Este miércoles, First Dates ha tenido una entrega muy especial. Y es que todos los comensales han comido con un antifaz, sin poder ver la cara, ni el cuerpo, ni las expresiones de sus respectivas citas. Una prenda que suponía un gran reto para todos los participantes, que no podrían dejarse llevar por las primeras impresiones. Y es que ha sido más de una y de dos veces que algún soltero ha abandonado el conocido restaurante de Cuatro al ver a su cita, porque, sencillamente, no le entraba por los ojos.
Una de las parejas que podrían surgir en esta ocasión estaba protagonizada por Carmen María y Ángel. Ella buscaba una relación estable, y anhela formar una familia. Pedía, eso sí, un hombre con buen cuerpo; no podía ver al hombre que tenía frente a sí, pero al tocarle sospechó que era alguien que se cuidaba. Él, por su parte, se definía como alguien romántico, que buscaba a su media naranja para acurrucarse en el sofá y ver programas como al que estaba acudiendo este 29 de noviembre. Para él, el físico no era algo importante.
En la cena parecía ir todo bien, y no faltó la música, en el sentido más literal. Ángel le dijo a Carmen que le gustaba bailar y cantar, y que tocaba algún instrumento. Al preguntarle por su cantante valenciano favorito, tras responder erróneamente Mónica Naranjo, que es catalana, Carmen dijo que Francisco, y el soltero se arrancó a cantar uno de sus temas más populares. Para ella fue algo sorprendente, pues nunca le habían cantado en la primera cita.
Sin tener miedo al sonrojo, puesto que no se veían las caras, Ángel le preguntó a la mujer: “¿Qué piensas de las relaciones sexuales, cuál es para ti el lugar que tienen dentro de la de la pareja?”. “A mí me gustan. Para mí es importante, pienso que el lugar donde más cariño te da
y donde más se afianza un poco la relación también, ¿no? Es decir, cuando te enfadas tienes sexo es para reconciliarte también, para disfrutarlo, porque estás enamorado”, le respondía ella.
Ángel se calificaba como alguien “bastante pasional”, y en el confesionario, ella aseguraba que cree que será “bastante pasional, pero no sé hasta qué punto. Habría que comprobarlo”.
Todo parecía ir viento en popa. A la hora de decidir si tendrían una segunda cita, él relató cómo ha sido algo “muy delicioso”, y ambos coincidieron en que volverían a tener un encuentro. Llegó entonces el momento de quitarse los antifaces, y ahí, Carmen demostró que para ella la belleza no está solo en el interior.
Un redactor del programa les preguntó que, si tras verse, seguirían teniendo una segunda cita. “Te imaginaba así”, reconocía él, ilusionado. “Yo en mi expectativa también bueno, imaginaba otro tipo de físico, pero bueno, ha sido muy agradable y y me alegro de haber tenido la cinta contigo”, le respondía ella. “Yo me veo más como amiga tuya, que como pareja, pero no me cierro a conocerte, pero como amigo”, le decía a Ángel. Y todo, por su apariencia. “En cuanto al físico, pues no me atrae demasiado su físico”, reconocía.