Nebulossa ha vuelto a arrasar en el festival de Eurovisión. Y lo ha hecho más que nunca. Mery Bass y Mark Dasuosa han escrito este sábado, 11 de mayo, el último capítulo a tres intensísimos meses de trabajo. Lo han hecho con una excelente actuación que ha vuelto a hacer que las 15.000 asistentes corearan la letra de Zorra. De hecho, el público lo ha dado todo y ha sido la más aplaudida del primer bloque.
Mery y Mark han salido al escenario del Malmö Arena sobre las 21.50 de la noche, acompañados de los bailarines César Louzán e Iosu Martínez y la batería Ana Vila. Es decir, el mismo equipo que levantó el Micrófono de Bronce el pasado febrero.
El grupo alicantino ha bordado los tres minutos de Zorra, después de hacerlo el jueves, en la segunda semifinal, y el viernes en el Jury Show, donde el jurado profesional vota cada a candidatura. Europa ha captado el mensaje y la canción se ha cantado como un verdadero himno en una final marcada por la expulsión de Países Bajos y con la tensión disparadísima por las protestas contra Israel.
El clímax ha llegado otra vez cuando Mery ha 'entregado' el micrófono a las gradas para que el público gritara al unísono "soy más zorra todavía". Como hemos visto en los ensayos estos días, la actuación ha tenido la misma esencia que la que triunfó en el Benidorm Fest, aunque con ligeras variaciones. Es de justicia reconocer que la cantante ha mejorado a nivel vocal, como también lo ha hecho la escenografía.
La actuación de Nebulossa en Eurovisión ha arrancado con Mery y los bailarines dentro de una jaula, utilizando el gigantesco cubo led del estadio, que ha bajado hasta ras de escenario. En las pantallas de esta jaula se ha proyectado la emblemática cerradura roja, la gran seña de identidad del grupo en este recorrido hacia Malmö.
Aclaramos que esta cerradura simula la entrada de un cabaret clandestino al que Nebulossa invita a todos aquel que se ha sentido marginado y que necesita un espacio como este para sentirse libre. En la actuación, tampoco ha faltado el sillón circular de terciopelo rojo que vimos en la preselección de Benidorm. Mery ha sorprendido besando en la boca a sus dos bailarines en los últimos compases de la canción.
Nebulossa ha actuado en la posición número 8 en la gran final de la 68º edición del Festival de Eurovisión, tras quedar en manos de los productores. Mery Bass y Mark Dasuosa han repetido el orden de Blanca Paloma hace un año en Liverpool. La alicantina quedó en la 17 con Eaea. Zorra se ha cantado después de Lituania y antes de Estonia, en la primera parte del show.
Nebulossa, sin miedo a los "cero points"
En cuanto al vestuario, que lleva el sello Michael Costello, Mery ha lucido un espectacular mono de color negro hecho a medida con 63.000 cristales. La pieza combina materiales nobles como el guipur y el encaje, creando un efecto misterioso y sensual. La artista también ha llevado unos guantes de terciopelo hasta el codo y un corsé. Juan Sebastián ha firmado la puesta en escena.
Pese a que las quinielas dicen que Nebulossa va a luchar por no ser última, ni Mery ni Bass tienen miedo a que el puesto no sea el esperado. "Hay dos caminos, el de la canción y el del concurso. Vamos a divertirnos y seguimos con la misma filosofía. Si quedamos últimos, haremos el 0 Points Tour", decía Mark hace unos días, mientras que Mery, de 56 años, confirmó que le da igual cerrar la clasificación.
"Evidentemente, preferimos que no, pero no vamos a hacer un drama de eso. Tenemos una edad en la que las cosas se ven de otra manera. Si quedamos mal, habrá gente que dirá que era lógico, porque la canción era una mierda y, por otra parte, están los que les gusta la canción era una mierda y, por otra parte, están los que les gusta la canción y dicen que da igual la posición en la que acabemos. Nos sentimos muy protegidos. Ojalá quedemos bien, obviamente, sobre todo por el público", apuntó rotunda Mery.