El pasado martes la gala de Supervivientes arrancó con problemas; Carlos Sobera anunció un fallo en el sistema de votaciones, y por ello, las mismas se reiniciarán en el programa de esta noche. Pero la jornada no acabó mucho mejor: el debate, que debía haber incluido la ceremonia de salvación, precipitó su final por desavenencias entre Manuel Cortés y su hermana Alma Bollo con Carmen Borrego, Isa Pantoja y Marina Navarro, la defensora de Artùr Dainese.
La propia Carmen explicó ayer cómo se produjo el fuerte desencuentro en Sálvame, y el programa de La Fábrica de la Tele no ha perdido la ocasión de hacer un poco de espectáculo a raíz de esto. Y por ello, este jueves, Carmen llegó al plató escoltada por Kiko Matamoros y Alonso Caparrós, que portaban un escudo policial. Delante de ellos se encontraba Chelo García-Cortés, que se aseguraba de que la zona estuviese despejada y que así la hermana de Terelu, y también Marina Navarro, pudiesen llegar sanas y salvas al plató. “No hay Bollos en la costa”, decían con mucha ironía, temiendo quizá que se encontrasen con Raquel o con alguno de sus hijos.
Una vez el programa arrancó, se puso sobre la mesa los malos modos que habrían mantenido a lo largo del tiempo tanto Alma Bollo como Manuel Cortés, al que definían como un chico tímido y agradecido cuando se sentó en Sálvame las primeras veces.
De esta manera, en un vídeo, se calificó lo vivido como “la noche más terrorífica vivida en Telecinco”, en la que Isa Pantoja tuvo que abandonar las instalaciones de la cadena por la puerta de atrás por miedo a encontrarse con su prima. “Ellos sabrán lo que pasa por su mente al defender cosas que son realmente absurdas para los que estamos allí. Pero ellos realmente lo viven intensamente”, explicaba Marina Navarro. Y María Patiño le cortaba para decir que el problema lo heredan de su madre, Raquel Bolo, quien “tiene una campaña de conspiración desde que yo la conozco, y evidentemente estos niños han mamado lo mismo que su madre ha transmitido durante años. Que el mundo va en su contra”.
Marina explicó, además, que no solo ha habido tensiones con la familia Bollo, y ha señalado a la defensora de Jonan Wiergo como autora de insultos y gestos ofensivos. “Lo que se está viviendo este año, no sé si es porque es más largo (el concurso) o por qué será, pero se está viviendo como si estos se fueran a ir en busca del maletín, cargándose a lo que se ponga por delante”. Para Carmen Borrego, parte del problema de Manuel y Alma es que se siguen comportando como si no fuesen personajes públicos, y que por eso no consienten que se hable de ellos.