Bertín Osborne acudió este miércoles a El Hormiguero para presentar su nuevo disco, Ranchero, una recopilación de rancheras clásicas firmadas por grandes figuras del género. El cantante y presentador regresó al programa de Pablo Motos en un año en el que no ha dado apenas entrevistas y ha estrenado la temporada número 12 de su programa Mi casa es la tuya.
El cantante, que comenzó la entrevista cantando su nuevo villancico, El niño Jesús ha nacido en Triana, contó que un artista puertorriqueño le ha plagiado su popular tema Necesito una amiga. "Le iba a demandar, he llamado a la SGAE, pero después de verle, pobrecito, este ha vendido cuatro discos", señaló.
El programa se convirtió en una sucesión de un sinfín de anécdotas del jerezano, quien, como suele ser habitual, convirtió la entrevista con Pablo Motos en una charla distendida entre amigos, alejada de cualquier polémica que rodee al artista.
El 'envenenamiento' a un amigo
Durante la entrevista, Pablo Motos contó que, un día con Bertín "te lo pasas muy bien", pero "acabas muy pedo". En este sentido, el presentador de El Hormiguero preguntó al cantante por su faceta bromista. "Me han dicho que tú gastas unas bromas que están prohibidas por la ONU a tu amigo Ignacio", dijo.
Bertín contó entonces una broma que hizo a su "hermano" Ignacio, al que calificó de "bueno". "Le encanta que le gasten bromas, se las gasto gordas porque hemos acabado en el hospital más de una vez. Cuando yo me tiro tres o cuatro meses sin gastarle alguna, me llama preguntándome si estoy enfadado con él", aseguró.
En una de estas bromas, su amigo Ignacio acabó casi envenenado. Todo sucedió un día en casa de Bertín, en una comida distendida entre amigos. El cantante y presentador pidió dos pastillas a un amigo que había sufrido un accidente y utilizaba esta medicina para "calmarle los dolores". "Las aplasté y metí en el canapé. Cuando llega la bandeja, Ignacio mete la mano para coger el más grande y se traga aquello", relató.
Media hora después, su amigo comenzó a sentir un gran sueño, por lo que decidió echarse una siesta. "Se levanta a las 6 de la tarde y aparece en el salón como un mono rascándose, lleno de ronchas. 'No puedo respirar, me pica todo', decía", aseguró el presentador.
Por fortuna, en la sala se encontraba la pareja de un amigo de Bertín, que era doctora. "Le preguntó a Ignacio si era alérgico a algo, y dijo que a la sulfamida. Miramos, y las pastillas eran sulfamida pura", continuó. En ese momento, todos se asustaron, pero bastó con que la médica le administrara una inyección de urbason para calmarle el brote alérgico.
Una vez pasó todo, lejos de contar nada a su amigo, Bertín continuó con la velada como si nada hubiera sucedido. "Se lo dije dos meses después, 'no te he matado de milagro', y él, muerto de risa, me decía 'pero qué cabrón eres", señaló el cantante. "Y de esas, unas pocas", añadió.