Carmen Borrego ha vivido este viernes su peor tarde en Así es la vida. La tía-abuela del futuro hijo de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia ha entrado en brote después de que tener que hacer frente a todas las críticas que se ha llevado Terelu por sentarse en De viernes para hablar del sonado embarazo y de las otras polémicas que rodean al clan Campos.
Su cabreo empezaba después de que el programa emitiera un vídeo que recordaba las críticas de Gustavo y Meli Camacho tras no ser invitados al funeral de María Teresa Campos. "¿Alguien puede entender que no se puede más y que yo voy a terminar ingresada? Nosotras no podemos más", decía Borrego, que se plantaba: "Estoy hablando yo. Para mí lo fácil es callarme y darle la palabras a mis compañeros".
"No, no, no. Estoy hartísima", insistía molestándose a continuación cuando Antonio Montero y José Antonio Avilés lanzaban sus preguntas. "No sabía que había convocado una rueda de prensa. Aquí tengo todos los micrófonos", decía irónica.
"Tienes que entender que la fama no es un paseo por las nubes. Que con la fama se gana un dinero y se vive como muy poca gente en este país. Ni siquiera un presidente del Gobierno tiene el sueldo que se gana con la fama", replicaba Montero. "No te quejes. Si no te gusta, te vas", añadía el ex de Sálvame provocando que el enfado de Carmen Borrego aumentara: "Vete tú. No puedo más. Hasta luego".
La colaboradora acababa por levantarse repentinamente de su asiento, mientras que César Muñoz, que este viernes ha presentado en solitario, intentaba calmarla. "Yo llevo 30 años trabajando. Que tengo que vivir de lo que pasa en mi familia, ¡porque vives tú y no eres de mi familia! ¿Te queda claro?", gritaba fuera de sí y señalándole con el dedo.
"Tengo que afrontar aquí todos los putos días cosas que no me gustaría afrontar. Cobrando o sin ello", continuaba diciendo fuera de sí, dando un manotazo en la mesa. "Ya está bien de cinismo. Porque tú y mucha gente quiere saber lo que quiere mi hermana. Y lo que pienso yo de mi hijo. Y lo que pienso yo sobre lo que se me ha hecho. Y me lo preguntáis aquí todas las putas tardes".
"¿Qué quieres que me vaya? No tengo ningún problema. Lo cómodo para mí no es estar sentada ahí [de colaboradora]", proseguía diciéndole a Montero para después irse del plató. "Iros a la mierda ya. No puedo más. Todo tiene un límite". Pocos minutos después, Carmen Borrego regresaba a su sitio mucho más calmada.