Abraham tiene 67 años y ha ido a First Dates a buscar el amor, aunque tiene claro que para él los encuentros íntimos son fundamentales con una pareja: le hacen sentirse más hombre. Le gusta jugar al billar y los karaokes, y asegura no tener problemas para ligar, aunque necesita sentir un flechazo.

Para él, el programa eligió a Concha, una mujer de 68 años que anhela un hombre con el que compartir sus aficiones, que sea alegre y educado, con ganas de vivir. Solo ha tenido una relación: con su marido, al que conoció con 18 años, y con el que estuvo casada 48.

Desde el primer momento, Cupido saltó por la venta del restaurante de Carlos Sobera. A Abraham no le gustó Concha, pues esperaba conocer a alguien más joven. Y así se lo hizo saber a su acompañante, sin que le temblase el pulso. Él piensa que igual es porque se siente demasiado joven. “Los hombres así me dan asco, no asimilan la edad que tienen”, sentenciaba la soltera.

 

El pique iba creciendo más y más, y, como decía Carlos Sobera, resultaba muy difícil reconducir esa cita hacia un enfoque más amoroso. Abraham preguntó en un momento dado que si añoraba más la compañía de un hombre o el sexo, “hablando claramente. “¿Eso que és?”, le preguntó ella, para desconcertarle.

A solas, Concha se despachó a gusto. “Pienso que es un sinvergüenza, un caradura, tiene falta de madurez. Preguntarme por el sexo después de decirme que buscaba una más joven era de no tener vergüenza”, espetaba. Y a continuación, continuaba: “Llegará un momento en el que levantaré, es que ha sido muy fuerte. Si me hacéis un Paul Newman yo vuelvo, por un Abraham no, ese que se vuelva a Valencia”, pedía la mujer.

Un Paul Newman

En el momento de la decisión final, Abraham preguntó a Concha si se lo pasó bien, y ella, de forma muy seca, le respondió que “muy bien”. A él le preguntaron en primer lugar si tendría una segunda cita, y dijo que no. “Eres una mujer estupenda, pero no eres la idea que yo traía”, le explicaba a su acompañante.

Concha, como era de esperar, también dijo que no tendría una segunda cita. “Creo que no te has portado bien conmigo. Yo sé la edad que tengo, soy consciente, pero tú tienes un año menos y buscas chicas más jóvenes de 55 o 59 más jóvenes, creo que tienes un problema”, le reprochó. Además, consideró que para qué quería chicas jóvenes para llevarlas “a jugar al billar, al dominó y al karaoke, que hace 40 años que no se lleva. Por educación me he callado, pero ahora tengo que decirte la verdad”, finalizaba, antes de que cada uno se fuese por su lado.