Una noche más, varios solteros buscaron darse una oportunidad en el amor en First Dates. Eso es lo que buscaba Marc, un bailarín de 18 años provenientes de Barcelona. Ya de primeras, el joven se presentaba sin tapujos. “Me gusta ser pijito y las marcas, cuando puedo me doy un capricho y lo que más me gusta, me lo compro", expresaba a las cámaras del dating show.
El bailarín, que está buscando ser profesional, revelaba que “lo que mejor” movía era “el culo”. “Se me da perfecto. Soy el mejor moviendo en eso”, agregaba. Carlos Sobera le preguntaba al joven qué tipo de chico buscaba. Marc revelaba que, a pesar de su corta edad, ya había tenido una relación previamente, pero que no había salido bien. El bailarín buscaba un chico similar a él. “Sí, un poco pijo y cayetano. Y si le gusta Bad Gyal y bailar, lo es todo”, explicaba.
El presentador le propuso recibir a su cita bailando. El dating show le ofreció tener un encuentro con Dani, un chico de 21 procedente de Badalona. También bailarín de profesión, el veinteañero reconocía al equipo del programa que le salía “una vena un poco posesiva y de niñato” cuando no “estaba en un plan”. “Tengo un poco de FOMO [miedo a estar ausente]. Igual eso, cuando tenga pareja, puede que sea un poco celosete”, explicaba.
Marc recibía a Dani con un perreo y con Bad Gyal de fondo. Ya de primeras, parecía que al veinteañero le había conquistado. “Me gustado”, le compartía. Ahora bien, a pesar de que la cita prometía, había un gran hándicap para Dani: la edad de Marc. “Me ha parecido mono, pero un poco joven, un poco niño, como adolescente…”, expresaba Dani al equipo.
A pesar de ello, Dani quiso cenar con Marc y conocerle mejor. Mientras disfrutan de uno de los platos, al de Badalona le surgía una pregunta, dado que encontró otro aspecto de su cita que no le hacía mucha gracia: el barcelonés llevaba una pulserita con la bandera de España. Ya antes de preguntarle, hubo cosas que a Dani no le convencían. “Lo veo muy niño, sin saber muy bien qué quiere [para el futuro]”, expresaba. Tampoco le convencía lo que hacía en sus ratos libres. “Quizás busco algo más modernillo”, expresaba.
Como la cita fluía, hubo un momento en el que a Dani se le escapó una frase en catalán. Fue en ese momento cuando surgió el tema de la pulserita con la rojigualda. "Ya pensaba al ver tu pulserita que me habían metido un 'españolazo'”, reconocía Dani a Marc. El chico de 18 años explicó por qué le gustaba tener ese pequeño detalle en la muñeca. “Soy catalán, pero me gusta España y, digo, para mí”, argumentaba Marc.
Dani confesaba a las cámaras del equipo que él asociaba las pulseras con la bandera de España a otro tipo de perfiles. “Yo asocio esa pulserita de España como a un perfil muy concreto de gente, más tirando como a lo facha… pero bueno, no me lo ha explicado muy bien, no lo he entendido”, expresaba a las cámaras del dating show.
A pesar de ello, la cita fluyó, hablando de diferentes temas. De hecho, terminaron bailando en el saloncito privado. Aunque tenían muchos puntos en común, la edad de Marc fue lo que provocó que Dani no quisiera tener otra cita con el joven. “Me ha parecido un poco pequeñito. Me veo más como dos amigos que podemos salir de fiesta que para algo más”, reconocía sincero.
Eso sí, antes de terminar la cita, Dani quiso saber por qué Marc portaba una pulsera con la rojigualda. “Soy catalán, pero soy español también y me gusta España, y por eso la llevo, nada más”, concluía. Aclarado el tema, ambos jóvenes se dieron dos veces y se despedían.