La artista andaluza Pastora Soler está terminando su gira, y tras varias fechas por España, actuará el próximo 22 de octubre en el Wizink Center de Madrid. Para promocionar su espectáculo, la que fuese representante de España en el Festival de Eurovisión acudió ayer por la tarde a Más Vale Sábado, tras haber estado la tarde anterior en Y ahora, Sonsoles, y charló en directo con Boris Izaguirre y Adela González.
“Mi obsesión es la búsqueda de ese equilibrio que no es nada fácil, pero creo que sí, que que lo logro conseguir dentro del caos de vida que llevamos, pero lo logro conseguir”, decía al principio del encuentro. “Equilibrar el lado personal con el profesional es difícil”, reconocía la cantante, que mencionaba cómo ha pasado muchas cosas en su vida y “se aprende mucho de los momentos malos. Es muy importante el equilibrio. Muchas veces en lo artístico nos preocupamos tanto de nuestras profesiones que nos olvidamos de nuestra parte humana”.
Entonces Boris Izaguirre le propuso compartir, si a ella le parecía bien, el “incidente” que sufrió en 2014, cuando perdió el conocimiento durante un concierto en Sevilla. “Te agradecería que las imágenes en sí...”, respondía la invitada. “No las veamos”, proponía Boris. “Ese momento para mí fue traumático”, remataba Pastora Soler, y el programa accedió a su petición y no ofrecieron su desvanecimiento.
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“Desencadenó en todos esos meses de no disfrutar el escenario y el dejar mi profesión. A partir de ahí hay un antes y un después en el que empiezo a construir esto de otra manera, y cuando volví... Quizá por eso el equilibrio para mí es tan importante. Lo empecé a construir todo desde esa base y por eso estoy siempre con esa fijación no te olvides de la persona o no te olvides del artista porque ahora mismo quizás soy más persona y madre que artista”, remataba.
Antes de dejar el tema a un lado, Izaguirre le preguntó si se daba cuenta de cómo era una ayuda enorme para personas que se puedan encontrar en su misma situación, pues en 2014 no se hablaba igual de la salud mental que en la actualidad. Así, Soler reconoció cómo sintió el cariño del público y de la profesión, y que le llegaron muchas historias de gente que estaba pasando lo mismo. “O incluso cuando fui capaz, a los cuatro años, de volver. El preguntarme: cómo lo has hecho. El intentar aconsejar, el intentar contar esa experiencia. Me apoyé mucho en mi familia, por supuesto en mi marido. Y en intentar conocerme un poco más a mí misma como persona”, aseguraba la invitada del programa.