Telecinco se ha llevado una alegrón con la séptima edición de La isla de las tentaciones. El reality presentado por Sandra Barneda no puede estar teniendo un rendimiento mejor en el prime time de la cadena principal de Mediaset España, donde prácticamente nada le ha funcionado en los últimos meses pese a estrenar una gran variedad de formatos.
El programa de Cuarzo está siendo lo que mejor le está funcionando a Telecinco con diferencia. Ni GH DÚO ni Bailando con las estrellas se acercan a los datos que está cosechando La isla de las tentaciones que, después de cinco entregas, promedia un 14,9% de share y 1.246.000 espectadores. Se puede considerar un éxito porque mejora la media del canal, que tras la primera semana de febrero se sitúa en el 10%, en casi cinco puntos.
La isla de las tentaciones ha visto como poco a poco ha ido enganchando al público. Así, del 13,9% y 1.115.000 seguidores de su estreno (el peor de toda su historia), el reality creció hasta su mejor dato en espectadores el pasado miércoles, al firmar un gran 17,2% y 1.466.000 televidentes.
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El programa creció en siete días -venía de firmar récord de share con el 17,7%- 5,6 puntos y casi 350.000 espectadores, aprovechando la ausencia del fútbol en La 1. Y es que la semana anterior, La isla de las tentaciones sufrió las consecuencias del partido de Copa del Rey que disputaron el Athletic Club y el Barcelona, que disparó las audiencias con la prórroga (38% y 4,5 millones).
Pero no sólo ayudó el parón del campeonato del KO. Los espectadores estaban deseosos de ver la reacción de Álex después de descubrir la infidelidad de Marieta en un potente cliffhanger. Es precisamente ahora, en el ecuador de la edición, cuando las historias entre las parejas y sus tentaciones están en completa ebulicción.
Las buenas noticias para Telecinco no acaban aquí, pues el programa no sólo está sacando rédito de su emitión en lineal, si no que en diferido también está arrasando. Como refleja el informa GECA en su balance del mes de enero, La isla de las tentaciones copa los cuatro primeros puestos de lo más visto en diferido, en un ranking monopolizado por La promesa, de La 1.
De las audiencias positivas de La isla de las tentaciones se pueden hacer varias lecturas. Una de ellas es que Telecinco ha hecho bien en dar un descanso de un año al formato, después de que la quinta (14,1%) y la sexta edición (13,6%) se solaparan en la parrilla, al emitirse con apenas tres semanas de diferencia.
El público quiere seguir consumiendo los mismos contenidos de siempre
Si una terminaba a finales de diciembre de 2022, la otra echó a rodar en la última semana de enero de 2023. Lógicamente, sus audiencias se resintieron al quemar el formato, si bien es cierto, que el canal lo hizo por necesidad porque no tenía otro formato con el que rellenar sus noches.
Aquí, hacemos un breve paréntesis para recordar algo que analizamos en estas páginas: Cuarzo dejó de grabar dos ediciones en verano porque desde este mismo año empezará a producir Supervivientes. De esta forma, Mediaset recompensó a la factoria de Juanra Gonzalo otorgándole el buque insignia de la cadena tras la finalización de la etapa con Bulldog, y del que se va a echar el resto para acabar la temporada televisiva por todo lo alto.
Retomando las buenas audiencias de La isla de las tentaciones, Telecinco puede hacer una lectura más, y es que, su público quiere seguir consumiendo los mismos contenidos de siempre. Telecinco nunca puede desprenderse de este tipo de formatos que, aunque no lavan la imagen como sí puede hacerlo La mejor generación, por ejemplo, sí tiene la misión principal de entretener.
Y La isla de las tentaciones es eso. Es ponerse delante de la pantalla y sentir el morbo que genera ver cómo parejas jovencísimas ponen a prueba su amor en un contexto de lujuria total, en un ambiente paradisiaco y de fiestas de por medio. Un entretenimiento puro que no hace daño a nadie y que pone ese toque gamberro que ha perdido la televisión en los últimos tiempos.