No hay nada peor que proponer un plan y que este terminé convertido en desastre. Esto es lo que le pasó a Ana Mena con una antigua relación sentimental. La cantante ha acudido a El Hormiguero este pasado martes 7 de mayo para presentar su nuevo single, La Razón, así como dar detalles sobre sus próximos conciertos. Un momento distendido en el que le compartió a Pablo Motos una divertida anécdota sobre un fin de semana romántico que terminó como una película de Ben Stiller o Adam Sandler.
“Esto nunca lo he contado. Estaba saliendo con un chico, llevábamos unos meses ya. Yo soy una persona organizada, por lo menos en los viajes, pero en esa ocasión quiso organizarlo todo él y no hablaba ni papa de español. Preparó un fin de semana romántico, eligió el destino y la casa. Me llevó a la playa y no me dejó ayudarle en nada”, relataba la malagueña.
El motivo de dicha revelación fue que surgió la pregunta sobre historias de parejas, fans o por qué ciertas actuaciones son señales de que toca pasar página con una persona a la que está conociendo sentimentalmente. En esta anécdota, lo que parecía una escapada idílica, terminó en un vergonzoso pero divertido malentendido.
Y es que, en ese momento, Mena ya era una estrella reconocida de la música. De ahí, que el propietario de la finca que había alquilado su novio la reconociese. “Me dijo que eran superfans y mi novio no decía nada porque no entendía”, expresaba la artista, dado que se trataba de un gran recinto y lo que había alquilado su chico era una cabaña dentro de la finca, lo que significaba que los propietarios estaban cerca.
Fue tras una romántica velada cuando surgió un inesperado accidente que daría pie a dicho malentendido. “Total, nos fuimos a cenar y volvimos a la una de la mañana. No había ni desecho la maleta cuando me tiré encima de la cama y las patas se rompieron y se vino abajo”, compartía la cantante de Madrid City.
“Se me jodió la cama! ¿Cómo le cuento yo a este casero, que es muy fan, a la una de la mañana que me he cargado su cama? Me ha visto venir con un chico para pasar un fin de semana romántico”, señalaba la artista, señalando que el propietario de la finca pensaría que el rompimiento de la cama se debería a motivos más ‘íntimos’. Dado lo embarazoso de la situación, Mena decidió no avisar al anfitrión en ese momento.
“Sacamos el colchón como pudimos, me pasé tres noches durmiendo en el suelo como si fuera un camping o un festival. En el último día, le escribí un WhatsApp al casero y le dije que la cama estaba rota. Me contestó con dos emojis de guiño”, revelaba. A pesar de avisar al final de la escapada, no pudo evitar que el propietario de la vivienda pensase que la ruptura de las patas se debió a otros motivos más ‘carnales’.