Tras Ana Belén, ahora es el turno de Henar Álvarez. La presentadora y bloguera protagonizada el cuarto episodio de la quinta temporada de Lo de Évole. Después de obtener el pasado domingo 4 de febrero su máximo de audiencia de esta tanda, con un 8% de share y 1.167.000 espectadores, el periodista barcelonés mostrará una faceta más desenfadada de la humorista, quien no duda en ser una voz sin pelos en la lengua y hacer gala de sus orígenes.
Con más de 600.000 seguidores en Instagram y elegida por la revista Forbes como la mejor podcáster del año, Álvarez decide mostrarle a Évole cómo es la noche madrileña, llevándole a tomar cañas por los bares de la capital española, mostrándole una serie de locales con tapas y copas con las que se ve otra mirada del Madrid más castizo. A través de estas cañas, aparecen el desparpajo y autenticidad de la cómica que han agitado la comedia mainstream al darle la vuelta a los roles de género, pero también sus dudas e inseguridades.
Por supuesto, Álvarez recuerda que ella utiliza el humor para tratar de cosas series y que está sumamente implicada en la lucha de clase con perspectiva de género. La expresentadora de Días de cine habla de sexualidad sin tapujos, de maternidades imperfectas y reivindica la infidelidad femenina. Álvarez ve diferencia de clases en lo referente de acceder a servicios básicos que considera que son inalcanzables para otros. Para la bloguera, los varones no quieren “perder sus privilegios”.
“El feminismo no va a hacer la vida de los hombres mejor, la va a hacer peor. Pero da igual, porque no se trata de esto”, le comparte al periodista barcelonés, quien considera que “a las mujeres se nos ha arrebatado la sexualidad totalmente”. De la misma forma, habla de cómo a ellas “siempre se la juzga”. “Hace falta muy poco para que a un hombre se le considere un padre excelente y también muy poco para que a una mujer se le considere una madre de mierda”, expresa de forma rotunda.
Además de hablar de feminismo y lucha de clases, Álvarez ha querido mostrar su lado más personal. La humorista narra cómo las “penurias” que pasó su familia cuando era niña o cómo el éxito profesional le ha permitido hacer el cambio "más importante" de su vida "a nivel social", tener que dejar de preocuparse por el lado económico.