El viernes pasado saltaba la noticia de que Sálvame terminaría en junio. Y como allí se lo toman todo a cachondeo, empezando por su propio futuro, el programa se está tomando con mucho humor su recta final. Ya en la entrega del viernes del Deluxe se hacían pequeños chistes, como decir que “aquí huele a muerto”, o que pronto podrán irse a conocer otros países porque tendrán vacaciones de más.
El lunes, muchos se frotaban las manos esperando ver qué movimiento hacía Sálvame, si iban a hacer mención a su final, o si mirarían para otro lado y seguirían tratando los temas del momento, como las aventuras de Yaiza Martínez o la entrevista de Jesulín a Mi casa es la tuya. Y sucedió las dos cosas: trataron las noticias que corresponderían a una entrega normal, sin dejar de hacer bromas sobre el aciago porvenir que tienen todos aquellos que se quedan en el paro.
De hecho, Sálvame no lo arrancó ninguno de sus presentadores, sino un señor al que no conocíamos. “Soy Jesús Ripoll. Soy un asesor laboral experto en motivación de equipos, con 25 años de experiencia. Y vosotros, que lleváis 14 años aquí, sentados, en este programa, fuera del mercado laboral, estoy seguro de que tenéis un currículum vintage cuanto menos”, decía este profesional. “No os agobiéis, porque yo os voy a dar las pautas para triunfar en una entrevista laboral y, sobre todo, para que realicéis un buen currículo y se peleen por vosotros”, añadía, marcando así el tono de la entrega.
Sálvame no solo se burlaba de su propio final, sino que le daba la vuelta a la tortilla para que a ninguno de sus colaboradores le pudiese faltar el pan. Jesús Ripoll se fue reuniendo uno a uno con los presentadores y colaboradores, resaltando sus puntos fuertes, destacando las virtudes que se conoce de ellos, haciendo preguntas sobre cómo podría encajar en otras empresas.
Que un trabajo llegue a su fin es algo que a nadie le hace gracia, pero Sálvame ha hecho alarde de su esencia más surrealista para que hasta de eso nos podamos reír. Belén Esteban, por ejemplo, se vendía como bailarina (porque ganó un concurso), cantante dispuesta a amenizar cualquier evento y hasta relaciones públicas. Según contó, lo que tú necesites ella te lo consigue, como Anabel en Vis a vis.
[El futuro incierto en Telecinco de Jorge Javier Vázquez, la principal cara del modelo 'Sálvame']
Otros como Frigenti, sin embargo, no tienen la vida tan resuelta, y sí que daba un punto de sensatez y seriedad a su charla con el orientador. “Soy consciente de la situación que tengo es complicada, sé que hay mucha gente con muchos prejuicios, sé que surgirá algo, pero no va a ser fácil, asusta, tengo miedo”, confesaba el periodista.
¿Se hizo suficiente humor sobre el cierre del chiringuito? En absoluto. Por eso, el martes, dieron un paso más allá, y llevaron a un tasador para que dijese cuánto vale el plató, el mobiliario, hasta preguntaron por el mural dedicado a la figura de Mila Ximénez. Evidentemente, Sálvame no es una agencia pequeña que tenga que vender sus propiedades: el plató es de Mediaset, pero ellos no perdieron la ocasión para hacer un poco de espectáculo. Hasta se colgó un cartel de Se traspasa, como si existiese la opción de que un interesado llamase para hacerse cargo de la empresa.
Y ya el miércoles se dio un paso más y se llevó el fin de Sálvame hacia un lado esotérico. ¿Recuerdan cuando en la película Los Goonies la madre habla de limpiar para que cuando la echen abajo no haya suciedad en su interior? Pues algo así ha hecho el programa de La Fábrica de la Tele. Y es que llevaron a dos santeras, Montse y Nerea, para que limpiasen las malas vibraciones del plató, que, al parecer, serían muchas.
No es para menos. En el plató de Sálvame ha habido muchísimas peleas, gritos, llantos, caídas y todo tipo de accidentes. El objetivo de esto es que quien se quede con el plató no vuelva a sufrir percances, y que reine la paz, sea el programa que sea el que vuelva a grabarse en esas instalaciones. Una auténtica genialidad, que ha ido a más cuando una de las santeras ha dado a Belén Esteban un mensaje de su padre fallecido que ha hecho que la colaboradora se rompa. Además, una santera ha dicho que Sálvame no morirá, y que volverá con otro nombre. Como aquello de que la energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma, pero aplicado a La Fábrica de la Tele. La tarde acabó con Jorge Javier descalzo, y con la santera haciéndole una limpieza a su espíritu en vivo y en directo.
El fin de Sálvame engancha. Ahora solo queremos pensar cuál va a ser el siguiente movimiento, cómo van a poder hacer humor sobre su adiós para siempre. ¿Qué será lo próximo? ¿Habrá alguien interesado en comprar el plató y hará una visita para comprobar la calidad del mismo? ¿Diseñarán ropa de luto por la pérdida? ¿Habrá funeral? Permaneceremos atentos a la que antaño fue tu pantalla amiga.