La televisión ha sido uno de los medios de comunicación que más ha cambiado en los últimos años. La llegada de plataformas como Netflix, HBO o Amazon ha hecho que el consumo 'en lineal' se desplomara, sobre todo, en los contenidos de ficción. Coincidiendo con el boom de las series para su consumo a la carta, en 2019 se fructificó un descenso histórico de las audiencias de las series. Datos millonarios como el logrado por el final de Velvet en Antena 3 (4.302.000 espectadores) pasaron a la historia.
Hoy día es difícil ver una serie made in Spain que supere el 10% de cuota de pantalla. Una de las excepciones es Heridas, que con un 13,2% en Antena 3 se convirtió en el mejor estreno de una serie española de la temporada. Ante esta situación, las generalistas se han visto obligadas a reformular sus modelos de negocio lanzando sus productos de ficción bien en sus plataformas de pago o bien cediendo los derechos a terceros, como ocurre con La que se avecina y Amazon.
De ahí a que las parrillas de los canales más importantes de nuestro país se hayan llenado de programas informativos y de entretenimiento. La televisión de toda la vida se ha reforzado de infinidad de concursos y de talents shows. Por otra parte, las plataformas empezaron a probar con un género nuevo: las docuseries.
Se empezaron a estrenar títulos que giraban en torno a un personaje conocido (El corazón de Sergio Ramos y El principio es Omar Montes en Amazon o Neymar: El caos perfecto en Netflix) hasta otros en clave true crime que profundizaban en un hecho relevante: Dolores: la verdad sobre el caso Wanninkhof (HBO); El caso Alcasser (Netflix) o El Palmar de Troya (Movistar).
Como vemos, las plataformas se nutrian de docuseries, mientras que las generalistas pasaban de este tipo de género...Hasta ahora. La 'fiebre' empezó con Rocío, contar la verdad para seguir viva.
El hito que supuso la docuserie de Rocío Carrasco
La serie documental de Rocío Carrasco abrió el camino a este tipo de formatos en la televisión en abierto. Producido por La Fábrica de la tele, el formato mezcló la emisión de los capítulos del documental sobre la hija de Rocío Jurado con el 'show' en plató. No solo triunfó en audiencia -promedió un 23,1% de share y casi tres millones de espectadores-, sino que ayudó a visibilizar la violencia de género.
Así pues, Telecinco encontró un filón en audiencias con este nuevo género. Más tarde exploró este terreno con otros personajes de la crónica social: Maite Zaldívar: maldita la hora; Julian Muñoz: no es la hora de la venganza; y más recientemente En el nombre de Rocío. No obstante, la segunda temporada de la docuserie no obtuvo tan buen rendimiento como la primera, al despedirse con un 13,5%.
En mayo de 2022, laSexta se subió al carro de las docuseries con el estreno del primer capítulo de Los Borbones: una familia real. Era la primera serie documental original de Atresmedis sobre la historia de la monarquía. Y lo cierto es que triunfó en audiencia, con un gran 17,1% de share y 2.235.000 espectadores. Los seis capítulos de esta serie creada por Aitor Gabilondo y Ana Pastor se pueden ver en Atresplayer Premium.
Ha sido este curso cuando Antena 3 ha apostado por las docuseries. Primero lo hizo con Joaquín: la última y me voy. Es cierto que la cadena jugaba sobre seguro al hablar de la vida del futbolista del Betis, un imán para las audiencias tras el éxito con El novato. La serie comenzó bien (18,6%), pero poco a poco se fue deshinchando, coincidiendo con las entregas en las que el jugador hablaba más de su función en el club de su vida. No obstante, es de justicia decir que la cadena fue valiente al emitir una docuserie sobre un futbolista en el prime time.
Una vida Bárbara es el último ejemplo de dosuseries en televisión en abierto. Atresmedia supo aprovechar el tirón de Cristo y Rey para lanzar esta serie de cuatro entregas, en las que Bárbara Rey, recorre en primera persona su apasionante vida. El documental producido por Atresmedia TV en colaboración con The Good Mood lidera sin problema los miércoles, aunque sus audiencias son discretas.
Así pues, la televisión tradicional ha encontrado una oportunidad en este tipo de productos. La buena acogida de las docuseries en el consumo 'lineal' hace pensar que en las cadenas apuesten por este tipo de contenidos en un futuro a corto plazo.