Sandra Barneda no ha dudado en hacer un balance de este 2023 que llega a su fin. La periodista ha vivido momentos “clave” en este año, como la titánica labor de tomar el relevo de dos programas emblemáticos: Sálvame y Viernes Deluxe. La cancelación de los dos formatos ha sido una de las noticias televisivas más impactantes del año. El lanzamiento tanto de Así es la vida, como del fallido proyecto La última noche han marcado el año de la barcelonesa, quien no ha dudado de hablar de esta experiencia.
Ha sido en su cuenta oficial de TikTok donde Barneda ha compartido cómo ha vivido este 2023. “Por primera vez, hablo de cómo me he sentido este año”, escribe a modo introductorio, reconociendo que ha sido “un año difícil, pero lleno de aprendizaje”. “Ha sido un año de reemprender el vuelo”, comienza comentando al inicio del vídeo. “Venía de unos años jodidos, de recaídas, de no reencontrarme a mí misma”, señalaba. “Siento que inauguro una nueva etapa de mi vida”, prosigue.
Por ello, la periodista y escritora resalta que “en 2023” no le ha “faltado trabajo”. “He estado bien de salud. En el amor, yo empecé un poco descreída, pero el amor me ha acompañado. El trabajo ha sido un año de muchos giros inesperados. 2023 me ha dado sorpresas, varias de ellas duras”, reconoce, para después revelar que estuvo tentada de abandonar, dada la presión y las críticas que sufrió por ser la encargada de relevar a Sálvame.
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“Algunas veces, he estado en cruzadas que no eran mías y en medio de esa cruzada, he tenido que defenderme y defender lo que estaba haciendo”, manifiesta. A pesar de que, realmente, iba a ser Ana Rosa Quintana la que tomase el relevo de Jorge Javier Vázquez en las tardes, tal y como sucedió en septiembre con el estreno de TardeAR; fue Barneda y el equipo de Así es la vida los que se enfrentaron a un fuerte escrutinio de un público que no entendía cómo se cancelaba un programa que funcionaba.
Barneda señala que tuvo que enfrentarse a “críticas injustas”, aunque reconocen que le “han enseñado mucho”. “A mí me lo cuentas, el que voy a vivir un momento tan clave y estar ahí, en medio del triángulo de las Bermudas; pues yo no me lo esperaba”, admite, para después confesar que se barajó el renunciar.
“Yo, en algún momento, pensé que no podría con la presión, porque había mucha. En algún momento, pensé: lo dejo”, confiesa. “No estoy disfrutando, no me encuentro bien”, continúa; aunque señalando que, tras ese bache, se sintió con fuerzas para seguir adelante. “Pero son esos picos donde, si los pasas, aprendes mucho. Creo que he salido reforzada”, declara, para después compartir que la experiencia de suceder a Sálvame ha sido “muy heavy”.
“De verdad, en todos los niveles”, añade. “Para mí, ha sido el gran aprendizaje de aprender a soltar. No sabes lo que va a pasar, no depende de ti”, en referencia a las audiencias iniciales que tuvo el formato. “Pensar desde ahí, relaja y pensé: disfruta, tía. ¡No te des tanta caña!”, comparte, para señalar finalmente que “2023 ha sido muy positivo”.
“Aunque ha habido una gran cuesta arriba. Creo que ha sido un año inesperado, también en todos los sentidos. Ha habido momentos muy fuertes, pero le doy las gracias. Creo que vuelvo a creer un poquito más”, finaliza. Lo cierto es que, a pesar de que La última noche no funcionó, Así es la vida se ha convertido en un proyecto a largo plazo.
Pensado inicialmente como magacín de verano hasta el desembarco de TardeAR en otoño; sus buenos resultados de audiencia a finales de la temporada estival hicieron que Telecinco optase por convertirle en un magacín de sobremesa, que ha conseguido colocarse como la segunda opción más vista de esa franja, con una media del 8,7% de cuota y 830.000 espectadores, aunque con picos en el último mes en el que ha superado la barrera del doble dígito de share y el millón de televidentes.