El vigésimo aniversario del 11-M puso de manifiesto que la estrategia de Marta Carazo en el Telediario 1 y Carlos Franganillo en Informativos Telecinco para competir contra las noticias de Vicente Vallés en Antena 3 reside en tirar de prestigio periodístico llevando sus ediciones hacia un formato mucho más documental.
Los noticieros de RTVE y Mediaset España saben que tienen perdida la batalla de las audiencias contra un Vallés que ya encadena 43 meses como el informativo líder del prime time. De ahí que Carazo y Franganillo sólo opten por la segunda plaza.
Y lo hacen ofreciendo al espectador una propuesta alternativa de calidad cada vez que la ocasión la requiere, que implica un gran despliegue humano y técnico. Este lunes fue uno de esos días, y los rostros de TVE y Mediaset salieron del plató para recordar a las 192 personas que fueron asesinadas aquel fatífico 11 de marzo de 2004.
Pese a los monográficos que pilotaron Carazo en La 1 y Franganillo en Telecinco, Vallés optó por no salirse del guion habitual y cubrir la actualidad desde el estudio. De hecho, en términos de audiencia, Antena 3 Noticias volvió a imponerse a sus rivales con más de ocho puntos de diferencia.
Vallés consiguió la emisión más vista del día, al alcanzar un 18,6% de cuota y 2.464.000 espectadores, según informaron las consultoras en base a los datos de Kantar Media. La segunda opción fue para Franganillo -se afianza por delante de TVE- con un 10,4% y 1.364.000 televidentes, mientras que Carazo se tuvo que conformar con un 9,8% y 1.311.000 espectadores.
Los especiales del 11-M de TVE y Telecinco
Las audiencias demuestran que Vallés no necesita hacer un informativo que se salga del guion, por lo que siguió la máxima que dice que si algo funciona, no se toca. El periodista de Atresmedia dedicó 10 minutos de los 30 totales al 11-M, a diferencia de sus competidores que se volcaron en la escaleta con la cita.
Vallés prestó atención en 'bronca' política de los diferentes partidos, incluida la defensa de FAES, la fundación que preside Aznar, antes de dar paso al resto de la actualidad (la ley de amnistía, el caso Koldo, las elecciones en Portugal y los Oscar), que copó el grueso del informativo.
TVE cuidó al detalle su especial. El Telediario comenzó con un espectacular plano secuencia de Marta Carazo bajando las escaleras mecánicas del vestíbulo de Atocha y terminó con un tributo musical dirigido por Fernando León de Aranoa, en el que Leiva y Travis Birds versionan el tema Yo me bajo en Atocha de Joaquín Sabina.
El noticiero de la pública fue el que más tiempo -tiene mayor duración- dedicó a hablar sobre el 11-M, con 49 minutos divididos en dos bloques separados por uno que ejercía de puente, en el que Ana Roldán informó sobre otras noticias desde Torrespaña. El Telediario tiró del archivo histórico de RTVE para ilustrar con imágenes el terror que se vivió esa jornada.
Carazo, además, charló con una de las supervivientes subida a un tren de cercanías; con un sanitario en una ambulancia y con una psicológa que atendió a las familias en el pabellón 6 de IFEMA, que ejerció de morgue improvisada. También reunió a los directores de ABC y El País, y preguntó a los más jóvenes sobre el 11-M.
En la misma línea estuvo el informativo de Carlos Franganillo, que dedicó 26 minutos de los 31 totales. El periodista procedente de la televisión pública hizo hincapié a que "la fractura no se ha cerrado", una idea compartida también por Vallés y Carazo.
El informativo de Mediaset recogió testimonios de las familias de personas asesinadas, así como entrevistas grabadas previamente al que fuera director del Samur ese día, a agentes del CNI y a Fernando Reinares, el autor del libro 11-M. Pudo evitarse. Con la jefa de Nacional de Informativos Telecinco Rosa Lerchurdi, repasó la cronología de los atentados hasta las elecciones tres días más tarde.
Llegados a este punto, el 11-M es el mejor ejemplo que habla de cómo los rostros de La 1 y Telecinco contraatacan a las noticias de Vallés. Si el periodista de Antena 3 ha llevado a sus informativos a lo más alto por sus opiniones editoriales, Franganillo y Carazo han sacado al reportero que llevan dentro, poniendo el foco en las historias que hay detrás de los protagonistras sin caer en el morbo.
Este trabajo periodístico no sólo acerca los informativos al género documental, sino que ofrece al espectador unos contenidos mucho más masticados en tiempos en los que estamos constantemente informados gracias a las redes sociales. Consiguen además elevar la calidad de su producto y tener un estilo propio y reconocible.
La estrategia bien podría recordar a lo que ocurre en la franja de El Hormiguero, donde el programa de Pablo Motos no tiene rival, y el resto de canales deben resignarse a emitir un formato con sello propio, a la espera de que, en algún momento, el ciclo de Trancas y Barrancas llegue a su final.