'La isla de las tentaciones' y el corazón, los éxitos de la vieja Telecinco que demuestran una continuidad
'Así es la vida' y 'Fiesta' han hecho como propios ciertos recursos que usaba 'Sálvame' y la oferta matinal es una sucesión de la anterior.
9 febrero, 2024 01:38Noticias relacionadas
El 23 de junio de 2023 marcó un antes y un después en la historia de Telecinco: en los primeros compases del verano se emitía, en directo, el último programa de Sálvame. El magacín de La fábrica de la tele decía adiós con una audiencia a la baja, pero aún mayor que las opciones que, posteriormente, le sustituyeron: Así es la vida y TardeAR.
Sin embargo, la nueva directiva de Mediaset España consideró entonces que el programa presentado por Jorge Javier Vázquez, Adela González y María Patiño había cumplido un ciclo y tocaba ponerle punto final.
Más de una década en antena donde Sálvame ya no solo revolucionó la manera de contar las noticias del corazón, sino que también creó un subgénero propio dentro del magacín, donde sus colaboradores se convertían en protagonistas. Un recurso que retroalimentaba al propio programa y que rellenaba, en ocasiones, contenido ante la ausencia de noticias.
[La cancelación de ‘Sálvame’ nos está regalando los momentos más divertidos del programa en meses]
El fin de Sálvame marcaba, en cierta manera, un cambio con visión de futuro. La nueva directiva quería dibujar una nueva Telecinco alejada de la manera de hacer televisión de Sálvame y que, incluso, había 'salvamizado' otros programas de la cadena como Gran Hermano, Supervivientes e incluso marcado el compás de la forma de trabajar de los programas del fin de semana: Socialité, Viva la vida y posteriormente Fiesta.
Pero, tras algo más de medio año: ¿Ha sido tal el cambio? ¿Qué funciona en la cadena? ¿Existe aún un halo de Sálvame en la programación de Telecinco?
Continuismo sí, ruptura no
En los últimos meses, con mayor o menor acierto, Mediaset ha llevado a cabo un sinfín de cambios y estrenos en prácticamente todas las franjas del día. Sus nuevos Informativos pretenden, además, que el espectador sienta que de verdad se encuentra en una nueva etapa.
Es cierto que el tono tan polémico y sin prácticamente líneas rojas que tenía Sálvame no se repiten en ningún programa de la cadena, por lo que el nuevo código ético marcado por los directivos podría decirse que ha funcionado.
Sin embargo, el espectador no vislumbra del todo una Telecinco muy diferente a la 'vieja' cadena. Telecinco triunfó durante décadas por su manera de hacer televisión irreverente y sin complejos. El espectador buscaba en su mando esa locura de cadena que, ahora, con su propósito de ser menos agresiva y más blanca no llama la atención como antes.
En enero volvió a quedar tercera por detrás de Antena 3 y La 1 y sin alcanzar el doble dígito. ¿Echa de menos la audiencia a la vieja Telecinco? ¿Terminará acostumbrándose a la nueva? Sea como fuera lo cierto es que los mayores éxitos de la cadena en la actualidad son dos viejos conocidos por su audiencia.
La isla de las tentaciones, uno de los grandes aciertos de la última época de Paolo Vasile, está llegando a alcanzar un 17% de audiencia en su emisión los miércoles. Y Vamos a ver, quese ha asentedo en las mañanas, recuerda perfectamente en su escaleta al programa que sustituyó, El programa de Ana Rosa, líder durante 18 años y que ayudó a fidelizar a la audiencia matinal.
Una línea continuista que también se ve en otros programas de la cadena. Mediaset cambió el Deluxe y sus colaboradores, por De viernes y los suyos. Desde su estreno, el programa de Santi Acosta y Beatriz Archidona ha sufrido algunas críticas por sacar a la palestra una sucesión de hijos de famosos hablando de su infancia y criticando a sus padres. Mar Flores, de hecho, llegó a sacar un comunicado ante la presencia en plató de su hijo, Carlo Constanzia. ¿Es este un contenido diferente al que hacía Sálvame?
También Así es la vida ha sufrido una cierta 'salvamizacion' de sus contenidos. Con fuertes peleas en plató y algún amago de abandono, amén de tener a José Antonio Avilés en plantilla. Un mini Sálvame, pero sin ser Sálvame.
Demasiados recuerdos de la antigua Telecinco en la nueva programación que dificultan al espectador sentir que, de verdad, se encuentra delante de una nueva etapa de la cadena.