El valioso consejo de Ona Carbonell en ‘El Hormiguero’ para los deportistas que se van a retirar

Tras una amplia carrera de más de 20 años en la que ha ganado más de 90 medallas, dos de ellas olímpicas, la nadadora de natación sincronizada Ona Carbonell anunciaba este mes de mayo su retirada. Y este lunes ha acudido a El Hormiguero a hablar de ese adiós al deporte. “La ilusión y la pasión no era la misma”, le comentaba a Pablo Motos la invitada, que siempre supo que lo dejaría por el frío de los entrenamientos o por una falta de motivación. “Cuando pierdes la motivación no es justo ni para el equipo ni para mí”, decía.

Pablo Motos le afirmaba que la retirada de una deportista siempre es triste, y más en su caso, cuando aún es joven, pues no ha cumplido los 33 años. Ella reconocía que en otros oficios la retirada es más tarde, pero que ella es “afortunada y estoy agradecida de haber podido llegar hasta aquí”. En la retirada de los deportistas puede haber factores o que no se vean al nivel de sus propios mejores momentos, tal como le ha sucedido a ella. Pero además en su casi “ha sido más emocional”, porque cuando tienes que pasar 10 horas entrenando “o estás muy motivada y vibras por dentro o es imposible”. “Ha tirado mucho mi familia”, añadía, haciendo mención de sus dos hijos, uno de ellos de 2 años 9 meses y otro de 11 meses.

“¿Qué le dirías a un deportista que está un poco perdido porque no sabe afrontar su final?”, quería saber el presentador, y ahí Ona dio un consejo muy valioso. “Trabajar el final de tu carrera cuando estás en activo, cuando todavía estás compitiendo”, relataba. Así, explicó que hay que hablar con psicólogos y “prepararte el día después”, y más cuando “hemos vivido toda la vida intentando ser mejor del mundo”. Además, recomendó “aprender de otros ámbitos de cocina literatura”, para que el día después de la retirada sea todo “un poco más fácil”.

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Para Carbonell no se puede decir que haya sido todo un alivio la retirada porque “me gustaba mucho competir. Y lo que voy a echar de menos”. En ese sentido, detalló que la adrenalina de una competición “es indescriptible”, porque trabaja 60 horas semanales para pruebas de 3 minutos y 40 segundos.

Sobre sus rutinas de entrenamiento con sus compañeras, detalló que tienen su propio “lenguaje submarino”, y que dentro del agua ríen o lloran, hasta el punto de que a veces se ha tenido que quitar las gafas para dejar que salgan las lágrimas.

Aunque está contenta con su trayectoria, Ona explicó que “en el deporte no todo es bonito, es importante entender que el fracaso es parte del camino. Vivimos en una sociedad de inmediatez y el deporte requiere mucho entrenamiento y para nada salen todas las cosas bien”. En la actualidad, la que fuese ganadora de MasterChef Celebrity nada en la piscina del pueblo donde vive porque “necesita agua”, si bien, prefiere la del mar.

De sus buenos momentos como profesional de la natación sincronizada se queda con las medallas de los Juegos Olímpicos de Londres, y el más amargo cuando se quedó a las puertas de ir a esos mismos juegos, lo que le hizo casi entrar en depresión y pasar por “esas fases de duelo, injusticia, tristeza, y luego, volver a empezar”.

Como anécdota divertida de su carrera, recordó cómo en 2013 hizo el tema Barcelona de Freddy Mercury y Montserrat Caballé, y por ello pudo conocerla. “Me dijo que tenía que expresar más con los brazos, que con las piernas bien”. Y el momento más divertido fue cuando la soprano le puso la mano en la barriga “y me dice: da una nota”. Y que como ella no canta ni en la ducha soltó un sonido que hizo a Caballé exclamar “uuhh”. Antes de dar paso a un juego con las hormigas, Ona destacó que en la actualidad es diseñadora de moda de baño que se realiza con tejidos reciclados. Y que en la actualidad, aunque necesita el deporte, casi no entrena “porque priorizo todo, menos hacer deporte”.