que el formato sea un poco de actualidad, un poco de entretenimiento, un poco de crónica rosa, de locura política. Todos los elementos que a mí me gustan.
- ¿Has hablado con Jaime Cantizano? ¿Te ha dado algún consejo?
- No, pero me gustaría hablar con él. ¡Claro que sí! Le deseo todo lo mejor, es un presentador como la copa de un pino. Gente que se alegraba por mí, también me comentaba también que les gustaba Cantizano. Por supuesto, es un gran profesional. Pero yo vengo a darle un poco de mi rollo, de mi impronta, de mi aire.
- ¿Cómo llevas el que vayas a enfrentarte a grandes profesionales como Susanna Griso o Joaquín Prat, que conducen programas muy consolidados como Espejo Público y Vamos a ver?
- Con profesional, que es la única manera en la que me enfrento a ello. Busco hacer bien mi trabajo, saliendo delante de la pantalla con un programa muy bien preparado. Hay un equipazo que lo viene haciendo genial desde hace un año y vengo aquí a aportar mi granito de arena. Habrá rigor a la par que entretenimiento, pues hay que disfrutar. Si lo hacemos bien, pues la gente viene. Nos gusta mucho el titular, pero bueno, lo importante es hacer un buen trabajo y seguir con lo que han estado haciendo mis compañeros.
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“Miro las audiencias incluso cuando no estoy trabajando en un programa. Me gusta saber cómo están funcionando diferentes formatos”
- ¿Eres de las que siente presión por la audiencia? ¿Te levantas temprano y lo primero que miras son los datos de cuota y número de espectadores?
- Lo hago incluso cuando no tengo presentar un programa. Nada más levantarme, me meto en redes sociales y miro los datos. Luego los leo detalladamente en los medios digitales. Me gusta saber cómo están funcionando diferentes formatos. Por supuesto, me estoy fijando ahora en los de Mañaneros.
- ¿Te puede llegar a frustrar si los datos no acompañan?
- Sí, porque no es una norma escrita. Hay veces en las que tú haces un buen programa y sientes que lo has dado todo y no funciona. Otras ocasiones, pasa al revés, te ha salido todo lo mal que puedes esperar y, de repente, arrasas. No se sabe. Al final, te dedicas a trabajarte y esforzarte. Sobre todo, tener la audiencia día a día también te ayuda a tener cintura y qué se puede hacer mejor, qué falla. También lo digo, no comienzo el día pensando en el dato que vamos a hacer. Me centro en trabajar a gusto y en que salga adelante, ya está. Total, los datos de audiencias no los veas hasta el día siguiente.
- Vas a reencontrarte con Lydia Lozano, ¿cómo lo vas a vivir? ¿Cómo fue ese mensaje de felicitación que te envió?
- Me dijo que ya era una mañanera, que lo vamos a pasar bien juntas y que estaba muy contenta. Yo también creo que va a ser divertido. Ahí hay unos mimbres para hacer unos cestos importantes, porque allá cada cual tiene una pedrada más. Pero mira, me ha gustado mucho el mensaje que ha dicho de que ya acostumbrada a verla y a trabajar, que sabe cómo voy a reaccionar. Toca disfrutarlo y pasarlo bien.
- Has recibido mensajes de apoyo y cariño de compañeros, directores, incluso de profesionales de la competencia. ¿Has echado en falta las felicitaciones de algún compañero?
- No. Igual si me pongo a pensar. Pero creo que toda la gente que me aprecia ya me ha felicitado.
- ¿Y el caso contrario? ¿Cuáles compañeros de la competencia te han felicitado? ¿Cuál te ha sorprendido?
- Sabía que de la competencia me iban a escribir. No sólo que hayan sido solamente compañeros en algún momento, sino que son colegas y amigos, por más de la competencia que sean. Por supuesto, me comentan que están muy ilusionados porque vayamos a competir. Me encanta. Por supuesto, cuando sea yo la que tenga buen dato, será la que escriba. Estas cosas me motivan. Recuerdo el día de Berlín, que llegué a tener el WhatsApp bloqueado, había como 500 mensajes.
- ¿Entre esos 500 mensajes ha estado alguno de Terelu Campos?
- La verdad es que no la he visto, tengo muchos mensajes sin leer. Pensaba que había logrado leerlos todos, pero descubrí en mi WhatsApp que me quedan otros muchos sin haber leído. No descarto que me haya felicitado.
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“No sé si Terelu Campos me ha escrito para felicitarme. Tengo muchos mensajes en el WhatsApp todavía sin leer. Así que no lo descarto”
- Es que se dijo que Terelu Campos se había postulado para presentar Mañaneros y que hubo un directivo que le dijo que sí.
- Creo que eso lo dijo alguno a de los Kikos [Matamoros o Hernández en Ni que fuéramos Shhh]. Pero, vamos, no tengo ni idea.
- ¿Cuándo vas a incorporarte a Mañaneros?
- Tengo que conocer al equipo. Quiero hacerme con las rutinas, las dinámicas, con los tiempos. Vamos, conocer el programa. Eso será lo primero.
- Este verano, con tu fichaje por Mañaneros, ¿vas a tener tiempo para vacaciones?
- Ya me he ido unos días a Ibiza. Adoro el Mediterráneo. En cuanto puedo, voy. En cuanto pude, cogí vacaciones. Si, además, podemos tener un poco de sol en el País Vasco, pues eso ya es genial.
- Pero, ¿has podido desconectar? Con lo de tu desembarco en RTVE, ¿has podido disfrutar plenamente del sol y la playa?
- No descarto irme a algún sitio para desconectar de verdad. Es verdad que no he tenido la cabeza desocupada. Estaba pendiente de quién me llamaba. Recuerdo un día que estaba buceando y tenía la bolsita donde se puede meter el móvil. Me gusta nadar de cala en cala y siempre viene bien tener el móvil cerca por si quieres tomarte algo o necesitas comunicarte para cualquier urgencia. Mientras buceaba, sentí que me estaban llamando. Pensé que estaba tan obsesionada con el teléfono que lo sentía hasta dentro del mar. La sorpresa fue era que me estaban llamando de verdad. Sí, necesito desconectar. Es verdad que la actualidad no para, pero tengo que pensar que ya pensaré en ella cuando me reincorpore.
- ¿Tienes planeado instalarte en Madrid?
- Por cuestiones obvias, lo de cogerme un avión todos los días no es viable. Me trasladaré aquí, pero los fines de semana volveré a mi tierra. Ya he hecho más veces lo de estar de un sitio a otro. Recuerdo que presentaba un programa en San Sebastián, pero yo vivía en Bilbao. Al ser un espacio de tarde, yo desayunaba en casa, estaba una hora con mi familia y luego me iba. Cuando volvía, pues estaban ya todos en la cama. En este caso, voy a quitarme esas cinco horas. Eso sí, los fines de semana serán de tiempo de calidad para estar con mi familia.
- ¿Te ves mudándote completamente a Madrid, trayendo a tu marido y tu hijo?
- La televisión es volátil, te lleva y te trae. Pues ya veremos. Si algo he aprendido en estos estos años de profesión, es que no hay nada por sentado.
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“Voy a instalarme en Madrid. Aunque, de momento, yo sola. Volveré los fines de semana a ver a mi familia a País Vasco”
- ¿Cómo fue esa primera conversación con Eduardo Blanco, el director de Mañaneros?
- Me dijo que era la persona ideal para el proyecto, que me encajaba perfectamente. Dirigió Juntos cuando yo estaba en Telemadrid. Le conocía de vista, tenía muy buenas referencias. Sólo puedo decir que estoy muy contenta.
- ¿Este aterrizaje en TVE implicará más proyectos, además de Mañaneros?
- ¿Acaso parece poco hacerse cargo de un programa de 4-5 horas de duración?
- Puedes estar en otros proyectos también, ¿te imaginas en Telepasión?
- Me encantaría. En Sálvame ya me solté la melena. Me apasiona bailotear. Hice muchos años ballet, en mi etapa juvenil. Tengo ese punto de artista. Creo que Telepasión es un formato que está muy trabajado y cuidado. No dudaría en aceptarlo si me llaman.
- ¿Fue en Sálvame dónde descubriste tu faceta más gamberra y desenfadada?
- Sí. A ver, es cierto que cuando empecé en EITB, hace ya unos años, hacíamos un programa de crónica rosa y social. Hacíamos una especie de Eurovisión con otros presentadores y cantábamos. Lo que pasa es que se arreglaba un poco y parecía que todos lo hacíamos de maravilla. Con Telepasión en casi cantar a pelo y ahí se ven los puntos flacos. Pero también quiero decir que Mañaneros tiene sainetes diarios que le dan mucha vida al programa y eso me gusta mucho.
- De tu etapa en Más Vale Sábado, ¿qué crees que puedes aplicar a Mañaneros?
- Era un formato también de actualidad de gran duración. Creo que puedo aplicar prácticamente todo. Descubrí a Boris [Izaguirre] como compañero y es una persona maravillosa. Era una franja distinta, pero el ADN es muy parecido. Se extendían varias horas y había que dar la actualidad pura y dura y saltar de secciones distintas de forma rápida, pasar de Sucesos a Corazón y luego a Política. Algo similar va a pasar en Mañaneros, que pasaremos a hablar de la guerra entre Israel y Gaza a platos de cocina. Esas transiciones hay que hacerlas y tienen que ser de la manera más natural posible.
- Justo era lo que ocurría en Más Vale Sábado, que tocaba hablar de Victoria Federica a Pedro Sánchez en un breve período de tiempo.
- Es exactamente eso. También, creo que la gente tiene puesta la tele en casa mientras están haciendo otras cosas. De ahí, la importancia de que haya tantos temas distintos y contenidos. El público puede organizar su mañana y tener Mañaneros para ver qué está pasando a lo largo del día. Por eso, hay que tener en cuenta los sucesos, la actualidad política, la crónica social.
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“Me encantaría participar en el ‘Telepasión’ de TVE. En ‘Sálvame’ ya me solté la melena. Tengo un punto de artista. Hice ballet en mi juventud”
- ¿Con qué parte disfrutas más?
- Disfruto del conjunto. Es imposible quedarme con algo. No digo que no estuviera mal hablar todo el rato de lo mismo, pero tocar varios palos me da la oportunidad de profundizar en distintos temas. Desde ver a Lydia Lozano y Alberto Guzmán interpretando Don Juan Tenorio a ver qué está sucediendo en el Congreso de los Diputados. Es la vida misma.
- Adela, eras un rostro de Atresmedia. Antes de aceptar conducir Mañaneros, ¿tenías algún proyecto con la cadena privada?
- Yo tenía un contrato con Atresmedia. Pero bueno, Mañaneros es una oportunidad. Es un proyecto que me ha ilusionado mucho y, por eso, he venido aquí. Pero, vamos, también he sido muy feliz en Atresmedia, ha sido mi casa en dos ocasiones.
- ¿Has concluido de manera anticipada tu contrato con Atresmedia para saltar a Mañaneros de RTVE?
- Sí, lo he hecho para venirme a Mañaneros.
- ¿Crees que habrá sido un disgusto para la cadena? Eres un valor para ellos, dado que tenías contrato.
- Bueno. Tengo una excelentísima relación con Atresmedia. La he tenido, la estoy teniendo y espero seguir manteniéndola en el futuro.