La vuelta de Password, con Cristina Pedroche como sucesora de Luján Argüelles, ha logrado liderar el prime time del viernes frente a los flojos datos de La última noche. Ahora bien, el concurso de Fremantle ha vuelto con nuevas dinámicas y un renovado plató que ha provocado divisiones entre el público, el cual no parece estar del todo convencido con los cambios que ha tenido respecto a su etapa en Cuatro.
Y es que la versión de Cuatro, que también presentó Ana Milán, estaba basada en la versión que organizó Regis Philbin entre 2008 y 2009 para la CBS. La propuesta de Atresmedia ha sido la de adaptar el formato original, con un estilo cercano al que presenta Keke Palmer junto con Jimmy Fallon desde 2022, cuando NBC decidió revivir el formato en Estados Unidos. Con lo cual, la mecánica es completamente distinta. De ahí, que el público se sorprendiese al ver esta versión.
La versión de Cuatro consistía en una pareja formada por un concursante y un invitado famoso que compite contra compuesta también por un participante anónimo y una celebridad. El objetivo era el de adivinar la palabra que le aparecía en la pantalla a uno de los componentes de la dupla. Durante un tiempo concreto, la pareja tenía que adivinar el mayor número de palabras. El componente que debe dar pistas para que el otro adivine la palabra.
El juego iba por rondas, lo que hacía que el famoso y el anónimo tuviesen un tiempo mayor a la hora de dar pistas para que el otro adivine la palabra. El concurso tenía cuatro rondas de 30 segundos y en cada una de ellas había un máximo de cinco palabras para adivinar. Aquel concursante que acertase más palabras, pasaba a la ronda final.
Una versión similar a la de Jimmy Fallon en NBC
La versión de Antena 3 adapta la premisa original y que tiene actualmente el revival de NBC. En este, compiten dos equipos, compuestos respectivamente por un famoso y un concursante anónimo. El juego comienza con ambos famosos sabiendo la palabra prohibida. El primer famoso da una pista al participante y este tiene un tiempo limitado para responder. En caso falle, es la otra pareja la que debe adivinar la palabra, así hasta que alguien acierte.
En esta versión, el concursante anónimo también tiene una ronda en la que debe hacer que el famoso adivine la palabra prohibida. Además, en cada ronda, los famosos se van turnando con los anónimos, lo que hace que no sean parejas fijas. Aunque se trata del formato original, este nunca se había visto en la televisión española. De ahí, que haya habido espectadores que consideren que es “otro programa”.
“Definitivamente, es otro programa. Antes había rigor en las pistas y era divertido y emocionante. Con esta laxitud en las normas, se han cargado [la esencia] del programa. No voy a comentar nada de la presentadora, porque para mí, la cagada es el formato y da igual quien lo presente”, certificaba una seguidora. “Me ha parecido muy lento, con pruebas repetitivas y sin ritmo”, compartía otro tuitero. “Aporta poco, me da que en las siguientes semanas, bajará”, añadía.
“Me gustaba mucho más el formato antiguo, con tiempo que siguiera el mismo concursante. Este es el modelo que hace Jimmy Fallon con famosos en Estados Unidos. A lo mejor sólo con famosos haciendo el canelo funcionaría, pero así... Le falta ritmo”, opinaba otra internauta.