Hace unos meses, en enero, Y ahora, Sonsoles y TardeAR vivieron una suerte de guerra de micrófonos al informar del desalojo de una vecina de Valdemoro. Un enfrentamiento por entrevistar a los protagonistas de la actualidad que ha vuelto a la palestra este jueves en una nueva conexión en directo que sucedió casi a la vez entre los dos formatos.
Ana Rosa Quintana, en TardeAR, daba paso a su reportera Carolina Barceló. Se encontraba con cuatro mujeres que habían puesto una denuncia a su jefe por, presuntamente, haberlas grabado en su puesto de trabajo. En concreto, era el gerente de la gestoría en la que trabajaban, en Sax, Alicante.
Carolina Barceló estaba hablando con una mujer llamada Rosa que empezó a narrar cómo recibieron la llamada del abogado de la otra parte cuando Ana Rosa Quintana cortó la narración, visiblemente enfada. Y es que el cámara abrió el plano, que en un primer momento era uno medio de las demandantes junto a la reportera, hasta que se vio a otro reportero de Y ahora, Sonsoles.
“Hay un compañero de ahí que es de otra cadena. Le ruego que se salga del plano. Yo no lo he visto en mi vida. Si se quiere hacer famoso está bien. Pero me parece que hay determinadas actitudes y determinadas prácticas que en serio yo no lo he visto en todos los años de mi carrera. No todo vale compañeros, no todo vale”, criticaba Quintana, con la voz muy firme.
Lo cierto es que, de haber mantenido el plano inicial, nadie habría notado la presencia de este trabajador de la competencia. Sin embargo, se decidió hacer zoom hacia atrás hasta que entró en plano, aunque ello llegase a desestabilizar la imagen, que tembló por unos segundos.
Ese reportero, al que Ana Rosa Quintana señaló por querer hacerse famoso, era Pablo Muñiz, y comenzó su directo escasos momentos después de que lo hiciese Telecinco. El plano de Antena 3 era medio, como el original de Telecinco, y por eso los espectadores de Y ahora, Sonsoles no llegaron a darse cuenta de que allí había otra reportera haciendo también su trabajo.